domingo, 11 de agosto de 2019

ESTEREOTIPOS CONSAGRADOS Y PÉSIMO MÉTODO DE DISCUSIÓN: ¿A DÓNDE NOS CONDUCEN? A NINGUNA PARTE…



Juan Barreto, Javier Biardeau R y Héctor Sánchez
“Ante esta filosofía, no existe nada definitivo, absoluto, consagrado; en todo pone de relieve lo que tiene de perecedero, y no deja en pie más que el proceso ininterrumpido del devenir y del perecer… Cierto es que tiene también un lado conservador, en cuanto que reconoce la legitimidad de determinadas fases sociales y de conocimiento, para su época y bajo sus circunstancias; pero nada más. El conservadurismo de este modo de concebir es relativo; su carácter revolucionario es absoluto, es lo único absoluto que deja en pie.” (F. Engels. Ludwig Feuerbach y el fin de la filosofía clásica alemana)
I.- ALGUNAS INQUIETUDES SOBRE LAS ACTITUDES SECTARIAS Y EL ORDEN PRECATEGORIAL DEL MARXISMO SOVIÉTICO:
Con el texto de Engels anteriormente referido[i] (Ojo, ¡No es una cita de autoridad!) el entrañable amigo de Marx se refería a algunos aspectos del legado de Hegel sobre el “pensamiento dialéctico”.
Comencemos por el lado del modo de concebir relativo: el aspecto conservador que reconoce la legitimidad de determinadas fases sociales y de conocimiento, para su época y bajo sus circunstancias; pero nada más.
Este lado conservador es aquel que permite construir una “regularidad de tendencia” para un determinado período histórico así como una mentalidad, perspectiva o tradición por el lado del pensamiento; lo que Marx llamó en términos muy generales en su análisis de un modo histórico de producción e intercambio como la “ley del movimiento económico de la sociedad moderna”, que también se corresponde con ciertas “figuras y formas de conciencia social”, incluyendo aquella “falsa conciencia históricamente necesaria” (Sohn-Rethel[ii]) para reproducir aquel modo de producción y reproducción de la vida (“No lo saben pero lo hacen”).
Pero hay otro aspecto que es fundamental para comprender el pensamiento dialéctico: la negatividad. Para este pensamiento no existe nada consagrado, nada definitivo, pone de relieve lo perecedero (¡Por supuesto, que también nosotros vamos a desaparecer!) y lo que deja en pie es el proceso, el devenir, el flujo, el aparecer y el desaparecer.
Es una lástima que entre todo el legado de escritos, Marx no haya podido “hacer accesible a la inteligencia humana común, en dos o tres pliegos de imprenta, lo que es racional en el método que descubrió Hegel, pero que al mismo tiempo está envuelto en misticismo”[iii].
Una cuestión supremamente profunda como ha mostrado la interminable producción de interpretaciones sobre la dialéctica en Marx y Engels, que encierra sus dificultades, laberintos y complejidades, pensamiento sobre el cual no hay que entrar sin severas precauciones y con un sano escepticismo. Un pensamiento que no confunde la negatividad con la destructividad más elemental. No es lo mismo el pensamiento dialéctico que la opinión destructiva, insidiosa, descalificadora. Allí no puede haber confusiones.
Fue así que entre aquellas herencias del método dialéctico marxiano vale la pena referirse a aquellos pasajes:
“En su forma mistificada, la dialéctica estuvo en boga en Alemania, porque parecía glorificar lo existente. En su figura racional, es escándalo y abominación para la burguesía y sus portavoces doctrinarios, porque en la intelección positiva de lo existente incluye también, al propio tiempo, la inteligencia de su negación, de su necesaria ruina; porque concibe toda forma desarrollada en el fluir de su movimiento, y por tanto sin perder de vista su lado perecedero; porque nada la hace retroceder y es, por esencia, crítica y revolucionaria.”
De modo que en todo proceso, hay una intelección positiva de lo existente, del lado conservador, de una positividad histórica en su manifestación y su esencia. Pero además, hay una figura racional que da cuenta de la inteligencia de su negación, de su necesaria ruina, sin perder de vista, su lado perecedero. Así, la dialéctica es en esencia “crítica y revolucionaria”, pero es además una “figura racional”.
Decir “crítica” implica construir las resonancias de tal palabra con la filosofía clásica alemana, no con un orden pre-categorial o pre-nocional, donde por crítica se entiende ofensa, ataque, juicio sumario o descalificación. Allí racionalidad no quiere decir insulto. En esta segunda acepción, en realidad se está intoxicando la posibilidad de un debate constructivo.
El marxismo soviético se caracterizó por la institucionalización del DIAMAT-HISMAT, institucionalizó una figura de marxismo que se convirtió en apologética de una forma de dominación estatal e institucionalizó un estilo de discusión que intento partir de la llamada “crítica y la autocrítica”, pero derivo en una retórica caracterizada por la proyección de juicios y estereotipos negativos, por la acusación sumaria (a modo de juicio fantaseado, actitudes de policías de pensamiento, de fiscales imaginario, con cargos vagos, indeterminados, sin respaldos ni evidencias) y la denostación (Injuria-insulto-descalificación). Esto último es en realidad la degeneración burocrática y sectaria del pensamiento dialéctico.
Fue la subcultura estalinista, con su mentalidad paranoico-agresiva en el plano de las disposiciones afectivas, con su actitud persecutoria en el plano político hacia el desacuerdo y contra lo que el marxista venezolano J.R. Núñez Tenorio[iv] reconoció como cualidad indispensable de una organización revolucionaria con proyección de futuro: el “fuero de disidencia”, la que instaló un dispositivo de disciplina y control que marco profundamente el cuerpo y la subjetividad de determinado patrón de militancia de izquierda troquelada por el sectarismo:
“La unidad democrática entre la práctica y la teoría, entre la voluntad y la conciencia, entre la libre discusión y la acción consciente en común no excluye sino que presupone el derecho a la divergencia, el fuero de la disidencia, los derechos de las minorías miembros individuales en el seno de la organización. Un determinado acuerdo de la dirección sin oposición no es, en realidad, un acuerdo. Las conclusiones nacen de la polémica. El consenso se obtiene a partir del debate. Una línea unilateral de la dirección, sin presencia de las ideas opuestas, forma robots, máquinas, siervos en la base; pero no educa, ni forma una conciencia crítica, creadora e independiente, que necesitamos para fraguar un potente movimiento político.” (Estrategia y Táctica)
Salir de la subcultura del estalinismo y del sectarismo significa aceptar de una vez por todas el “fuero de la disidencia”: Nadie podrá ser sancionado ni juzgado por asumir  opiniones contrarias a la dirección y/o mayoría. No habrá delito de ideas, ni de pensamiento; menos aun de conciencia en nuestro movimiento. Mucho crecerían las tendencias de izquierda si dejaran atrás cualquier atavismo o arcaísmo ideológico basado en actitudes paranoicas y persecutorias sobre quienes opinan de manera distinta.
La subcultura del “falso debate” de un segmento de izquierda sectaria, doctrinaria, que perdió el sentido de la reflexión y la auto-reflexión crítica cuando se habla del método de la “crítica y la autocrítica”, es precisamente el mejor camino para no lograr nada constructivo, ni propositivo ni fecundo, sino que introduce entropía, provocación y distorsiones en la comunicación política
Habría que comenzar por aquella sentencia que reza: aquel que comienza un debate con el juicio sumario y descalificador, en realidad logra descalificarse a sí mismo, se declara incompetente para el debate, para una polémica fecunda.
Aquel marxismo soviético significó una “Filosofía de y para un determinado Estado político” (Marcuse[v] dixit), un contrasentido en los términos “críticos y revolucionarios” defendidos por Marx y Engels. Allí podemos establecer el arco que va de la promesa, pasando por la degeneración a la traición, del entusiasmo-esperanza al incumplimiento, y finalmente, a la desfiguración del proyecto político liberador.
Todavía hoy, podemos constatar que hay tendencias que repiten el dogma: el marxismo es la unidad del “materialismo histórico” y del “materialismo dialéctico”. A eso lo llamamos marxismo fósil. No compartimos la gran mayoría de los presupuestos de tal tradición de interpretación. Tampoco compartimos muchos de los estereotipos y fraseologías que se derivan de tales planteamientos cuando son parte de un marxismo-mito, de un marxismo burocrático o del marxismo sectario. En pocas palabras, tales figuras del marxismo no son parte de nuestra perspectiva, si se prefiere, de nuestra orientación paradigmática.
De modo que si es desde este lugar ideológico de enunciación desde donde viene la crítica, pues hay poco que desarrollar como voluntad constructiva y propositiva. Con esa vertiente del marxismo sectario se llega al callejón sin salida de una fraseología que enmascara una agresividad mal tramitada, no sublimada por la vía, repetimos de la unidad de la teoría y la praxis desde el despliegue de una práctica teórica que recupera a fondo el sentido de la reflexión, la auto-reflexión y la elucidación conceptual, territorializando una comunidad contra-hegemónica de comunicación.
II.- LAS IDEAS-FUERZAS, NO LOS INSULTOS, ES LO QUE QUEREMOS DEBATIR:
Vale la pena, reiterar elementos centrales de nuestro texto ante los cuestionamientos genéricos (cuestionamientos a la carta, que no enfocan los tópicos específicos), ante la puesta en escena de fraseologías estereotipadas, ante el uso de las viejas denostaciones de la jerga de las ortodoxias (el par “revisionismo-reformismo” es sólo uno de ellos), e insistir en el llamado a una profunda reflexión y auto-reflexión crítica para esbozar en lo inmediato una solución política democrática, constitucional, soberana, pacífica y electoral; y en lo mediato un franco esfuerzo para reagrupar y reimpulsar iniciativas políticas con un mapa de avance político y de conquistas sociales, que contrastarían con la enorme regresión histórica que viene hundiendo al país, en un cuadro geopolítico internacional de obvias desventajas, debilidades y amenazas.
Sin embargo, quisiéramos resumir aquellos párrafos de algunos textos (intentando sortear la trampa de los insultos y los juicios sumarios) donde se nos menciona directa o indirectamente para reconstruir elementos de tal crítica, subrayando aquellas articulaciones en el discurso que dan cuenta de los supuestos e implicaciones del “sujeto-agente de la crítica” referida:
·         “Celebramos el esfuerzo de Juan Barreto, Javier Biardeau y Héctor Sánchez, https://www.aporrea.org/ideologia/a281101.html), por escribir su propia historia, sin pretensiones proselitistas, más bien con la disposición de dar cuenta de los errores cometidos y la plena disposición de corregir y enmendar rumbos.”[vi]
Comentario: Postulamos la necesidad de una nueva disposición del cuerpo y la palabra para la reflexión y la auto-reflexión crítica, incluso aceptando como válidos los cuestionamientos contemporáneos a la filosofía del sujeto cartesiano y a la filosofía de la conciencia. La puesta en discurso de los hechos históricos, colocan en escena claves subjetivas y códigos pertenecientes a redes semióticas de las cuales hay que hacerse cargo. Si los interpretes de nuestro discurso montan allí su propia escena imaginaria, su propio juego de roles es un asunto que compete a los intérpretes. Nosotros sabemos cuál “juego de lenguaje” no queremos jugar, y dejamos para otros ese escenario de fiscales, imputados, crímenes y castigos.
·         “Pero resulta de mayor importancia para Juan Barreto, Javier Biardeau y Héctor Sánchez, realizar esfuerzos por encontrarse nuevamente con su historia y con los planteamientos políticos que le dieron origen. Planteamientos y principios que fueron abandonados en un momento determinado. En efecto, los hechos nos demuestran que los autores del mencionado ensayo, en un momento dado, dejaron de pertenecer a la Izquierda Venezolana al servicio de los trabajadores y el pueblo, para convertirse en unos militantes reformistas que manejan un lenguaje radical.”
Comentario: Nosotros le pedimos muy respetuosamente al “sujeto-agente de la crítica” que aporte elementos factuales, evidencia disponible que soporten sus afirmaciones: ¿Cuáles hechos le demuestran que dejamos de pertenecer, que abandonamos planteamientos y principios, que somos militantes reformistas que manejan un lenguaje radical? ¿Puede hacerlos explícitos, puede probar su afirmación, realizada en la arcaica clave retórica de la acusación-denostación? Esperaremos…
·         “Juan Barreto, Javier Biardeau y Héctor Sánchez pueden ayudar mucho en este sentido si lograran superar los cuarenta o más años de reformismo y desarme ideológico, que explica en buena parte las derrotas sufridas por nosotros y el movimiento revolucionario en su conjunto.”
Comentario: ¿A que hace referencia el sujeto de la crítica cuando habla de “desarme ideológico” y “reformismo”? ¿Puede aclarar tales conceptos y juicios? Esperaremos…
·         “El trabajo aquí plasmado ha sido exigente. Juan Barreto, Javier Biardeau y Héctor Sánchez lo han desarrollado en medio de una coyuntura compleja y difícil. Coyuntura en la que los trabajadores y otros sectores del pueblo venezolano nos hemos planteado, con nuestra fuerza, la lucha por el poder político y la derrota definitiva del modelo neoliberal, impulsada por la oligarquía financiera internacional y sus aliados en el país: PSUV-Madurismo-Oposición pitiyanki.”
Comentario: ¿Podría extenderse y profundizar el sujeto-agente de la crítica en su caracterización del modelo neoliberal impulsado por la oligarquía financiera internacional, así como como la caracterización de su relación de alianza con el PSUV-Madurismo?
·         “Pretendemos esbozar una propuesta preliminar para la elaboración de los elementos fundamentales que debería guiar este mensaje abierto a las organizaciones, personalidades e independientes progresistas de la izquierda venezolana por parte de Juan Barreto, Javier Biardeau y Héctor Sánchez. https://www.aporrea.org/ideologia/a281101.html   No hay evidencias de que esa discusión se haya producido en todo el país, pero tenemos la respuesta que prácticamente ya comienza a vislumbrarse en las contradicciones que afloran en la consciencia de unos cuantos aislados en la investigación libresca y convertidos en eruditos sin fuerza transformadora.”[vii]
Comentario: Si el sujeto-agente de la crítica tiene la respuesta, pues vale la pena detenerse a analizar en detalle como en una serie de artículos publicados en años anteriores (ver cita[viii], fechas), sin referencia directa alguna con nuestros planteamientos,  que aquí referimos, repiten insistentemente de manera literal, aunque variando el orden y composición de las proposiciones, empleándolas de modo genérico y categórico.
En pocas palabras, el sujeto-agente de la crítica aplica un recetario elaborado en variadas circunstancias y contextos para aplicarlo directamente a nuestra propuesta de debate. Se trataría posiblemente de una crítica en formato de cartilla, realizada contra cualquiera y en cualquier contexto, de manera genérica y sin especificidad, una suerte de corte y pega donde se desdibujan tópicos de discusión, elaboraciones sustantivas y cuestiones metodológicas de vasto alcance. Frente a tal táctica de signos, lo que pretende aparentemente  el sujeto de la crítica no es apuntar a nuestros enunciados y proposiciones, sino utilizarlos como pretexto para poner sobre la mesa los suyos. Nosotros cuestionamos a fondo la microfísica de las figuras de la violencia simbólica (Los textos del  maestro Pierre Bourdieu sobre este tema están disponibles).
·         “En primer lugar, la invitación se nos plantea en un período histórico en que Venezuela se encuentra asediada por la dominación burguesa imperialista y sus factores internos de poder; es decir, la proposición se desprendió de las tareas tácticas y estratégicas de cualquier planteamiento programático de lucha revolucionaria y pone en evidencia tan sólo su contenido visceral anti-gobierno madurista y su gabinete.
·         “En segundo lugar, la invitación coincide con la estrategia desarrollada por los factores internos de poder, pero en la voz de unos interlocutores de la izquierda venezolana pone en evidencia la estrategia para la desmoralización política y, fundamentalmente, dirigida a la toma de la iniciativa de una corriente fraccional-liquidadora.”
Comentario: aquí entramos a los señalamientos políticos del “sujeto-agente de la crítica”, donde reitera una suerte de juicio sumario sobre una presunta “estrategia para la desmoralización política” por parte de una “corriente fraccional-liquidadora”. No entendemos a cabalidad el juicio de aquel sujeto-agente que en párrafos anteriores señala: “Coyuntura en la que los trabajadores y otros sectores del pueblo venezolano nos hemos planteado, con nuestra fuerza, la lucha por el poder político y la derrota definitiva del modelo neoliberal, impulsada por la oligarquía financiera internacional y sus aliados en el país: PSUV-Madurismo-Oposición pitiyanki”, pero al mismo tiempo nos acusa de enunciado que “pone en evidencia tan sólo su contenido visceral anti-gobierno madurista y su gabinete.” Aquí queda en evidencia un desarreglo en la composición argumentativa: ¿Quién efectivamente hace una crítica visceral anti-gobierno madurista y su gabinete? Nuestra crítica no puede confundirse con una “actitud anti-gobiernera”. Todo lo contrario, nuestra crítica es sobre la direccionalidad, contenido y alcance de determinadas líneas políticas, sobre determinadas medidas, decisiones, orientaciones y acciones políticas.
Repetimos. Llama la atención que nos acuse de “contenido visceral anti-gobierno madurista y su gabinete” cuando en párrafos anteriores señala literalmente que “…nos hemos planteado, con nuestra fuerza, la lucha por el poder político y la derrota definitiva del modelo neoliberal, impulsada por la oligarquía financiera internacional y sus aliados en el país: PSUV-Madurismo-Oposición pitiyanki”.
En este tema hay que aclarar posicionamientos por parte del sujeto-agente de la crítica. ¿Dónde está posicionado efectivamente el sujeto-agente que hace la crítica?
·         “Asimismo, la dificultad de armar un proyecto político para el país y ser una fuerza intransigente, fresca y beligerante, en los siguientes términos: Ser percibida por amplios e importantes sectores como una opción realmente diferenciada del continuismo hegemónico burocrático PSUV-Madurismo; que no se asemeje, ni quiera parecerse a la oposición pitiyanki.”
Comentario: ¿Pudiera aclarar el sujeto-agente de la crítica a qué se refiere con una “opción realmente diferenciada del continuismo hegemónico PSUV-Madurismo, y que no se asemeje a la oposición pitiyanki? ¿Puede desarrollar tales ideas? El sujeto-agente de la crítica habla de “continuismo hegemónico burocrático”. Queremos preguntar: ¿Efectivamente se reconoce en tales palabras el sujeto-agente de la crítica? Esperamos una profundización sobre lo que denomina “continuismo hegemónico burocrático”. Desde nuestro punto de vista esa frase reporta un gigantesco sinsentido teórico, pues para nosotros cualquier figura de continuismo burocrático carece de hegemonía, carece de convencimiento, de liderazgo intelectual, moral y político, carece de capacidad para articular una voluntad colectiva nacional-popular…
Consideramos que el debate puede enriquecerse y avanzar en la medida en que sean clarificados puntos de partida, presupuestos, ideas, caracterizaciones, juicios que en una primera aproximación no podemos sino calificarlas como prejuicios y argumentos sin sustento efectivo, sin respaldo y con una predisposición muy distinta a una polémica constructiva, que es lo que estamos proponiendo a fondo.
El estilo retórico acusativo y descalificador aparece como bloqueo de la polémica fecunda. Es necesario denunciarlo y superarlo como método de controversia, debate y logro de avances en el terreno de las ideas.
III.- NUESTRA APUESTA POLITICA:
Nuestra apuesta política está direccionada con meridiana claridad:  una lucha por recuperar en las actuales circunstancias las condiciones mínimas necesarias para hacer viable una política democrática, patriótica, popular, junto a la exigencia indeclinable de una agenda de emergencia económica, social y ambiental, para superar la extraordinaria crisis histórica que afecta a nuestro pueblo-nación.
Reclamamos de un Gobierno que se adjetiva como “popular y progresista”, que asuma a fondo una línea de actuación y decisión cuya direccionalidad, contenido y alcance no sea la destrucción de las condiciones de existencia material y simbólica del pueblo-nación, ni la regresión-conculcación de derechos, garantías y conquistas democráticas para el ejercicio de la acción política.
Esa apuesta la hacemos desde el terreno de la izquierda, que para nosotros es la lucha por mayores espacios de libertad y liberación social reales para todos y todas, en un marco de cuestionamiento radical de los vigentes sistemas de dominación, desigualdad y exclusión.
Frente a esta situación hay una clara posición de deslinde y desacuerdo, no por una actitud caprichosa o arbitraria, sino porque la consideramos correlacionada con una combinación de actitudes políticas presentes tanto por en las experiencias históricas del nacional-populismo autoritario, como en las figuras del socialismo burocrático real, sedimentando una suerte de patrimonialismo despótico como “mentalidad y práctica de gobierno”.
La crítica al actual gobierno la hacemos no desde “un club privado, desde unos muros infranqueables, aunque fueran imaginarios, con todas las facilidades a su alcance”, sino de la propia condición existencial de las capas medias empobrecidas y el pueblo trabajador, desde las bases sociales del proceso bolivariano que acompañaron críticamente la conducción política del Comandante Chávez, que hoy experimentan en su “buen sentido” gramsciano, un franco descontento con la vigente situación económica, social y política.
No compartimos la estructura de sentimientos ni percepciones de los ex chavistas. Las respetamos aunque no la compartimos. Mucho menos de los segmentos de los ya mineralizados anti-chavistas.
Quizás lo que molesta es que reivindicamos el terreno de izquierda para aportar a una reconstrucción del tablero democrático, constitucional y patriótico para salir de la crisis. Quizás lo que molesta es que llamamos a la no intervención, pero también le decimos no al hambre, ni seguir siendo cómplices silentes de la destrucción de las conquistas sociales y políticas del período político de Hugo Chávez.
En contraste, llamamos a un profundo programa de investigación-acción transformadora de carácter colectivo, que actualicen sus métodos de interpretación, elaboración y construcción de una “teoría de síntesis” sobre el específico y particular carácter de nuestra realidad nacional como totalización histórica, en sus diferentes aspectos, ámbitos, áreas y esferas de la vida social.
Tal teoría de síntesis no niega dialogar polemicamente, y asimilar críticamente los aportes de las tradiciones del “marxismo crítico”. Si a eso lo llaman revisionismo, reformismo o lenguaje radical de una política reformista, en realidad nos parece una simple adjetivación estereotipada desde la vieja tradición del “marxismo-leninismo ortodoxo”. Citemos:
 “La pretensión científica del marxismo se encuentra […] en absoluta contraposición con cualquier forma de religiosidad, con cualquier dogmatismo, con cualquier “fe ciega” en personas o ideas, con cualquier fanatismo. Por su propia naturaleza…el marxismo es abierto, crítico, permanentemente dubitativo, también en relación consigo mismo”.[ix] (Mandel-Agonoli dixit)
Y también nos parece sugerente la siguiente reflexión:
“El marxismo ha sido, y a su manera continua siendo, la teoría crítica de la sociedad. No obstante, después de él, e incluso tal vez antes, han existido otras. El florecimiento de «miles de marxismos», la expresión pertenece a Immanuel Wallerstein (1998), que tuvo lugar a partir de la segunda mitad de la década de 1950 como consecuencia del comienzo del «fin del marxismo-leninismo» y la merma de las esperanzas depositadas en un único y «verdadero marxismo» (Tosel, 2008), ha dado paso, recientemente, al surgimiento de nuevas teorías críticas. Hijas de la llamada nueva izquierda, herederas directas del fenómeno más amplio del marxismo occidental y el quiebre suscitado entre la teoría y la práctica que aconteció en el contexto del Termidor estalinista, en términos generales constituyen ellas un producto de la derrota de la política radical y el pensamiento emancipatorio. Se trata, por consiguiente, de teorías de la derrota, esto es, teorías determinadas por y que se despliegan a partir de la experiencia de la derrota.”[x]
Lo decimos sin ambigüedades: lo que está en riesgo de desaparecer por un profundo desgaste, derrota y abandono es la línea política iniciada con fuerza por Chávez a partir del año 2004, es el proyecto de una nueva sociedad democrática participativa, protagónica, con justicia social e inclusión, claramente establecido en el preámbulo de la Constitución de 1999, cuyo horizonte fue clara y conjuntamente: anti-neoliberal, anti-imperial y anti-capitalista.
La revolución democrática que implicaba el pasaje de transformaciones anti-neoliberales al logro de mayores márgenes de autodeterminación, independencia y profundas transformaciones sociales de avanzada, para construir nuevas figuras de una democracia socialista han sido truncadas, hasta el punto en que hoy la agenda de luchas debe necesariamente replantear banderas patrióticas, democráticas y populares, incluyendo un Programa Mínimo Democrático de Independencia política, Restitución Constitucional y Justicia social.
Ciertamente, todo programa mínimo comporta tareas políticas y un sistema de alianzas  sociales y políticas, tanto tácticas como estratégicas, que conllevan líneas organizativas y líneas de trabajo político con los sujetos-movimientos de la transformación social a corto, mediano y largo plazo.
El sistema de alianzas también depende de tareas inmediatas y mediatas, hasta llegar a tareas políticas manifiestas inmediatamente o intermedias, con la finalidad de alcanzar objetivos terminales.  
No tenemos ningún problema en identificar afinidades y coincidencias tácticas con todos aquellos sectores, movimientos sociales, individualidades y factores políticos que permitan avanzar desde la “unidad de acción y la democracia consensual-deliberativa”, para pasar desde la situación existente a una situación-objetivo, con sus estaciones y plazos.
Tal situación objetivo no se alcanza decretando estadios ideales con estridencia demagógica (democracia directa, poder popular, superación del Estado y la sociedad burguesa), sino que es definida en un espacio de fases con variadas trayectorias, con variantes y determinantes que condicionan el paso de tal “programa mínimo” al “programa máximo”.
Perder de vista trayectorias, estaciones, acumulación de fuerzas, compromisos de acción, plazos y territorios es asumir un lenguaje radical con una política impotente.  Es preciso recuperar la senda perdida desde una auténtica democracia protagónica con deliberación, crítica, consulta permanente y participación del bloque social subalterno y el pueblo trabajador.
Tales metas no serán alcanzadas a partir de un viraje de la línea política hacia contenidos populistas autoritarios y de derecha económica. No se puede construir una sociedad justa y democrática, con injusticia y autoritarismo. Los medios, modos, métodos y estilos prefiguran los fines, objetivos y metas.
En tal contexto, nosotros apostamos a una renovación radical de las izquierdas venezolanas, de las corrientes nacional-populares de izquierda, de cara a una multitud mundializada y por una secuencia de acontecimientos de democracia absoluta. Eso significa recuperar el internacionalismo de las luchas de los movimientos sociales y políticos desde abajo, y no la coordinación y mando administrativo desde arriba, cuya política es simplemente de defensa-resistencia de gobiernos; y no de movilización, protagonismo y decisión de los pueblos.
El proceso popular constituyente y la revolución bolivariana han sido componentes entrelazados, con sus mareas de avance, estancamiento, reflujo y retroceso. Actualmente, estamos en una fase de regresión histórica lo cual requiere un salto cualitativo del momento de articulación orgánico-subjetivo (liderazgo-organización-estrategia-táctica).
Allí pueden confluir tanto individualidades, corrientes, movimientos sociales y factores políticos, para salir del estancamiento destructivo, a partir de un diseño organizativo mucho más eficaz y unificado que el frentismo electoral, y mucho más flexible y dinámico, que un mando burocrático-centralizado.
En tales circunstancias, para nosotros es vital confluir en las actuales circunstancias en un programa mínimo de carácter patriótico, democrático y popular.
El “Socialismo del siglo XXI” fue el horizonte de una radicalización democrática actualmente confiscada. Actualmente, bajo la cobertura de las consignas anti-imperialistas se aplican medidas económicas con supuestos neoliberales, que afecta directa y negativamente las condiciones de existencia social (el salario es solo uno de los elementos) y potencia política del pueblo trabajador.
Insistimos, todavía para las izquierdas Venezolanas, la pérdida física de Chávez es un asunto a tramitar en el terreno de las ideas y valores sustantivos. Cabría un debate sobre el “Legado de Chávez” desde las perspectivas de izquierda realmente existentes. Un debate constructivo sobre tal “herencia” en clave de una teoría de síntesis, línea política, estrategia, táctica, planes operacionales y tareas políticas.
Estamos hablando de la orfandad de ideas-fuerza, de directrices emanadas de un auténtico esfuerzo colectivo y participativo  para el “análisis concreto de una situación concreta”, con polémica constructiva y con lo que el viejo J. R. Núñez Tenorio llamó el “fuero de disidencia”, sin centralismo burocrático ni disciplina castradora ni regimentación policial-administrativa.
Ante una gigantesca encrucijada de crisis orgánica de hegemonía, de recomposiciones imperiales y del cuadro económico-social, hay que poner toda la tradición del pensamiento de izquierda sobre la mesa de discusión, sin censuras, inhibiciones, miedos y desesperanzas.
¿Para reproducir la gramática de sentido y la lógica de las necesidades-demandas-aspiraciones de ideologías, modelos, proposiciones, prácticas y consignas extranjeras?
En absoluto. Es hora de situar en la particularidad de los antagonismos, contradicciones y conflictos propios de la sociedad venezolana, el gigantesco contraste entre algunos referentes generales (y su batería de estereotipos), frente a la necesidad de una política que traduce una “teoría de síntesis” (la lógica específica del objeto específico) en tácticas efectivamente subsumidas y dirigidas desde una “estrategia política de transformación”, cuyo eje fundamental reside poner en conexión inmediata con las necesidades sentidas, aspiraciones y potencia política del pueblo trabajador y del bloque social subalterno.
Otra política sería continuar con el desgaste cada vez más acelerado y la entrega a pedazos de las conquistas históricas que aquel flujo de ascenso democrático, patriótico y popular parecía consolidar, representando algunos de los más vigorosos momentos del proceso bolivariano.
Ciertamente, toda crisis orgánica es una crisis de dirección política. No asumirla implica el riesgo de profundizar en las coordenadas de una “revolución pasiva”, antesala indispensable de cualquier escenario de Termidor, que hoy oscila entre un transformismo interno y una entrega total a la condición de un protectorado neocolonial vía intervención Norteamericana.
Apoyaremos todos los escenarios en los cuáles la decisión política fundamental pase por el protagonismo y participación directa del pueblo con nuestras coordenadas de acción política: solución constitucional, soberana, democrática, electoral y pacífica, a partir de un programa mínimo democrático, patriótico, popular basado en una agenda inmediata por la recuperación de las condiciones de reconstrucción económica e irrenunciables contenidos de justicia social. Para nosotros es ese el criterio estratégico diferenciador de la Gran Política y la pequeña política. ¡Que cada quien asuma sus responsabilidades!



Notas:

[i] . Engels. Ludwig Feuerbach y el fin de la filosofía clásica alemana https://www.marxists.org/espanol/m-e/1880s/feuer/4.htm

[ii] La crítica materialista de Sohn-Rethel o “No lo saben, pero lo hacen” https://herramienta.com.ar/articulo.php?id=2152

[iii] Marx-Engels: Escritos varios sobre la dialéctica.

[iv] José Rafael Núñez Tenorio: Estrategia y táctica. ¿Cómo hacer? ¿Cuál es la salida? https://vipservinformaticos.wixsite.com/editorial/estrategia-y-tactica

[vi] Servando Marín Lista: Izquierda Venezolana: respuestas a Juan Barreto, Javier Biardeau y Héctor Sánchez. (6-8-2019: https://www.aporrea.org/ideologia/a281148.html)

[vii] Servando Marín Lista: ¡Juan Barreto, Javier Biardeau y Héctor Sánchez están condenados a desaparecer! (8-8-2019: https://www.aporrea.org/actualidad/a281186.html)

[viii] Servando Marín Lista: ¡Hay que establecer si se va hacia una transformación revolucionaria o hacia variantes del capitalismo! (23-7-2018:  https://www.aporrea.org/ideologia/a266751.html),
Unos partidos así existen ¡El PSUV no es una organización revolucionaria! (8-8-2018: https://www.aporrea.org/actualidad/a266064.html), ¡La izquierda venezolana está ausente de un proyecto político liberador!( 9-07-2018: https://www.aporrea.org/ideologia/a266126.html), ¡La implosión del chavismo disidente! (17-08-2018: https://www.aporrea.org/actualidad/a267942.html),

[ix] MANDEL, E. y AGNOLI, J. (1982). Marxismo abierto. Una conversación sobre dogmas, ortodoxia
y la herejía de la realidad. Barcelona: Crítica.

[x] Mil (y un) marxismos: Crisis y nuevos comienzos de la crítica. Santiago Roggerone. http://bdigital.uncu.edu.ar/objetos_digitales/10131/04-resc-18-roggerone.pdf


lunes, 5 de agosto de 2019

IZQUIERDA VENEZOLANA.

                                           David Alfaro Siqueiros- Lenin

Juan Barreto, Javier Biardeau y Héctor Sánchez (1)

“Hace década y media, la izquierda oficial en Venezuela era una calamidad (desde cualquier ángulo que se le mire). Quince años después, esa izquierda está en el mismo lugar (solo que un poco más obesa por efecto del parasitismo de estado).” Rigoberto Lanz
Soy Bolivariano y Chavista, ¿ergo de izquierda?
Por los márgenes de los viejos aparatos de izquierda (PCV-MIR-MEP-MAS) se coló el fenómeno del proceso popular bolivariano y del “chavismo” que saltó directamente a ser gobierno, descolocando por completo la agenda de la izquierda tradicional e introduciendo un nuevo dinamismo, sobretodo, en el “movimiento de masas” venezolano.
Cabe decir que del primer atisbo aprista del ARDI como semilla del PDN (1936) y luego de AD (1941), el “movimiento de masas” en la Venezuela del siglo XX fue encuadrado en las filas del reformismo de horizonte socialdemócrata.
Las masas populares revolucionarias han sido las grandes ausentes de la historia de las diversas “revoluciones” que los historiadores narran cuando tal palabra aparece en boca de los actores protagonistas de las más modestas revueltas. No es equivalente decir revueltas, rebeliones y revoluciones.
No tuvo el mismo objetivo de consolidar un movimiento de masas, el PCV (1931) cuya doctrina del férreo “partido de cuadros” y procedencia hay que rastrearla en aquellos marxistas, entre los que se encontraban los hermanos Eduardo y Gustavo Machado, Carlos León y Salvador de la Plaza, quienes fundaron en México en 1926 el Partido Revolucionario Venezolano (PRV), el cual fue un movimiento Nacionalista, Revolucionario y Antimperialista, que puede ser considerado como uno de los núcleos iniciales del posterior Partido Comunista de Venezuela (PCV).
No hay que hacerse los tontos con las fechas. Ya en 1924 había desparecido Lenin de la escena. De modo que la herencia de lo que a la postre será el PCV llevará a cuestas el inconsciente político de las luchas de las tendencias en el interior de la URSS. En 1927 se hablaba incluso de una “oposición de izquierda” dentro de la URSS. Ya tempranamente en la revolución rusa, el debate estaba encendido entre populistas, marxistas legales, socialdemócratas, marxistas revolucionarios y libertarios. Tal escena era mucho más que decir estalinistas, trotskistas y reformistas.
El estalinismo tiene vieja impronta en Venezuela, al menos inhibió una crítica fundante de la propia naturaleza de la URSS desde 1917. ¿Fue en realidad socialista, un estado obrero degenerado, una nueva figura del capitalismo de estado o un colectivismo burocrático?
Esas preguntas parecían estar ausentes como debate de aquella izquierda venezolana donde no aparecía por ningún lado la caracterización de la URSS como socialismo de estado o como socialismo burocrático, más allá de la polémica encendida entre socialdemócratas oficiales, la III internacional y los que se quedaban en la mitad, en el dos y medio. Lo que dominaba el debate era la postura anti-imperialista y la cuestión de la autodeterminación de las naciones, una vía para acceder a la modernidad política luego de los caudillismos, los liberales y los conservadores.
El PRV-México (1926) elabora un programa político y funda una revista, Libertad, desde la cual llevan adelante una campaña contra el gomecismo y en favor de las luchas anti-imperialistas. No obstante, en el terreno propiamente intelectual, es decir, en lo que se refiere a las aportaciones teóricas de cara a la profunda crisis paradigmática de la vieja izquierda, los resultados desde entonces hasta hoy son más que modestos.
Es doloroso reconocerlo, pero la izquierda venezolana fue tributaria del mito del carácter revolucionario de la URSS durante el estalinismo. Con la muerte de Stalin, las noticias que llegaron de la URSS afectaron la tesitura de tal complejo ético-mítico y de la doctrina monolítica de una manera molecular, hasta que los viejos hombres y mujeres del Partido Comunista comenzaron a sospechar en el propio relato con el cual se convencieron por décadas tenía no solo lagunas, sino que era una “mentira oficial”.
Luego de la segunda guerra mundial y del corto período del Browderismo, la revolución cubana, vino a compensar la posibilidad de una total recaída en un duelo melancólico hacia la URSS. De las divisiones de AD, la fuerza insurgente del MIR atravesó las luchas por la democratización del poder que colateralmente animaron al PCV desde sus orígenes, ante su lealtad férrea a la “Patria Socialista”Soviética. Todavía el PCV le reclamaba a los Miristas sus razones de reclamarse como “marxistas-leninistas”, si el partido marxista-leninista era pues el PCV.
Pero en medio de los conflictos en el interior del campo soviético, con el conflicto Chino-Soviético, con las interpretaciones disímiles sobre el carácter y destino de las revoluciones en Nuestra América, también allí las polémicas entre el MIR y el PCV estaban marcadas por el horizonte de dos mitos: la “lucha guerrillera” y el “asalto al palacio de invierno”. Las figuras de Fidel y de Guevara destacaban para el primer horizonte. Las de Lenin y los bolcheviques para el segundo.
También, la vieja socialdemocracia adeca (con Betancourt hegemonizando su agrupación partidista de masas) se movió a sus anchas para arreciar en la propaganda reaccionaria y la acción represiva, con apoyo activo de los EE.UU y sus operaciones contra-insurgentes de largo alcance en todo el continente, profundizando todos sus aparatos y dispositivos en contra del “Castro-Comunismo”. Tan fuerte impronta dejo aquella propaganda que hasta hoy se reactivan sus consignas.
Luego, ya con el olor de la derrota final muy cerca, hasta el PCV terminó polemizando con Fidel y la dirección política cubana sobre el devenir de la lucha revolucionaria venezolana. Vale la pena pasearse por aquellos documentos para entender lo que estaba en juego.
En Venezuela se dio la derrota militar de la izquierda insurgente desde mediados de los años 60. Esa fue la verdadera realidad y condición de posibilidad de la llamada “línea pacífica y electoral”. Y una revolución derrotada tiene deudos que no quieren cobrar ninguna cuota parte de tal legado. De allí muchos de los silencios del inconsciente político de aquella época, como si fuera imperativo el silencio, las ausencias, la censura y las inhibiciones.
De allí surgieron mil divisiones y disoluciones, el típico movimiento de degradación molecular de una fuerza constituyente. Eso contrasta con el entusiasmo de masas que estaba presente en aquella “Junta Patriótica” de Fabricio Ojeda y el derrocamiento del Dictador Pérez Jiménez y de su círculo militar-policial más estrecho. Como si se tratara de historias paralelas, el devenir de aquella junta estaba aparejada del otro pacto: el Pacto entre Elites que va de Nueva York a Punto Fijo: la democracia electoral y representativa como Dulcinea del Toboso al decir de Domingo Alberto Rangel.
Luego de aquel escarceo armado, el repliegue táctico llevo a la resistencia estratégica. Surgieron innovaciones (MAS y Causa R, por ejemplo) desde divisiones del PCV, así como reintentos testarudos (Organización Revolucionaria, Liga Socialista, Partido Revolucionario Venezolano y Bandera Roja) tanto del PCV como del MIR.
La “izquierda” y la “ultraizquierda” configuraron el espacio de las izquierdas según la nomenclatura de la mediática oficial de los años 70, en proceso ya de consolidar su propia industria cultural televisiva, además del despliegue de toda la malla de cooptaciones en instituciones culturales, becas y universidades. Tal cooptación fue clave para comprender muchas de las auto-censuras, las inhibiciones y los silencios.
Abreviando algunos pasajes, es preciso destacar las recaídas del MAS en la socialdemocracia reformista, en la tan cuestionada “democracia liberal” y la “partidocracia”, ya sin proyecto anticapitalista, mostrando precisamente hasta dónde puede llegar un arco de potencia de una iniciativa constituyente, cuando no hay agenciamiento de recursos, capacidades, motivaciones, afectos, estética y ética-política. El MAS construyó sus tendencias internas a modo de zoografía y bajo la inercia de agrupaciones que van tras la estela de un caudillo.
De la crisis de la aquellas izquierdas, surgió un terreno huérfano y fértil por donde irrumpió la Rebelión Militar del 4-F. Por supuesto, no sin antes dar cuenta de una revuelta popular como el 27-F. Tal revuelta popular fue sobrecargada de connotaciones mitológicas, luego que una orquesta de simbolizadores (nuevos intelectuales) re-inventaron un mito de insurgencia popular. Se inspiraban en Juan Uslar Pietri y sus valoraciones de Boves (Historia de la rebelión popular de 1814). El terreno de los “caudillos populares” se iba labrando molecularmente.
Sin embargo, del estallido social, de aquella protesta popular masiva con destemplada violencia expresiva a una insurgencia política es preciso un largo trecho de “concientización, organización, movilización y lucha de masas”. Incluso alguna voz que clamaba en el desierto, analizó ese pasaje de la “Subversión Social a la Subversión Política”. Eran sólo esbozos de desobediencia social ante una legitimidad social y política rota. El pacto de elites quedaba como el Rey desnudo.
Se comprende que las exigencias de “querer llegar a ser gobierno” y de ser parte de una “gestión de gobierno” consumió por otra parte la energía de mucha gente comprometida. Muchos consolidaron dos estereotipos en su territorio subjetivo: “Se había perdido mucho tiempo”, “No se puede hacer una revolución sin plata”.
El sistema dominante en crisis intento cooptar muchas energías irredentas. Lo logró a medias, incluso con aquellos Comandantes del 4-F. Lo que no se comprende es que se intente hablar hoy en clave de “Revolución” en medio de una tal precariedad reflexiva, es decir, desde los vacíos teóricos (crisis de fundamentación, de consistencia y de legitimación de las formulaciones teóricas y los proyectos revolucionarios) en los que está postrado todo el pensamiento político heredado de la modernidad occidental.
El “árbol de las tres raíces” fue un síntoma del aquel cuadro de los años 90. Para los modernizadores, un simple e insulso anacronismo. Sin embargo, puede leerse en otra clave. Una reactivación del inconsciente político de lo nacional-popular, cargado de las ambigüedades, ambivalencias y polivalencias del sustrato popular plebeyo venezolano. La potencia plebeya se había quedado ya casi sin palabras, estaba labrando con usos innobles, sus propios códigos y gramáticas. Estaba apelando a la generación de los muertos, a la pesadilla que aprisionaba el cerebro de los vivos, que evocaba Marx iniciando aquellos pasajes historiográficos sobre el Bonapartismo y el 18 Brumario. La potencia plebeya estaba viviendo su encrucijada entre el trabajo intelectual muerto y el trabajo intelectual vivo.
También en Venezuela, un encumbrado del positivismo había hablado en otra época y contexto del “Cesarismo Democrático”. Evocar a Bolívar podría dar lugar a viejos cultos y viejos toboganes interpretativos. La revolución bolivariana, el proceso popular constituyente, el proceso bolivariano revolucionario o más sencillamente, el “proceso”, declinó en el significante del “Chavismo”.
Hoy el “Chavismo” parece hacerse legión de composiciones en sus apuestas frente al legado de Chávez y la coherencia de un liderazgo sobre las tareas políticas y de gobierno, con los más diversos matices, corrientes y tendencias que evocan su procedencia aluvional.
Por supuesto, como en todas las lenguas, hay una tendencia centralizadora y domesticadora que lo lleva al terreno del “oficialismo”. Pero tal fuerza centrípeta no puede bloquear márgenes, periferias y subversiones de la lengua oficial. Sobre el Chavismo hay también un “conflicto de interpretaciones”. Y con hondas consecuencias políticas.
En tal contexto, nosotros apostamos a una renovación radical de las izquierdas venezolanas, de las corrientes nacional-populares de izquierda, de cara a una multitud mundializada y por una secuencia de acontecimientos de democracia absoluta. No queremos legitimar las trampas al poder constituyente, a la triada de resistencia, insurgencia y poder constituyente, a las postulaciones del contrapoder y lacontra-hegemonía para una operación de razón de estado, de alta burocracia y de bajo maquiavelismo político.
Las izquierdas con mentalidad de aldeano vanidoso, siguen aún postradas en el espejo de un imaginario político derruido por todos los costados. Y frente al Estado algunos vanidosos sacan del cajón de sastre a Hobbes, Hegel y Carl Schmitt. Debemos reconocer que el “Rentismo” genera su propio campo cultural, es una infraestructura que determina la peor condición posibilidad para el esfuerzo teórico-intelectual. También la corrupción, el oportunismo crematístico, la mentalidad de funcionario y la adulancia son obstáculos epistemológicos, no solo sociales y políticos.
Lo fundamental para la renovación del campo de las izquierdas será superar la entronización del “marxismo soviético”, como ordenamiento pre-categorial (prejuicios), con sus correspondientes prácticas estalinistas (habitus-habituación), como único referente para imaginar, pensar, decir y hacer algo llamado “revolución”. Por ahora, la revolución democrática ha sido bloqueada y truncada.
El propio proceso popular constituyente, liderado por Chávez no logró aún profundizar en el punto de quiebre que significó la articulación entre “revolución democrática”, casi calcada de las viejas tesis leninistas de las dos tácticas de la socialdemocracia rusa (presente en el propio léxico de Betancourt y el etapismo de la “revolución nacional-burguesa”), con el horizonte de la “democracia revolucionaria” y aquella “democracia popular bolivariana” del Libro Azul, secuencia indistinguible, reiteramos, de la resistencia, la insurgencia y el poder constituyente originario, como contrapoder/contra-hegemonía para una nueva fase de acontecimientos instituyentes.
En la precariedad reflexiva, en su condición histórica de posibilidad, en su territorio existencial, fue que se instaló la frase “Socialismo del siglo XXI”. Así, se trataba de desbordar la vieja dicotomía entre reformismo socialdemócrata y comunismo marxista-leninista. Evoquemos fragmentos de historia.
Ni siquiera el experimento de “Fuerza Comunista”, nomenclatura originaria luego conocido como el MAS (Movimiento al Socialismo), logró desde algunos elementos del eurocomunismo y de los ingredientes Gramscianos, superar tal dicotomía tan limitadora. En otras latitudes ya se hablaba de reformas radicales y de subversión del significante revolución, para colocar a la insumisión y la impugnación política como acontecimientos de ruptura de una idea cíclica y pendular de “Revolución-Termidor”. Tampoco logró consolidar su impulso rupturista la Causa R ni el PRV-Ruptura (Tercer Camino).
Eso significa la necesidad de replantear todo el terreno teórico-político, incluso político-espiritual, desde aquellas viejas polémicas de Marx frente a los “Socialismos franceses” existentes y luego frente al “anarquismo”, hasta llegar a los candentes debates que valoran el marxismo occidental, el legado de la teoría crítica, el socialismo real, el impacto de las revoluciones del Tercer Mundo, el eurocomunismo, la Tercera Vía liberal-socialdemócrata, el autonomismo y los retornos a la vieja autoridad intelectual de los Comités Centrales de los Partidos de izquierda de inspiración Leninista, incluyendo además a sus coordinaciones mundiales.
No debemos mencionar aquí otros problemas inmensamente reales: la tendencia a la autoridad despótica, el personalismo, el burocratismo, el centralismo, la concentración del poder, la adulancia palaciega, la corrupción, el patrimonialismo y el duro clientelismo para repartir prebendas y lealtades. Así se comprende el cierre de la cadena discursiva: “Traidores nunca”
Todavía para las izquierdas Venezolanas, la pérdida física de Chávez es un asunto a tramitar en el terreno de las ideas y valores sustantivos. Cabría un debate sobre el “Legado de Chávez” desde las perspectivas de izquierda realmente existentes. No estamos hablando de duelos sentimentales ni de apelaciones propagandísticas. Estamos hablando de la orfandad de ideas-fuerza.
Ante una gigantesca encrucijada de crisis orgánica de hegemonía, de recomposiciones imperiales y del cuadro económico-social, hay que poner toda la tradición del pensamiento de izquierda sobre la mesa de discusión, sin censuras, inhibiciones, miedos y desesperanzas.
¿Quiénes se atreven? Como diría aquel cretense en su paradoja: ¡Esto es una provocación!
(1) El presente es solo una entrada de nuestro más reciente ensayo de elaboración y compilación de una suerte de para-texto, diccionario o recopilación de palabras-claves, próximo a ser publicado como Nueva Lengua Rebelde (NLB), que ante la pregnancia de una neolengua despótica, ponemos a disposición del debate de los agenciamientos colectivos de enunciación. Próximo a ser publicado.

sábado, 23 de marzo de 2019

¿CHÁVEZ DISENTÍA DE HOBBES? SALIR DEL ESTANCAMIENTO DESTRUCTIVO: ¡QUÉ EL PUEBLO SE PRONUNCIE! …¡REFERENDO CONSULTIVO YA!


Javier Biardeau R
“No estoy yo imponiendo, como muchas veces ha ocurrido desde las cúpulas del poder, las decisiones fundamentales que marquen el camino de la Venezuela nueva. No, sencillamente le he convocado o le he pedido la opinión a todos los venezolanos.” Hugo Chávez
“Democracia porque tiene pueblo, porque la democracia sino tiene pueblo es igual a un río sin cauce, un río sin agua, un mar seco, sería la democracia sino tiene un contenido profundamente social de igualdad, de justicia y de visión humana, esa es la República a la que hago referencia en mis ideas fundamentales para la Constitución Bolivariana” Hugo Chávez
“…no queremos a Hobbes con su Leviatán, con su estado como maquinaria demoledora, hegemónica de la fuerza, el Estado como hegemón de la fuerza y del recurso armado para imponer, para esclavizar a los habitantes de un pueblo que merece libertad, no, no queremos el Leviatán de Hobbes”. Hugo Chávez
“Un Estado que no se quede en un fin en sí mismo, un Estado que deje de ser una maquinaria burocrática, demoledora, negadora de los derechos humanos fundamentales, todo lo contrario, cada hombre, cada institución, cada pequeño engranaje de la maquinaria del Estado debe palpitar solo y sólo en función de la justicia para un pueblo, de la igualdad, del trabajo, de la vivienda, de la educación, de la salud, de la libertad, de las ciencias y de las artes, para eso tiene que ser el Estado sino mejor sería no tener Estado.” Hugo Chávez
I. No al despotismo:
Mientras los post-chavistas olvidan a Chávez y lo recuerdan con mitos y consignas a favor del actual gobierno, omiten que éste último está basado mucho más en las sentencias del Despotismo Ilustrado[i] en contra del protagonismo del  titular del Poder Constituyente Originario, el Pueblo:
“Todo para el pueblo, nada (hecho) por el pueblo”.
Aunque su uso se extendió desde finales del siglo XVIII como lema del despotismo ilustrado y su “paternalismo político”, aquellos herederos de Hobbes se opusieron firmemente al protagonismo y la intervención del pueblo en los asuntos políticos.
II- Cuando Bolívar y Chávez exigieron: Confiemos en el tino del pueblo en las grandes resoluciones.
Consideramos que un gobierno que se niega a consultar directamente al pueblo su decisión sobre el actual conflicto entre poderes (Ejecutivo y Legislativo), se comporta mucho más cerca de aquella consigna, colocándose de espaldas a los planteamientos de Simón Bolívar y de Hugo Chávez en momentos decisivos de la vida Republicana.
Decía Bolívar citado por Chávez[ii]:
(03/06/2004. Mensaje a la Nación del Comandante Presidente Hugo Chávez sobre referendum revocatorio. Concentración frente al Palacio de Miraflores. http://todochavez.gob.ve/todochavez/1089-mensaje-a-la-nacion-del-comandante-presidente-hugo-chavez-sobre-referendum-revocatorio-concentracion-frente-al-palacio-de-miraflores):
“Pero yo les voy a leer a todos ustedes esto que Bolívar pensaba y decía sobre nosotros, su pueblo y la democracia, leo:
“Nada es tan conforme con las doctrinas populares, como consultar la Nación en masa sobre los puntos capitales en que se fundan los Estados, las leyes fundamentales y el magistrado supremo. Todos los particulares están sujetos al error o a la seducción (oigan bien, oigan bien) todos los particulares están sujetos al error o a la seducción, pero no así el pueblo, que posee en grado eminente la conciencia de su bien y la medida de su independencia. De este modo su juicio, el del pueblo, es puro; su voluntad fuerte y por consiguiente nadie puede corromperlo ni menos intimidarlo. Yo tengo pruebas irrefutables del tino del pueblo en las grandes resoluciones, y por eso es que siempre he preferido sus opiniones a la de los sabios”.
2) 24/04/1999. Palacio de Miraflores, Parroquia Catedral, Municipio Libertador, Caracas, Distrito Capital, Venezuela. Alocución al Pueblo Venezolano del Comandante Presidente Hugo Chávez Frías Invitándolo al Referéndum para convocar la Asamblea Constituyente. http://todochavez.gob.ve/todochavez/3271-alocucion-al-pueblo-venezolano-del-comandante-presidente-hugo-chavez-frias-invitandolo-al-referendum:
“Recordemos aquella frase que repetíamos tantas veces en la campaña electoral y que, por cierto, fue la frase con la que comencé mi discurso de Toma de Posesión en el Congreso Nacional hace hoy ochenta días. Aquella frase de Simón Bolívar, el Padre de la Patria y quien es el timón y es el guía de este proceso de transformación revolucionaria en democracia y en paz. Aquella frase del Congreso de Angostura, oigámosla de nuevo, reflexionémosla de nuevo y sintámosla, todos y cada uno de nosotros en este momento de nuestra Historia.
Bolívar lo dijo así: "Dichoso el ciudadano que bajo el Escudo de las Armas de su mando, convoca la soberanía nacional para que ejerza su voluntad absoluta".
Yo, hoy, me siento de verdad un ciudadano dichoso porque me ha permitido esta vida y especialmente ustedes con su decisión del pasado 6 de diciembre, venir aquí amparado por el poder que ustedes me han dado, por las armas de la verdad y la razón que el pueblo me ha dado, a convocarlos a ustedes mismos. No estoy yo imponiendo, como muchas veces ha ocurrido desde las cúpulas del poder, las decisiones fundamentales que marquen el camino de la Venezuela nueva. No, sencillamente le he convocado o le he pedido la opinión a todos los venezolanos.”[iii]
III.- Agenda mínima para afrontar la grave e inédita crisis.
Para resolver la gravísima e inédita crisis del Estado, de la Nación y de viabilidad socio-económica del país, el Gobierno de Maduro y los dirigentes de la Asamblea Nacional deben escribir un millón de planas sobre su cuerpo, mente y corazón con la siguiente inscripción:
“No estoy yo imponiendo, como muchas veces ha ocurrido desde las cúpulas del poder, las decisiones fundamentales que marquen el camino de la Venezuela nueva. No, sencillamente le he convocado o le he pedido la opinión a todos los venezolanos.” Hugo Chávez
Es urgente una decisión que rompa el estancamiento destructivo y el escalamiento que está llevando a toda la Nación a la ruina material y moral. Tanto el poder ejecutivo como el poder legislativo tienen la solución en sus manos: ¡Que sea el pueblo el árbitro que decida!
Esta decisión pasa por crear todas las condiciones institucionales necesarias y suficientes para convocar un referendo consultivo que afronte la crisis entre el poder ejecutivo y el poder legislativo nacional, entre las cuales está la renovación del CNE y garantizar de manera inquebrantable la confianza en los procesos electorales y de consulta popular.
Proponemos una agenda mínima de seis puntos, sin descartar otros elementos:
1) Restitución de la vigencia y efectividad de la Constitución con base a los artículos 7 y 333 de la misma.
2) Defensa indeclinable de los Derechos Humanos y del pluralismo político, de los derechos políticos y sus garantías, como fundamento de la convivencia democrática y de la paz social, con base al artículo 2 y 132 de la Constitución.
3) Ratificación de la soberanía popular directa y de la democracia participativa, pues todos los órganos del Estado emanan de la soberanía popular y a ella están sometidos, tal como dicta el artículo 5, 62, 70 y 71 de nuestra Carta Magna.
4) Indeclinable defensa de la independencia, la libertad, la soberanía, la inmunidad, la integridad territorial, la autodeterminación nacional y la geografía venezolana como “zona de paz” contra cualquier forma de injerencia e intervención extranjera, sobremanera una intervención militar, en concordancia con la resolución pacífica de controversias y del conflicto político interno en el marco del derecho internacional público, tal como dicta nuestra Constitución y los tratados internacionales vigentes.
5) Afrontar de manera urgente e inmediata todas las decisiones necesarias para asumir acciones eficaces para la superación de la emergencia social, humanitaria, ambiental y de los pueblos indígenas.
6)  Afrontar de manera urgente e inmediata todas las decisiones necesarias para abordar un programa de emergencia económica del país,  con especial concordancia con el artículo 299 de la Constitución vigente.
La frase del despotismo: “Todo por el pueblo, pero sin el hacer efectivo del pueblo” implicaba que el gobierno realizaba supuestas medidas para el "pueblo", o para lo que consideraba su mejora; pero las decisiones eran tomadas por pequeños cogollos políticos sin la participación directa ni la intervención protagónica del pueblo.
De modo que los teóricos del gobierno representativo algo tienen que ver con el Despotismo Ilustrado y con los fundamentos hobbesianos del vínculo de obligación política, quizás con la diferencia de que saben disfrazar y vender su “absolutismo político” (¡Permítame Gobernar por usted!)
IV.- Para salir del laberinto del conflicto de poderes. Salir de Hobbes, estudiar a Chávez.
Vale la pena dedicarse al concepto estratégico de Chávez en materia de Estado y poder constituyente originario para no extraviarse por completo en más laberintos.
Hablamos de estancamiento destructivo y escalada destructiva porque el juego de imposición entre poder ejecutivo y poder legislativo (conflicto de poderes) desplegado desde finales de 2015 está día a día destruyendo al país y destruyendo lo que llaman “factores existenciales” del Estado Venezolano: su territorio, sus recursos, su población y sus instituciones Republicanas.
Chávez mencionó a Hobbes en 9 oportunidades desde 1998 en intervenciones diversas y lo reflejaremos cronológicamente:
1) 06/12/1998. Rueda de Prensa del Comandante Presidente Hugo Chávez resultados de las Elecciones Presidenciales del 6 de diciembre de 1998:
 “Allí están esos niños abandonados a la buena de Dios y también del diablo, porque el diablo anda suelto decía mi abuela Rosa Inés, la madre de mi padre que en paz descanse. “El diablo anda suelto, Hugo Rafael, tenga cuidado, siempre anda suelto el diablo”. Entonces esos niños que duermen bajo los puentes, que están abandonados, para que ellos sobrevivan, algunos piensan que no, que no tienen escuela, sí tienen escuela, la escuela de la delincuencia muchas veces, y paran en el narcotráfico, en el hampa organizada, en las pandillas que asaltan, que roban y también matan, porque muchas veces andan armados para sobrevivir.
Entonces allí hay que atacar a fondo las raíces del problema, son sociales, “el hombre no es el lobo del hombre”, yo me resisto, yo no pienso como Hobbes; pienso como Cristo más bien, “el hombre es la esperanza del hombre”, “el hombre es el comienzo y es el fin”. Esos niños son buenos, ellos no son malos, sencillamente nosotros somos los culpables también, asumamos nuestra culpa, yo de primero, seré el primer culpable si hay niños abandonados en Venezuela.”
Aquí declaramos: La MISERIA SOCIAL debe ser desterrada de la Nación Venezolana.
2) 05/08/1999. Intervención del Comandante Presidente Hugo Chávez Frías, en la Asamblea Nacional Constituyente:
“La República Bolivariana, que pido se declare así, abre los brazos de paz, de hermandad, pero de firmeza y respeto a todos los pueblos, naciones y gobiernos del universo mundo. Estamos sembrándonos en un nuevo mundo, en un nuevo siglo, con dignidad, con altura, con soberanía. República Bolivariana y soberana, libre y democrática, pero verdaderamente democrática, sin engaño, sin farsa, sin discursos retóricos, huecos y vacíos.
Democracia porque tiene pueblo, porque la democracia sino tiene pueblo es igual a un río sin cauce, un río sin agua, un mar seco, sería la democracia sino tiene un contenido profundamente social de igualdad, de justicia y de visión humana, esa es la República a la que hago referencia en mis ideas fundamentales para la Constitución Bolivariana, pero más allá del pueblo y su concepto, más allá de la nación y su concepto dialéctico con la práctica y más allá de la República con su concepto y su praxis, también agregamos aquí una visión del Estado y ustedes verán cuando revisen esto, esta es la primera parte, falta una segunda parte para recoger algunos otros capítulos complementarios, pero creo que esto puede ser esencial para que ustedes consideren en sus primeras deliberaciones.
Aquí se recoge también, después del concepto social y en el concepto del Estado porque estamos saliéndole al paso a Hobbes, no queremos a Hobbes con su Leviatán, con su estado como maquinaria demoledora, hegemónica de la fuerza, el Estado como hegemón de la fuerza y del recurso armado para imponer, para esclavizar a los habitantes de un pueblo que merece libertad, no, no queremos el Leviatán de Hobbes, preferimos a Platón y su República, preferimos a Bolívar y un Estado orientado a la justicia que es el fin último al que puede orientarse la acción de un Estado democrático, podrán ustedes ver aquí cómo se recoge ese concepto, importante recogerlo y sembrarlo en tierra fértil y la tierra está fértil para la siembra que vuelve con la lluvia de pueblos.
Un Estado que no se quede en un fin en sí mismo, un Estado que deje de ser una maquinaria burocrática, demoledora, negadora de los derechos humanos fundamentales, todo lo contrario, cada hombre, cada institución, cada pequeño engranaje de la maquinaria del Estado debe palpitar solo y sólo en función de la justicia para un pueblo, de la igualdad, del trabajo, de la vivienda, de la educación, de la salud, de la libertad, de las ciencias y de las artes, para eso tiene que ser el Estado sino mejor sería no tener Estado; pero concebimos el Estado como una necesidad, nos alejamos de Hobbes, pero también de Marx cuando decía que no hacía falta el Estado. Sí, hace falta el Estado. Nos alejamos de los neoliberales que pretenden minimizar al Estado y he allí otro concepto fundamental de ideología bolivariana en contra del dogma neoliberal: queremos y necesitamos un estado suficientemente fuerte, suficientemente capaz, suficientemente moral, suficientemente virtuoso para impulsar la República, para impulsar al pueblo y para impulsar a la Nación, asegurando la igualdad, la justicia y el desarrollo del pueblo. Ese estado bolivariano lo recojo aquí, en estas ideas fundamentales para lo que pudiera ser la Constitución Bolivariana de la V República.”
LECCIÓNES imprescindibles de Chávez frente a quienes se han extraviado en materia de conducción del Estado, en materia de Democracia y Derechos Humanos.
3) 14/08/2005. Tribunal Internacional Antiimperialista en el marco del XVI Festival Mundial de la Juventud y los Estudiantes
“Ahora, permítame señor presidente, magistrados del tribunal, fiscales, fiscala, decir lo siguiente ya desde mi alma: Yo y nosotros, estoy seguro, creemos profundamente en la especie humana, nunca, nunca he compartido la tesis de Thomas Hobbes, del hombre como lobo del hombre, del Leviatán; más bien comparto la tesis de Cristo el Redentor: “El hombre es Alfa y el Omega (el comienzo y el fin)”. El comienzo y el fin.
Y allí podríamos agregar aquella tesis de Ernesto Guevara, el infinito Che, cuando dijo: “El revolucionario es el escalón más alto de la especie humana”. Nosotros los revolucionarios.
Ahora, sólo que debemos demostrarlo. Demostremos que la tesis de lobo del hombre no se va a imponer, demostremos que sí es mejor ser inteligente que ser estúpido, demostremos que es mejor un ser humano que una cucaracha, demostrémoslo colocándonos todos en el escalón más alto de la especie humana, seamos revolucionarios y cambiemos al mundo.”
DEMOSTRACIÓN  de HUMANISMO REVOLUCIONARIO: creer profundamente en la especie humana, en los valores de vida, justicia y paz.
4) 20/03/2009. Entrevista al Comandante Presidente de la República Bolivariana de Venezuela Hugo Chávez, por la Agencia de Noticias Al Jazeera:
“En fin, por eso te digo, uno va aprendiendo. Libros. Yo por ejemplo he leído mucho a Stiglitz, Joseph Stiglitz, ha venido aquí, y le sigo con atención sus escritos. ¿Tú sabes a quién leí yo mucho, y lo seguiré leyendo? Un economista norteamericano, que murió hace poco, que por cierto ahí se equivocaron en Estados Unidos, los medios de comunicación, y entonces trataron de ridiculizarme diciendo que yo había matado a Chomsky, que yo había hablado de la muerte de Chomsky; no, yo estaba hablando era de John Kenneth Galbraith, que había muerto en esos meses antes.
¡Galbraith, Galbraith! Y sobre todo sus últimos escritos, sus últimos escritos. Hay un librito así de Galbraith, que vale oro, es como su testamento: La economía del fraude inocente. Escrito ya cuando tenía 90 y tantos años, un poco antes de morir.
Entonces no son en verdad profecías, yo creo que es la ciencia, el estudio científico de la crisis, que además es una crisis terminal de civilización. Yo incluso he retomado por allí, de cuando en cuando, aquella frase dilemática de Rosa Luxemburgo: “Socialismo o barbarie”. Y la barbarie la estamos viendo ya, no es que es una amenaza la barbarie, está presente la barbarie, el hambre, las guerras, el genocidio, la miseria, toda esta crisis, eso es una barbarie terrible ¿eh?
Entonces tú me dices, que qué consejo: el socialismo. Yo hace poco decía: “Ojalá Obama tome el camino del socialismo”. A los pocos días él respondió, le preguntaron: “Mire, ¿qué tal? Dijo: “No, no, yo no soy socialista”. Está tomando más bien medidas como keynesianas ¿no?, o roosevelianas, del New Deal, pero se mantiene en el marco del capitalismo.
Ahora yo creo que el mundo va hacia el socialismo, y ese rumbo hacia el socialismo lo impondrán, no dependerá de la voluntad de Hugo Chávez ni de Fidel Castro, ni de Evo Morales, nuestro amigo, común amigo; ni de Rafael Correa, dependerá de la fuerza que desaten los procesos de la propia historia.
Mira, yo no creo, como Hobbes, que el hombre es el lobo del hombre, aun cuando habría bastantes razones para creerlo. ¿Tú no crees?
Pero yo más bien creo que como Cristo, el hombre es la esperanza del hombre. No creo que nacimos nosotros para acabar este planeta, o para acabarnos entre nosotros; creo que nacimos para algo grande, y ese algo grande, bueno, apenas ha habido destellos en estos miles de años de historia humana, de lo que el ser humano es capaz de hacer. Lo sublime, lo más sublime del alma humana tiene que —la poesía, la canción, el amor—imponerse en el mundo, algún día. Y ojalá sea este el inicio de la era del amor, de la era de la poesía, de la era de la felicidad, de la era de la paz, de la justicia. Y eso se llama socialismo.”
El hombre es la ESPERANZA del hombre. No nacimos nosotros para acabar este planeta, o para acabarnos entre nosotros. Si la meta de Chávez fue el socialismo, el camino es la profundización de la democracia, no su demolición. Medidas económicas de justicia social. La economía al servicio de la  CALIDAD DE VIDA de las personas, de los trabajadores y trabajadoras, del pueblo.
5) 11/09/2009. Declaraciones del Comandante Presidente Hugo Chávez a su llegada al hotel Villa Magna
“Si, sepan exactamente lo que está pasando en este mundo, porque hay una gran campaña mediática dirigida a tu mente, a tu mente, a tu mente y a los espíritus de millones de españoles y españolas y de europeos, tratando de pintarles el mundo al revés, entonces los que andamos luchando por una democracia verdadera, nos llaman “Tiranos”, ah bueno está bien somos tiranos y muchos tiranos los llaman “Demócratas”, nos llaman terrorista, nos llaman el eje del mal, bueno eso es parte de la lucha de ideas.
Yo que creo en el ser humano, creo, me juego la vida por el ser humano, Cristo decía “el hombre es el alfa y el omega, el comienzo y el fin” no yo no creo como Hobbes que el hombre es el lobo del hombre, estaríamos condenados entonces no habría esperanza, yo creo como Cristo en que el hombre, o como Nietzsche el superhombre, decía Nietzsche el superhombre es el puente entre el animal y Dios, aunque él no creía en Dios, pero hablaba de un Dios el superhombre, o el Che más bien menos complicado que Nietzsche más claro, más nuestro, más cercano, el Che revolucionario, el escalón más alto de la especie humana, como ustedes que son revolucionarios y se lo veo en los ojos, eso es lo que te puedo responder.”
La esperanza reside en el ser humano como BIEN SUPERIOR.
6) 16/12/2009. Mensaje a la Nación del Comandante Presidente Hugo Chávez desde Copenhague
“Bien, yo quería hacer estos comentarios desde Copenhague saludando a Venezuela, no quiero extenderme más de lo previsto desde Copenhague aquí en el Reino de Dinamarca, en el medio de esta intensa agenda, de un evento que es el evento geopolítico, el evento político más importante de los últimos doscientos años, yo creo que está ocurriendo acá y que no termina aquí en Copenhague, no, no, yo invito a ti compatriota, que me ves, a ti que me oyes, a ustedes hermanas y hermanos de Venezuela y más allá de otras partes del mundo, yo creo Nicolás que Copenhague es apenas el comienzo, Copenhague es el comienzo de una batalla y es el objetivo es salvar la vida humana en este planeta, salvar la vida humana, eh, la lucha por el restablecimiento de los equilibrios perdidos del clima, de la atmósfera y para ello insistimos, necesario es cambiar el sistema capitalista y transitar hacia el socialismo. Nosotros lo decimos con mucha firmeza y lo creemos profundamente y está más que demostrado científicamente, ahí estaba citando el libro de este escritor francés, este libro, este libro me lo obsequió Ramonet, muy bien, gracias Ignacio, Cómo los ricos destruyen el planeta, conocí al señor Hervé Kempf, estuvo saludándonos allí, ojalá podamos conversar con él, ve, cómo los ricos, cómo el modelo lo que llama nuestro amigo Itsvan Meszaros, el sistema metabólico social de control del capital encarnado en el capitalismo como método de explotación del hombre y de la naturaleza tiene muchas contradicciones insalvables, una de ellas es la destrucción del planeta, la destrucción de la vida, por eso convéncete tú, hermano si tienes dudas, convéncete tú hermana si todavía dudas, aseguremos el futuro para nuestros hijos, para nuestros nietos, ya no para nosotros, para las futuras generaciones, para que haya vida en este planeta per sécula seculorum, porque oye qué triste sería aceptar al final que la especie humana fue transitoria, ha habido muchas especies, millones de especies en este planeta que vivieron y desaparecieron, los dinosaurios por ejemplo, nosotros también estaremos destinados a extinguirnos, no yo creo que no, yo, cristiano, como dice Fidel, también marxista-cristiano creo en Cristo el que vino y nació en el pesebre hace 2 mil cuánto, dos mil y tantos años, bueno, Cristo, bueno 2009 años, 2009 años, va a cumplir Cristo 2009 años, entonces él vino a anunciar el Reino de Dios aquí en la Tierra y él lo dijo, el hombre es el Alfa y el Omega, el hombre, siempre he creído, es la esperanza del hombre, del ser humano, no podemos ser como Hobbes dijo, el lobo del hombre, nosotros mismos, el lobo del hombre, no, es tiempo, es tiempo aún, no es tarde todavía para salvar a la humanidad.”
No se puede luchar por la vida humana sin luchar por la vida del planeta. ¡No a la destrucción de la naturaleza!
7) 22/04/2010. Intervención del Comandante Presidente Hugo Chávez durante acto de clausura de la Conferencia Mundial de los Pueblos sobre el Cambio Climático y los Derechos de la Madre Tierra-Bolivia
En América Latina y el Caribe, en Asia incluso en Norteamérica, incluso en los Estados Unidos hay muchas corrientes que van despertando en los pueblos del Norte, en las naciones del Norte las sociedades van despertando porque la crisis es un gran despertados de la historia y la crisis está sonando por todos lados y yo tengo la certeza de que el hombre no es el lobo del hombre como Hobbes, sino que el hombre más bien como decía Cristo es la esperanza del hombre, la humanidad es la esperanza de la humanidad.
El hombre no es el lobo del hombre como Hobbes, sino que el hombre es la esperanza del hombre, la humanidad es la esperanza de la humanidad, así también lo señalan las corrientes espirituales progresistas.
8) 30/03/2011. Intervención del Comandante Presidente Hugo Chávez durante visita a la Facultad de Medicina de la Universidad de la República, en la República Oriental del Uruguay
“Hay gente que dice, bueno, hay gente que se ha atrevido a decir incluso, yo no lo creo, no quiero creerlo, de que la especie humana ha podido ser un error de la naturaleza. Un poco como Hobbes, el Leviatán. Yo, revolucionario y cristiano porque lo soy creo en Cristo el revolucionario, más bien me aferro a eso: Cristo, el hombre es la esperanza del hombre, lo humano es la esperanza de lo humano, nosotros somos pues o cargamos por dentro la propia esperanza de nuestra redención. El hombre no pudo haber aparecido en esta Tierra, la humanidad, la especie humana para acabarse ella misma sino para reivindicar la vida, la paz, la felicidad ¿es posible? Yo creo que sí es posible, por el capitalismo es imposible. Por el socialismo es posible, es posible...”
HAY QUE REIVINDICAR LA VIDA, LA PAZ, LA FELICIDAD, no la muerte, la guerra y el sufrimiento.
9) 05/09/2012. Parque Ezequiel Zamora, El Calvario, Caracas, Parroquia Catedral, Municipio Libertador, Distrito Capital, Venezuela. Rueda de prensa del Candidato de la Patria Hugo Chávez con medios nacionales e internacionales
“¿Cómo fue que dijo Thomas Hobbes? “Leviatán”, el hombre, el lobo del hombre, ese es un debate de siglos, y más que debate un combate. ¿Es el hombre el lobo del hombre? ¿Es el hombre el lobo del hombre? ¿O es el hombre el hijo del hombre? Es un debate entre Cristo, los que creemos en Cristo, y todas las fuerzas de la oscuridad, llámense como se llamen, las fuerzas inhumanas ¿ves? Es una batalla de siglos, apasionante batalla.
¿Quién se impondrá al final? El hombre o el lobo del hombre. El hombre lobo, o el hombre, hombre; el hombre humano o el hombre salvaje. Esa es la batalla mis queridos periodistas, amigas y mis amigos, en esa batalla es que estamos ahí hoy más que nunca sembrados librando en este Planeta, en todo este Planeta, la batalla del hombre, la batalla de lo humano.”
Bueno lucharemos muy duro para que se imponga el hijo del hombre, la tesis humana, Cristo lo dijo así: “El hombre del Alfa y el Omega, el comienzo y el fin...” ¿ves?
DERROTEMOS todas las fuerzas del mal, la irracionalidad, la oscuridad, la batalla de lo humano y del planeta es la vigencia de la vida y de la esperanza.
Aquí queda en evidencia la coherencia del discurso de Chávez en materia de antropología, de concepción del ser humano y de la sociedad, así como en relación a la democracia, los derechos humanos y el poder constituyente originario.
¡Si hay una ruta para afrontar la crisis! ¡Qué sea el PUEBLO el que se pronuncie!
Contra la miseria social, contra el colapso económico, contra el despotismo en el manejo del poder, contra la intervención extranjera, contra el hambre, contra la guerra…
La ruta para resolver la crisis está en la Constitución…
Renovación y reinstitucionalización inmediata del CNE
¡Que sea el pueblo el dueño de su propio destino!
Referendo consultivo ya…
Por una salida política, democrática y electoral a la crisis del Estado y de la Nación