sábado, 23 de marzo de 2019

¿CHÁVEZ DISENTÍA DE HOBBES? SALIR DEL ESTANCAMIENTO DESTRUCTIVO: ¡QUÉ EL PUEBLO SE PRONUNCIE! …¡REFERENDO CONSULTIVO YA!


Javier Biardeau R
“No estoy yo imponiendo, como muchas veces ha ocurrido desde las cúpulas del poder, las decisiones fundamentales que marquen el camino de la Venezuela nueva. No, sencillamente le he convocado o le he pedido la opinión a todos los venezolanos.” Hugo Chávez
“Democracia porque tiene pueblo, porque la democracia sino tiene pueblo es igual a un río sin cauce, un río sin agua, un mar seco, sería la democracia sino tiene un contenido profundamente social de igualdad, de justicia y de visión humana, esa es la República a la que hago referencia en mis ideas fundamentales para la Constitución Bolivariana” Hugo Chávez
“…no queremos a Hobbes con su Leviatán, con su estado como maquinaria demoledora, hegemónica de la fuerza, el Estado como hegemón de la fuerza y del recurso armado para imponer, para esclavizar a los habitantes de un pueblo que merece libertad, no, no queremos el Leviatán de Hobbes”. Hugo Chávez
“Un Estado que no se quede en un fin en sí mismo, un Estado que deje de ser una maquinaria burocrática, demoledora, negadora de los derechos humanos fundamentales, todo lo contrario, cada hombre, cada institución, cada pequeño engranaje de la maquinaria del Estado debe palpitar solo y sólo en función de la justicia para un pueblo, de la igualdad, del trabajo, de la vivienda, de la educación, de la salud, de la libertad, de las ciencias y de las artes, para eso tiene que ser el Estado sino mejor sería no tener Estado.” Hugo Chávez
I. No al despotismo:
Mientras los post-chavistas olvidan a Chávez y lo recuerdan con mitos y consignas a favor del actual gobierno, omiten que éste último está basado mucho más en las sentencias del Despotismo Ilustrado[i] en contra del protagonismo del  titular del Poder Constituyente Originario, el Pueblo:
“Todo para el pueblo, nada (hecho) por el pueblo”.
Aunque su uso se extendió desde finales del siglo XVIII como lema del despotismo ilustrado y su “paternalismo político”, aquellos herederos de Hobbes se opusieron firmemente al protagonismo y la intervención del pueblo en los asuntos políticos.
II- Cuando Bolívar y Chávez exigieron: Confiemos en el tino del pueblo en las grandes resoluciones.
Consideramos que un gobierno que se niega a consultar directamente al pueblo su decisión sobre el actual conflicto entre poderes (Ejecutivo y Legislativo), se comporta mucho más cerca de aquella consigna, colocándose de espaldas a los planteamientos de Simón Bolívar y de Hugo Chávez en momentos decisivos de la vida Republicana.
Decía Bolívar citado por Chávez[ii]:
(03/06/2004. Mensaje a la Nación del Comandante Presidente Hugo Chávez sobre referendum revocatorio. Concentración frente al Palacio de Miraflores. http://todochavez.gob.ve/todochavez/1089-mensaje-a-la-nacion-del-comandante-presidente-hugo-chavez-sobre-referendum-revocatorio-concentracion-frente-al-palacio-de-miraflores):
“Pero yo les voy a leer a todos ustedes esto que Bolívar pensaba y decía sobre nosotros, su pueblo y la democracia, leo:
“Nada es tan conforme con las doctrinas populares, como consultar la Nación en masa sobre los puntos capitales en que se fundan los Estados, las leyes fundamentales y el magistrado supremo. Todos los particulares están sujetos al error o a la seducción (oigan bien, oigan bien) todos los particulares están sujetos al error o a la seducción, pero no así el pueblo, que posee en grado eminente la conciencia de su bien y la medida de su independencia. De este modo su juicio, el del pueblo, es puro; su voluntad fuerte y por consiguiente nadie puede corromperlo ni menos intimidarlo. Yo tengo pruebas irrefutables del tino del pueblo en las grandes resoluciones, y por eso es que siempre he preferido sus opiniones a la de los sabios”.
2) 24/04/1999. Palacio de Miraflores, Parroquia Catedral, Municipio Libertador, Caracas, Distrito Capital, Venezuela. Alocución al Pueblo Venezolano del Comandante Presidente Hugo Chávez Frías Invitándolo al Referéndum para convocar la Asamblea Constituyente. http://todochavez.gob.ve/todochavez/3271-alocucion-al-pueblo-venezolano-del-comandante-presidente-hugo-chavez-frias-invitandolo-al-referendum:
“Recordemos aquella frase que repetíamos tantas veces en la campaña electoral y que, por cierto, fue la frase con la que comencé mi discurso de Toma de Posesión en el Congreso Nacional hace hoy ochenta días. Aquella frase de Simón Bolívar, el Padre de la Patria y quien es el timón y es el guía de este proceso de transformación revolucionaria en democracia y en paz. Aquella frase del Congreso de Angostura, oigámosla de nuevo, reflexionémosla de nuevo y sintámosla, todos y cada uno de nosotros en este momento de nuestra Historia.
Bolívar lo dijo así: "Dichoso el ciudadano que bajo el Escudo de las Armas de su mando, convoca la soberanía nacional para que ejerza su voluntad absoluta".
Yo, hoy, me siento de verdad un ciudadano dichoso porque me ha permitido esta vida y especialmente ustedes con su decisión del pasado 6 de diciembre, venir aquí amparado por el poder que ustedes me han dado, por las armas de la verdad y la razón que el pueblo me ha dado, a convocarlos a ustedes mismos. No estoy yo imponiendo, como muchas veces ha ocurrido desde las cúpulas del poder, las decisiones fundamentales que marquen el camino de la Venezuela nueva. No, sencillamente le he convocado o le he pedido la opinión a todos los venezolanos.”[iii]
III.- Agenda mínima para afrontar la grave e inédita crisis.
Para resolver la gravísima e inédita crisis del Estado, de la Nación y de viabilidad socio-económica del país, el Gobierno de Maduro y los dirigentes de la Asamblea Nacional deben escribir un millón de planas sobre su cuerpo, mente y corazón con la siguiente inscripción:
“No estoy yo imponiendo, como muchas veces ha ocurrido desde las cúpulas del poder, las decisiones fundamentales que marquen el camino de la Venezuela nueva. No, sencillamente le he convocado o le he pedido la opinión a todos los venezolanos.” Hugo Chávez
Es urgente una decisión que rompa el estancamiento destructivo y el escalamiento que está llevando a toda la Nación a la ruina material y moral. Tanto el poder ejecutivo como el poder legislativo tienen la solución en sus manos: ¡Que sea el pueblo el árbitro que decida!
Esta decisión pasa por crear todas las condiciones institucionales necesarias y suficientes para convocar un referendo consultivo que afronte la crisis entre el poder ejecutivo y el poder legislativo nacional, entre las cuales está la renovación del CNE y garantizar de manera inquebrantable la confianza en los procesos electorales y de consulta popular.
Proponemos una agenda mínima de seis puntos, sin descartar otros elementos:
1) Restitución de la vigencia y efectividad de la Constitución con base a los artículos 7 y 333 de la misma.
2) Defensa indeclinable de los Derechos Humanos y del pluralismo político, de los derechos políticos y sus garantías, como fundamento de la convivencia democrática y de la paz social, con base al artículo 2 y 132 de la Constitución.
3) Ratificación de la soberanía popular directa y de la democracia participativa, pues todos los órganos del Estado emanan de la soberanía popular y a ella están sometidos, tal como dicta el artículo 5, 62, 70 y 71 de nuestra Carta Magna.
4) Indeclinable defensa de la independencia, la libertad, la soberanía, la inmunidad, la integridad territorial, la autodeterminación nacional y la geografía venezolana como “zona de paz” contra cualquier forma de injerencia e intervención extranjera, sobremanera una intervención militar, en concordancia con la resolución pacífica de controversias y del conflicto político interno en el marco del derecho internacional público, tal como dicta nuestra Constitución y los tratados internacionales vigentes.
5) Afrontar de manera urgente e inmediata todas las decisiones necesarias para asumir acciones eficaces para la superación de la emergencia social, humanitaria, ambiental y de los pueblos indígenas.
6)  Afrontar de manera urgente e inmediata todas las decisiones necesarias para abordar un programa de emergencia económica del país,  con especial concordancia con el artículo 299 de la Constitución vigente.
La frase del despotismo: “Todo por el pueblo, pero sin el hacer efectivo del pueblo” implicaba que el gobierno realizaba supuestas medidas para el "pueblo", o para lo que consideraba su mejora; pero las decisiones eran tomadas por pequeños cogollos políticos sin la participación directa ni la intervención protagónica del pueblo.
De modo que los teóricos del gobierno representativo algo tienen que ver con el Despotismo Ilustrado y con los fundamentos hobbesianos del vínculo de obligación política, quizás con la diferencia de que saben disfrazar y vender su “absolutismo político” (¡Permítame Gobernar por usted!)
IV.- Para salir del laberinto del conflicto de poderes. Salir de Hobbes, estudiar a Chávez.
Vale la pena dedicarse al concepto estratégico de Chávez en materia de Estado y poder constituyente originario para no extraviarse por completo en más laberintos.
Hablamos de estancamiento destructivo y escalada destructiva porque el juego de imposición entre poder ejecutivo y poder legislativo (conflicto de poderes) desplegado desde finales de 2015 está día a día destruyendo al país y destruyendo lo que llaman “factores existenciales” del Estado Venezolano: su territorio, sus recursos, su población y sus instituciones Republicanas.
Chávez mencionó a Hobbes en 9 oportunidades desde 1998 en intervenciones diversas y lo reflejaremos cronológicamente:
1) 06/12/1998. Rueda de Prensa del Comandante Presidente Hugo Chávez resultados de las Elecciones Presidenciales del 6 de diciembre de 1998:
 “Allí están esos niños abandonados a la buena de Dios y también del diablo, porque el diablo anda suelto decía mi abuela Rosa Inés, la madre de mi padre que en paz descanse. “El diablo anda suelto, Hugo Rafael, tenga cuidado, siempre anda suelto el diablo”. Entonces esos niños que duermen bajo los puentes, que están abandonados, para que ellos sobrevivan, algunos piensan que no, que no tienen escuela, sí tienen escuela, la escuela de la delincuencia muchas veces, y paran en el narcotráfico, en el hampa organizada, en las pandillas que asaltan, que roban y también matan, porque muchas veces andan armados para sobrevivir.
Entonces allí hay que atacar a fondo las raíces del problema, son sociales, “el hombre no es el lobo del hombre”, yo me resisto, yo no pienso como Hobbes; pienso como Cristo más bien, “el hombre es la esperanza del hombre”, “el hombre es el comienzo y es el fin”. Esos niños son buenos, ellos no son malos, sencillamente nosotros somos los culpables también, asumamos nuestra culpa, yo de primero, seré el primer culpable si hay niños abandonados en Venezuela.”
Aquí declaramos: La MISERIA SOCIAL debe ser desterrada de la Nación Venezolana.
2) 05/08/1999. Intervención del Comandante Presidente Hugo Chávez Frías, en la Asamblea Nacional Constituyente:
“La República Bolivariana, que pido se declare así, abre los brazos de paz, de hermandad, pero de firmeza y respeto a todos los pueblos, naciones y gobiernos del universo mundo. Estamos sembrándonos en un nuevo mundo, en un nuevo siglo, con dignidad, con altura, con soberanía. República Bolivariana y soberana, libre y democrática, pero verdaderamente democrática, sin engaño, sin farsa, sin discursos retóricos, huecos y vacíos.
Democracia porque tiene pueblo, porque la democracia sino tiene pueblo es igual a un río sin cauce, un río sin agua, un mar seco, sería la democracia sino tiene un contenido profundamente social de igualdad, de justicia y de visión humana, esa es la República a la que hago referencia en mis ideas fundamentales para la Constitución Bolivariana, pero más allá del pueblo y su concepto, más allá de la nación y su concepto dialéctico con la práctica y más allá de la República con su concepto y su praxis, también agregamos aquí una visión del Estado y ustedes verán cuando revisen esto, esta es la primera parte, falta una segunda parte para recoger algunos otros capítulos complementarios, pero creo que esto puede ser esencial para que ustedes consideren en sus primeras deliberaciones.
Aquí se recoge también, después del concepto social y en el concepto del Estado porque estamos saliéndole al paso a Hobbes, no queremos a Hobbes con su Leviatán, con su estado como maquinaria demoledora, hegemónica de la fuerza, el Estado como hegemón de la fuerza y del recurso armado para imponer, para esclavizar a los habitantes de un pueblo que merece libertad, no, no queremos el Leviatán de Hobbes, preferimos a Platón y su República, preferimos a Bolívar y un Estado orientado a la justicia que es el fin último al que puede orientarse la acción de un Estado democrático, podrán ustedes ver aquí cómo se recoge ese concepto, importante recogerlo y sembrarlo en tierra fértil y la tierra está fértil para la siembra que vuelve con la lluvia de pueblos.
Un Estado que no se quede en un fin en sí mismo, un Estado que deje de ser una maquinaria burocrática, demoledora, negadora de los derechos humanos fundamentales, todo lo contrario, cada hombre, cada institución, cada pequeño engranaje de la maquinaria del Estado debe palpitar solo y sólo en función de la justicia para un pueblo, de la igualdad, del trabajo, de la vivienda, de la educación, de la salud, de la libertad, de las ciencias y de las artes, para eso tiene que ser el Estado sino mejor sería no tener Estado; pero concebimos el Estado como una necesidad, nos alejamos de Hobbes, pero también de Marx cuando decía que no hacía falta el Estado. Sí, hace falta el Estado. Nos alejamos de los neoliberales que pretenden minimizar al Estado y he allí otro concepto fundamental de ideología bolivariana en contra del dogma neoliberal: queremos y necesitamos un estado suficientemente fuerte, suficientemente capaz, suficientemente moral, suficientemente virtuoso para impulsar la República, para impulsar al pueblo y para impulsar a la Nación, asegurando la igualdad, la justicia y el desarrollo del pueblo. Ese estado bolivariano lo recojo aquí, en estas ideas fundamentales para lo que pudiera ser la Constitución Bolivariana de la V República.”
LECCIÓNES imprescindibles de Chávez frente a quienes se han extraviado en materia de conducción del Estado, en materia de Democracia y Derechos Humanos.
3) 14/08/2005. Tribunal Internacional Antiimperialista en el marco del XVI Festival Mundial de la Juventud y los Estudiantes
“Ahora, permítame señor presidente, magistrados del tribunal, fiscales, fiscala, decir lo siguiente ya desde mi alma: Yo y nosotros, estoy seguro, creemos profundamente en la especie humana, nunca, nunca he compartido la tesis de Thomas Hobbes, del hombre como lobo del hombre, del Leviatán; más bien comparto la tesis de Cristo el Redentor: “El hombre es Alfa y el Omega (el comienzo y el fin)”. El comienzo y el fin.
Y allí podríamos agregar aquella tesis de Ernesto Guevara, el infinito Che, cuando dijo: “El revolucionario es el escalón más alto de la especie humana”. Nosotros los revolucionarios.
Ahora, sólo que debemos demostrarlo. Demostremos que la tesis de lobo del hombre no se va a imponer, demostremos que sí es mejor ser inteligente que ser estúpido, demostremos que es mejor un ser humano que una cucaracha, demostrémoslo colocándonos todos en el escalón más alto de la especie humana, seamos revolucionarios y cambiemos al mundo.”
DEMOSTRACIÓN  de HUMANISMO REVOLUCIONARIO: creer profundamente en la especie humana, en los valores de vida, justicia y paz.
4) 20/03/2009. Entrevista al Comandante Presidente de la República Bolivariana de Venezuela Hugo Chávez, por la Agencia de Noticias Al Jazeera:
“En fin, por eso te digo, uno va aprendiendo. Libros. Yo por ejemplo he leído mucho a Stiglitz, Joseph Stiglitz, ha venido aquí, y le sigo con atención sus escritos. ¿Tú sabes a quién leí yo mucho, y lo seguiré leyendo? Un economista norteamericano, que murió hace poco, que por cierto ahí se equivocaron en Estados Unidos, los medios de comunicación, y entonces trataron de ridiculizarme diciendo que yo había matado a Chomsky, que yo había hablado de la muerte de Chomsky; no, yo estaba hablando era de John Kenneth Galbraith, que había muerto en esos meses antes.
¡Galbraith, Galbraith! Y sobre todo sus últimos escritos, sus últimos escritos. Hay un librito así de Galbraith, que vale oro, es como su testamento: La economía del fraude inocente. Escrito ya cuando tenía 90 y tantos años, un poco antes de morir.
Entonces no son en verdad profecías, yo creo que es la ciencia, el estudio científico de la crisis, que además es una crisis terminal de civilización. Yo incluso he retomado por allí, de cuando en cuando, aquella frase dilemática de Rosa Luxemburgo: “Socialismo o barbarie”. Y la barbarie la estamos viendo ya, no es que es una amenaza la barbarie, está presente la barbarie, el hambre, las guerras, el genocidio, la miseria, toda esta crisis, eso es una barbarie terrible ¿eh?
Entonces tú me dices, que qué consejo: el socialismo. Yo hace poco decía: “Ojalá Obama tome el camino del socialismo”. A los pocos días él respondió, le preguntaron: “Mire, ¿qué tal? Dijo: “No, no, yo no soy socialista”. Está tomando más bien medidas como keynesianas ¿no?, o roosevelianas, del New Deal, pero se mantiene en el marco del capitalismo.
Ahora yo creo que el mundo va hacia el socialismo, y ese rumbo hacia el socialismo lo impondrán, no dependerá de la voluntad de Hugo Chávez ni de Fidel Castro, ni de Evo Morales, nuestro amigo, común amigo; ni de Rafael Correa, dependerá de la fuerza que desaten los procesos de la propia historia.
Mira, yo no creo, como Hobbes, que el hombre es el lobo del hombre, aun cuando habría bastantes razones para creerlo. ¿Tú no crees?
Pero yo más bien creo que como Cristo, el hombre es la esperanza del hombre. No creo que nacimos nosotros para acabar este planeta, o para acabarnos entre nosotros; creo que nacimos para algo grande, y ese algo grande, bueno, apenas ha habido destellos en estos miles de años de historia humana, de lo que el ser humano es capaz de hacer. Lo sublime, lo más sublime del alma humana tiene que —la poesía, la canción, el amor—imponerse en el mundo, algún día. Y ojalá sea este el inicio de la era del amor, de la era de la poesía, de la era de la felicidad, de la era de la paz, de la justicia. Y eso se llama socialismo.”
El hombre es la ESPERANZA del hombre. No nacimos nosotros para acabar este planeta, o para acabarnos entre nosotros. Si la meta de Chávez fue el socialismo, el camino es la profundización de la democracia, no su demolición. Medidas económicas de justicia social. La economía al servicio de la  CALIDAD DE VIDA de las personas, de los trabajadores y trabajadoras, del pueblo.
5) 11/09/2009. Declaraciones del Comandante Presidente Hugo Chávez a su llegada al hotel Villa Magna
“Si, sepan exactamente lo que está pasando en este mundo, porque hay una gran campaña mediática dirigida a tu mente, a tu mente, a tu mente y a los espíritus de millones de españoles y españolas y de europeos, tratando de pintarles el mundo al revés, entonces los que andamos luchando por una democracia verdadera, nos llaman “Tiranos”, ah bueno está bien somos tiranos y muchos tiranos los llaman “Demócratas”, nos llaman terrorista, nos llaman el eje del mal, bueno eso es parte de la lucha de ideas.
Yo que creo en el ser humano, creo, me juego la vida por el ser humano, Cristo decía “el hombre es el alfa y el omega, el comienzo y el fin” no yo no creo como Hobbes que el hombre es el lobo del hombre, estaríamos condenados entonces no habría esperanza, yo creo como Cristo en que el hombre, o como Nietzsche el superhombre, decía Nietzsche el superhombre es el puente entre el animal y Dios, aunque él no creía en Dios, pero hablaba de un Dios el superhombre, o el Che más bien menos complicado que Nietzsche más claro, más nuestro, más cercano, el Che revolucionario, el escalón más alto de la especie humana, como ustedes que son revolucionarios y se lo veo en los ojos, eso es lo que te puedo responder.”
La esperanza reside en el ser humano como BIEN SUPERIOR.
6) 16/12/2009. Mensaje a la Nación del Comandante Presidente Hugo Chávez desde Copenhague
“Bien, yo quería hacer estos comentarios desde Copenhague saludando a Venezuela, no quiero extenderme más de lo previsto desde Copenhague aquí en el Reino de Dinamarca, en el medio de esta intensa agenda, de un evento que es el evento geopolítico, el evento político más importante de los últimos doscientos años, yo creo que está ocurriendo acá y que no termina aquí en Copenhague, no, no, yo invito a ti compatriota, que me ves, a ti que me oyes, a ustedes hermanas y hermanos de Venezuela y más allá de otras partes del mundo, yo creo Nicolás que Copenhague es apenas el comienzo, Copenhague es el comienzo de una batalla y es el objetivo es salvar la vida humana en este planeta, salvar la vida humana, eh, la lucha por el restablecimiento de los equilibrios perdidos del clima, de la atmósfera y para ello insistimos, necesario es cambiar el sistema capitalista y transitar hacia el socialismo. Nosotros lo decimos con mucha firmeza y lo creemos profundamente y está más que demostrado científicamente, ahí estaba citando el libro de este escritor francés, este libro, este libro me lo obsequió Ramonet, muy bien, gracias Ignacio, Cómo los ricos destruyen el planeta, conocí al señor Hervé Kempf, estuvo saludándonos allí, ojalá podamos conversar con él, ve, cómo los ricos, cómo el modelo lo que llama nuestro amigo Itsvan Meszaros, el sistema metabólico social de control del capital encarnado en el capitalismo como método de explotación del hombre y de la naturaleza tiene muchas contradicciones insalvables, una de ellas es la destrucción del planeta, la destrucción de la vida, por eso convéncete tú, hermano si tienes dudas, convéncete tú hermana si todavía dudas, aseguremos el futuro para nuestros hijos, para nuestros nietos, ya no para nosotros, para las futuras generaciones, para que haya vida en este planeta per sécula seculorum, porque oye qué triste sería aceptar al final que la especie humana fue transitoria, ha habido muchas especies, millones de especies en este planeta que vivieron y desaparecieron, los dinosaurios por ejemplo, nosotros también estaremos destinados a extinguirnos, no yo creo que no, yo, cristiano, como dice Fidel, también marxista-cristiano creo en Cristo el que vino y nació en el pesebre hace 2 mil cuánto, dos mil y tantos años, bueno, Cristo, bueno 2009 años, 2009 años, va a cumplir Cristo 2009 años, entonces él vino a anunciar el Reino de Dios aquí en la Tierra y él lo dijo, el hombre es el Alfa y el Omega, el hombre, siempre he creído, es la esperanza del hombre, del ser humano, no podemos ser como Hobbes dijo, el lobo del hombre, nosotros mismos, el lobo del hombre, no, es tiempo, es tiempo aún, no es tarde todavía para salvar a la humanidad.”
No se puede luchar por la vida humana sin luchar por la vida del planeta. ¡No a la destrucción de la naturaleza!
7) 22/04/2010. Intervención del Comandante Presidente Hugo Chávez durante acto de clausura de la Conferencia Mundial de los Pueblos sobre el Cambio Climático y los Derechos de la Madre Tierra-Bolivia
En América Latina y el Caribe, en Asia incluso en Norteamérica, incluso en los Estados Unidos hay muchas corrientes que van despertando en los pueblos del Norte, en las naciones del Norte las sociedades van despertando porque la crisis es un gran despertados de la historia y la crisis está sonando por todos lados y yo tengo la certeza de que el hombre no es el lobo del hombre como Hobbes, sino que el hombre más bien como decía Cristo es la esperanza del hombre, la humanidad es la esperanza de la humanidad.
El hombre no es el lobo del hombre como Hobbes, sino que el hombre es la esperanza del hombre, la humanidad es la esperanza de la humanidad, así también lo señalan las corrientes espirituales progresistas.
8) 30/03/2011. Intervención del Comandante Presidente Hugo Chávez durante visita a la Facultad de Medicina de la Universidad de la República, en la República Oriental del Uruguay
“Hay gente que dice, bueno, hay gente que se ha atrevido a decir incluso, yo no lo creo, no quiero creerlo, de que la especie humana ha podido ser un error de la naturaleza. Un poco como Hobbes, el Leviatán. Yo, revolucionario y cristiano porque lo soy creo en Cristo el revolucionario, más bien me aferro a eso: Cristo, el hombre es la esperanza del hombre, lo humano es la esperanza de lo humano, nosotros somos pues o cargamos por dentro la propia esperanza de nuestra redención. El hombre no pudo haber aparecido en esta Tierra, la humanidad, la especie humana para acabarse ella misma sino para reivindicar la vida, la paz, la felicidad ¿es posible? Yo creo que sí es posible, por el capitalismo es imposible. Por el socialismo es posible, es posible...”
HAY QUE REIVINDICAR LA VIDA, LA PAZ, LA FELICIDAD, no la muerte, la guerra y el sufrimiento.
9) 05/09/2012. Parque Ezequiel Zamora, El Calvario, Caracas, Parroquia Catedral, Municipio Libertador, Distrito Capital, Venezuela. Rueda de prensa del Candidato de la Patria Hugo Chávez con medios nacionales e internacionales
“¿Cómo fue que dijo Thomas Hobbes? “Leviatán”, el hombre, el lobo del hombre, ese es un debate de siglos, y más que debate un combate. ¿Es el hombre el lobo del hombre? ¿Es el hombre el lobo del hombre? ¿O es el hombre el hijo del hombre? Es un debate entre Cristo, los que creemos en Cristo, y todas las fuerzas de la oscuridad, llámense como se llamen, las fuerzas inhumanas ¿ves? Es una batalla de siglos, apasionante batalla.
¿Quién se impondrá al final? El hombre o el lobo del hombre. El hombre lobo, o el hombre, hombre; el hombre humano o el hombre salvaje. Esa es la batalla mis queridos periodistas, amigas y mis amigos, en esa batalla es que estamos ahí hoy más que nunca sembrados librando en este Planeta, en todo este Planeta, la batalla del hombre, la batalla de lo humano.”
Bueno lucharemos muy duro para que se imponga el hijo del hombre, la tesis humana, Cristo lo dijo así: “El hombre del Alfa y el Omega, el comienzo y el fin...” ¿ves?
DERROTEMOS todas las fuerzas del mal, la irracionalidad, la oscuridad, la batalla de lo humano y del planeta es la vigencia de la vida y de la esperanza.
Aquí queda en evidencia la coherencia del discurso de Chávez en materia de antropología, de concepción del ser humano y de la sociedad, así como en relación a la democracia, los derechos humanos y el poder constituyente originario.
¡Si hay una ruta para afrontar la crisis! ¡Qué sea el PUEBLO el que se pronuncie!
Contra la miseria social, contra el colapso económico, contra el despotismo en el manejo del poder, contra la intervención extranjera, contra el hambre, contra la guerra…
La ruta para resolver la crisis está en la Constitución…
Renovación y reinstitucionalización inmediata del CNE
¡Que sea el pueblo el dueño de su propio destino!
Referendo consultivo ya…
Por una salida política, democrática y electoral a la crisis del Estado y de la Nación




miércoles, 20 de marzo de 2019

¿Y POR DÓNDE COMENZAR? ¡POR EL DESEO DE LIBERTAD E INDEPENDENCIA! ETIENNE DE LA BOITIÉ EN CLAVE DE IZQUIERDA Y PROCESO BOLIVARIANO.


Javier Biardeau R.


“Sin embargo, si un país no consintiera dejarse caer en la servidumbre, el tirano se desmoronaría por sí solo, sin que haya que luchar contra él, ni defenderse de él. La cuestión no reside en quitarle nada, sino tan sólo en no darle nada.” Etienne de la Boétie

Hay quienes señalan que los comienzos pueden generar la apariencia de una arbitrariedad. El método de exposición pareciera ir a contravía del método de investigación. Sin embargo, hablamos de puntos de partida porque queremos establecer bases y principios para un debate político abierto con implicaciones.
I.- El peligro de enajenar la Independencia:
En la presente coyuntura, son tan graves las implicaciones de ceder ante la posibilidad de enajenar las ideas mismas de Independencia, Autodeterminación y Soberanía, que comenzamos en un reciente texto (1) por citar el art. 1 de la Constitución Política del Estado Venezolano. Aquí volvemos a reiterarlo:
“Artículo 1. La República Bolivariana de Venezuela es irrevocablemente libre e independiente y fundamenta su patrimonio moral y sus valores de libertad, igualdad, justicia y paz internacional en la doctrina de Simón Bolívar, el Libertador.
Son derechos irrenunciables de la Nación la independencia, la libertad, la soberanía, la inmunidad, la integridad territorial y la autodeterminación nacional.”
Ahora bien, el primer problema de fondo es poner en riesgo la existencia misma del Estado Venezolano (que pudiera incluso llevarnos a la necesidad de atravesar críticamente tal mediación política).
Pero además hay algo todavía más profundo: lo que está en severo riesgo es la existencia misma de la Nación y de la sociedad venezolana como Comunidad Política. Si perdemos de vista el terreno constitutivo de la comunidad política definida como una sociedad democrática, participativa y protagónica, multiétnica y pluricultural, con pluralismo político, fundamentada en una visión principista y progresiva de los derechos humanos como fundamento de la convivencia democrática y de la paz social, estamos perdiendo mucho más que una forma de Estado.
Hay quienes suponen que los pueblos, las sociedades, los grupos humanos, solo pueden obtener una figura de representación y existencia política si solo adoptan la forma de Estados soberanos.
Sin embargo, por los momentos y dado el carácter del sistema histórico internacional de poder en el que nos movemos: de su metabolismo social y político como sistema mundo moderno-colonial capitalista, conviene no perder de vista que las comunidades políticas requieren de la mediación del Estado para reclamar su derecho a la existencia social, para defenderse de las ambiciones de otros Estados que pretenden conquistar, “depredar” o disolver a otros Estados, pueblos y naciones, para ejercer el control sobre territorios, recursos, poblaciones e instituciones.
En una primer texto intentamos despejar la incógnita de algunas razones y pasiones que llevaron a nuestro Libertador Simón Bolívar, a elegir entre los diversos “espíritus de la leyes” para organizar el Poder del Estado, al que correspondería el Gobierno Republicano. De allí la importancia fundacional del Discurso de Angostura(2). Esto nos lleva a preguntarnos:
¿Y por qué no una Monarquía, y por qué no un Despotismo, y por qué no permanecer como una colonia de ultramar, y por qué no convertirnos es un simple “patio trasero” bajo la convencional teoría de los líderes políticos de los EE.UU?
En 1811, en Venezuela se estableció una “decisión política fundamental”, que pasó a formar parte no de la voluntad de Uno, sino de la voluntad política de los miembros de la Junta Patriótica, cuando fue más allá de los discursos, representaciones e imaginarios iniciales (y oficiales) sobre el 19 de abril de 1810: escogimos ser una República Independiente y Soberana.
Es decir, se trató de una decisión política de un cuerpo colectivo para dar bases a la edificación de una comunidad política, lo cual implicaba toda una lógica de identificación política en el cuadro de una sociedad abigarrada cruzada por diversos conflictos: sociales, étnicos, culturales, económicos y políticos(3); y desde tal cuadro histórico, afrontar la construcción de una identidad política como quedó parcialmente expresado en la Carta de Jamaica. 
Lo que observamos hoy día, bajo la actuación del juego de actores políticos y sociales predominantes, es la declinación y el deslave (en algunos sectores del país) de tal lógica de identificación, aparentemente presentando un cartel que dicta: ¡Se solicita Libertador Extranjero!
En nombre hoy de una particular visión del proceso de Globalización, de una particular visión del “concierto de las naciones libres”, o de una particular visión de la disputa geopolítica, se está siendo capaz de ir legitimando y sedimentando una narrativa y un imaginario en la cual los asuntos políticos internos de la Sociedad Venezolana sólo pueden y tienen que ser decididos por otros Estados, reinstalando una suerte de remix de la Guerra Fría sin “campo socialista” y escenarios con opciones militares de intervención militar extranjera.
De este modo aparece una internacionalización del conflicto político interno venezolano fuera del marco de la resolución pacífica de controversias establecida en el derecho internacional público, así como en la Carta de las Naciones Unidas. Como si no fuera grave ya cualquier estrategia de injerencia política y económica encubierta con fines de desestabilización, ahora se habla abiertamente de opciones militares con total cinismo. Y lo peor, sectores enteros de la sociedad venezolano van asimilando la legitimidad de una intervención de semejante naturaleza.
De allí la importancia de volver a citar algunas palabras del Discurso de Simón Bolívar en el Congreso de Angostura en 1819:
“Las reliquias de la dominación Española permanecerán largo tiempo antes que lleguemos a anonadarlas: el contagio del Despotismo ha impregnado nuestra atmósfera, y ni el fuego de la guerra, ni el específico de nuestras saludables Leyes, han purificado el aire que respiramos. Nuestras manos ya están libres, y todavía nuestros corazones padecen de las dolencias de la servidumbre. El hombre, al perder la Libertad, decía Homero, pierde la mitad de su espíritu”.
¿Acaso nuestras mentes, cuerpos y corazones ya están libres? ¿O todavía padecen de las dolencias de la servidumbre hacia el Despotismo y/o el Colonialismo?
II.- Liberarse del Coloniaje, liberarse del Despotismo:
Doble tarea pendiente: 1) Liberación del coloniaje (mental y político) con cualquier centro de poder extranjero, 2) Liberación del despotismo como fórmula política de organización del Estado en sus relaciones y mediaciones con la comunidad política y la sociedad, con el pueblo y la Nación.
Hoy sabemos que el coloniaje presenta múltiples atributos y expresiones, o para decirlo de otro modo, presenta variadas “sustancias y formas del contenido” conjuntamente con determinadas “sustancias y formas de la expresión”. Es contenido (mundo de las prácticas y de la experiencia) y expresión (mundo del discurso y de los códigos).
Quizás hoy el colonialismo económico y político se ha transfigurado, en primer lugar, como relación de dependencia económica e intercambio desigual; y en segundo lugar, como reconocimiento político formal.
Sin embargo el coloniaje está arraigado, se ha sedimentado en profundos modos de articulación-combinación de los agenciamientos, dispositivos y aparatos que intervienen en la configuración de nuestra experiencia e intimidad, y de nuestra modo de representarla mediante el discurso, con base a un inconsciente político-social (Extimidad) que ha dado lugar no sólo a un discurso-lazo capitalista global, sino a un tipo muy débil y acomodaticio de discurso-lazo democrático-representativo, que está atravesado por múltiples espacios de naturalización de la centralidad de viejas figuras del Leviatán (“Pues a los muchos les destina no poder gobernarse, mientras a los pocos les destina naturalmente que gobiernen”).
III.- Los manuales de la guerra fría como obstáculos e inercias con las cuáles hay que romper:
Quizás nada sea problemático hoy que levantar las banderas de la democracia participativa y protagónica y de una revolución democrática permanente en una polarización que pretende colocar las viejas opciones de la guerra fría: O democracia representativa vaciada de protagonismo popular o “democracia popular de partido único”. O la democracia made in USA(4) o la democracia de catecismos de “marxismo soviético”.
Desde la naturalización de la existencia misma del Estado (la consigna-Hobbes) hasta llegar a la naturalización de cualquier “estado de excepción y de seguridad” (razones de Estado), hasta pasar por los extremos del “Terrorismo de Estado”, actualmente se naturaliza la suspensión y reversión indefinida de los derechos históricamente conquistados de las personas, grupos, comunidades y pueblos en sus luchas por democratizar el poder. De este modo, el Estado de excepción se ha hecho Regla.
Los términos: Tiranía, Dictadura, Autocracia, Pos-democracia comienzan a ser ofertas de sentido en aras de la “tranquilidad pública” y el “funcionamiento eficiente” del metabolismo social hegemónico.
Incluso en este terreno, el socialismo burocrático real funcionó históricamente para legitimar una determinada estructura de mando-autoridad-coerción del Capitalismo de Estado (Bettelheim dixit), en el contexto de una cada vez más internacionalizada estructuración del capitalismo mundial integrado con sus flujos de valorización-acumulación de plus-valores transnacionales.
Es en este último contexto donde aún se debaten los ritornelos sobre “socialismos en un solo país”, “diputa de campos” e incluso la nueva nomenclatura de la “multipolaridad” en el imperialismo colectivo, todo en el marco de un sistema que sigue siendo en lo fundamental mundialización del capital(5) en el siglo XXI.
Por supuesto, todo esto nos lleva de nuevo a examinar el ideario de Bolívar en su contexto del siglo XIX, bajo el prisma del espíritu y circunstancias de su tiempo, pero a la vez a examinar si el paso de los siglos puede llevar a una sociedad a renunciar a su deseo de Independencia y Libertad.
Mucho antes que la revolución democrática de 1848 en Europa, conviene no perder de vista las ideas-fuerza de Bolívar donde expone sus proyectos constitucionales; su concepto de la independencia y de la democracia; sus iniciativas en pro de la libertad y la igualdad social establecida; su lucha contra el peculado y la corrupción administrativa; sus ideas sobre el poder moral; su decidida promoción de la educación y la cultura; su visión americanista y universal; su repudio de la esclavitud y de la mita; su lucha por preservar el patrimonio minero, forestal y los patrimonios naturales no renovables, en general; sus medidas en pro de la defensa de la soberanía nacional; su protección a la agricultura y a la industria, etc.
En fin, Simón Bolívar quería edificar una Nación que no estuviera envilecida ni que promoviera una forma degradada de anti-desarrollo:
“El sistema de Gobierno más perfecto es aquel que produce mayor suma de felicidad posible, mayor suma de seguridad social y mayor suma de estabilidad política.”
“Un Gobierno Republicano ha sido, es y debe ser el de Venezuela; sus bases deben ser la Soberanía del Pueblo, la división de los Poderes, la Libertad civil, la proscripción de la Esclavitud, la abolición de la Monarquía y de los privilegios. Necesitamos de la igualdad para refundir, digámoslo así, en un todo, la especie de los hombres, las opiniones políticas y las costumbres públicas.”
De modo que existe proceso político bolivariano, porque todavía hoy no podemos tratar a Bolívar como un panteón marmolizado y petrificado en una historia monumental para la épica de las conmemoraciones, ni tampoco como a un “perro muerto”.
Tampoco el ideario de Bolívar sirve para legitimar el entreguismo o el despotismo, o para edulcorar toda la apología de desfiguraciones de un mal gobierno.
Adicionalmente, el leitmotiv de Chávez sobre la fórmula del Estado (Democrático y Social de Derecho y de Justicia), en contra de las tesis de Hobbes, quedó claramente establecido en su discurso ante la Asamblea Nacional Constituyente el 5 de agosto de 1999(6):
“Aquí se recoge también, después del concepto social y en el concepto del Estado porque estamos saliéndole al paso a Hobbes, no queremos a Hobbes con su Leviatán, con su estado como maquinaria demoledora, hegemónica de la fuerza, el Estado como hegemón de la fuerza y del recurso armado para imponer, para esclavizar a los habitantes de un pueblo que merece libertad, no, no queremos el Leviatán de Hobbes, preferimos a Platón y su República, preferimos a Bolívar y un Estado orientado a la justicia que es el fin último al que puede orientarse la acción de un Estado democrático, podrán ustedes ver aquí cómo se recoge ese concepto, importante recogerlo y sembrarlo en tierra fértil y la tierra está fértil para la siembra que vuelve con la lluvia de pueblos.
Un Estado que no se quede en un fin en sí mismo, un Estado que deje de ser una maquinaria burocrática, demoledora, negadora de los derechos humanos fundamentales, todo lo contrario, cada hombre, cada institución, cada pequeño engranaje de la maquinaria del Estado debe palpitar solo y sólo en función de la justicia para un pueblo, de la igualdad, del trabajo, de la vivienda, de la educación, de la salud, de la libertad, de las ciencias y de las artes, para eso tiene que ser el Estado sino mejor sería no tener Estado; pero concebimos el Estado como una necesidad, nos alejamos de Hobbes, pero también de Marx cuando decía que no hacía falta el Estado. Sí, hace falta el Estado. Nos alejamos de los neoliberales que pretenden minimizar al Estado y he allí otro concepto fundamental de ideología bolivariana en contra del dogma neoliberal: queremos y necesitamos un estado suficientemente fuerte, suficientemente capaz, suficientemente moral, suficientemente virtuoso para impulsar la República, para impulsar al pueblo y para impulsar a la Nación, asegurando la igualdad, la justicia y el desarrollo del pueblo. Ese Estado bolivariano lo recojo aquí, en estas ideas fundamentales para lo que pudiera ser la Constitución Bolivariana de la V República.”
Y traemos estas ideas-fuerza a debate no con ánimo de utilizar el expediente de las “citas de autoridad”, sino para plantear pretextos a un debate político abierto de presupuestos e implicaciones, con consecuencias políticas. Esa fue la idea-fuerza del anteproyecto de Chávez en la Constituyente de 1999: ¿Tiene alguna vigencia y validez hoy?
En efecto, aquí no reducimos bajo ningún chantaje el proceso político bolivariano a una versión de mercadeo del “chavismo sentimental” (¿Y para qué seguir hablando de Bolívar si basta con apelar emocionalmente a Chávez?), mucho menos a la justificación de la actual salmodia propagandística post-chavista bajo formatos de interpelación, sujeción e identificación a una estratagema de turno: (¿Y cómo asociamos a la figura de Bolívar y de Chávez en nuestro arte de la maniobra, coraza propagandística y pauta publicitaria?).
Nada de eso. Todo eso es pequeña política(7):
“Gran política (alta política), pequeña política (política del día, política parlamentaria, de corredores, de intriga). La gran política comprende las cuestiones vinculadas con la función de nuevos Estados, con la lucha por la destrucción, la defensa, la conservación de determinadas estructuras orgánicas económico-sociales. La pequeña política comprende las cuestiones parciales y cotidianas que se plantean en el interior de una estructura ya establecida, debido a las luchas de preeminencia entre las diversas fracciones de una misma clase política. Gran política es, por lo tanto, la tentativa de excluir la gran política del ámbito interno de la vida estatal y de reducir todo a política pequeña (Giolitti, rebajando el nivel de las luchas internas hacía gran política; pero sus víctimas eran objeto de una gran política, haciendo ellos una política pequeña). Es propio de diletantes [aficionados], en cambio, plantear la cuestión de una manera tal que cada elemento de pequeña política deba necesariamente convertirse en problema de gran política, de reorganización radical del Estado.
Los mismos términos se dan en la política internacional: 1) la gran política en las cuestiones que se refieren a la estatura relativa de los Estados en sus recíprocas confrontaciones; 2) la política pequeña en las cuestiones diplomáticas que se ocultan en el interior de un equilibrio ya constituido y que no tratan de superar el mismo equilibrio para crear nuevas relaciones.”
IV.- La Gran Política como desafío:
El desafío venezolano hoy es cuestión de Gran Política, es un problema de existencia de la comunidad política y del Estado, “…de conservación y defensa de estructuras orgánicas en su conjunto; de cuestiones de dictadura y de hegemonía en vasta escala, es decir, sobre toda un área estatal”.
Y si Gramsci sigue siendo útil hoy es para clarificar como en la estructura económico-social ya establecida, se da una lucha de preeminencia entre las diversas fracciones de una misma clase política para mantenerla y no para promover un cambio social radical; es decir: una revolución democrática permanente.
Lo que existe en la escena política en Venezuela es diputa entre fracciones de una misma clase política cuya función es asegurar variantes de una estructura económico-social capitalista, claro está, bajo formatos distintos de reproducción de los mecanismos de dependencia e intercambio desigual. Unos miran a China, Rusia, Turquía, India; otros a EE.UU y la vieja Europa. ¿Pero, quiénes miran hacia el Desarrollo Integral de la Nación con Independencia y Soberanía?
El chavismo-movimiento de base se quedó en el preámbulo de una transformación de las relaciones sociales de producción e intercambio porque su dirección política (o policial) medró los recursos de la renta petrolera y labró la semilla del asistencialismo social; y peor aún, sus herederos post-chavistas han dilapidado una agotable fuente de capitales (renta) alejando la posibilidad del desarrollo de las “fuerzas productivas sociales”.
Tampoco confundimos la propuesta de renovación socialista de Chávez  con una propuesta de repetición del socialismo burocrático realmente existente o de un nacional-populismo autoritario.
Hoy hay que comenzar casi todo de nuevo de raíz, incluso en materia de infraestructura de servicios, aunque con mayor conciencia de los engaños y manipulaciones (de antes y de ahora).
Porque si de raíces queremos hablar, para ir más allá de la escena política, del teatro de marionetas, es preciso ir al terreno donde se generan y reproducen necesidades e intereses de grupos, sectores, clases y factores de poder, al terreno de la estructura económico-social del país, a su metabolismo social y político.
Y eso pasa por entender a fondo la relación Estado-proceso económico. Si el Estado no resuelve una crisis de autoridad y de legitimación, el proceso económico es afectado decisivamente por tal crisis política.
También Gramsci señaló en su momento el doble problema planteado por Maquiavelo: El Príncipe [1513] el tratado de la dictadura (momento de la autoridad y del individuo), y de los Discursos [1529] el de la hegemonía (momento de lo universal y de la libertad).
Decía Gramsci que En El Príncipe de Maquiavelo no faltan referencias al momento de la hegemonía o del consenso (legitimidad) junto al de la autoridad o de la fuerza (Monopolio de la coerción).
Para Gramsci también en una República hay que plantear la conjunción de los dos momentos: el de la autoridad y el de la legitimidad. Y si se carece de legitimidad, la República cae en manos de un ejercicio autoritario del poder. De allí, fácilmente cae en el Despotismo, en el momento Dictadura.
Pero no perdamos el hilo, para Gramsci, la pequeña política tiene una connotación de decadencia cuando se trata de conservar “situaciones miserables”, la diplomacia pequeña, la estrechez de los programas, las intrigas de pequeños grupos y la debilidad de la conciencia nacional.
Y si la relación Estado-proceso económico es afectada por una crisis política de envergadura, también lo hace la relación Estado-sociedad. Decir Nación es cuestión de Gran política, de fuerzas nacional-populares, como decir Gran Política es edificación y conservación de los Estados, como decir construcción de nuevos Bloques Históricos.
De manera que no hay que reducir a Bolívar o al mismo Chávez a señuelos de la “pequeña política”, a la reducción de un proyecto histórico a un eslogan, a una intriga, a un equilibrismo de poder, a un “cuánto hay pa´ eso”. Y Gramsci es perfectamente pertinente para traer a colación la significación de Etienne de la Boétie porque ha sido el que vibra con aquel en la definición de la cuestión fundamental de la política(8):
“El primer elemento es el de que existen realmente gobernados y gobernantes, dirigentes y dirigidos. Toda la ciencia y el arte político se basan en este hecho primordial, irreductible (en ciertas condiciones generales). Sus orígenes constituyen un problema en sí, que deberá ser estudiado en sí (por lo menos podrá, y deberá estudiarse cómo atenuar y hacer desaparecer el hecho mutando aquellas condiciones que sean identificadas como actuantes en este sentido), pero permanece la consideración de que existen dirigentes y dirigidos, gobernantes y gobernados.”
V- Revolución democrática permanente implica cuestionar el fetichismo de la separación entre gobernantes y gobernados:
Así como para algunos es natural que existan esclavos, siervos, explotados y oprimidos, para otros es natural que existan “gobernantes y gobernados”, incluso que se interprete tal separación y división jerárquica del trabajo político bajo la fórmula técnica de: “dirección, gestión y administración”:
 Partiendo de este hecho habrá que analizar cómo dirigir de la manera más eficaz (dados ciertos fines) y por lo tanto cómo preparar de la mejor forma a los dirigentes (y en esto consiste precisamente la primera sección de la ciencia y del arte político). Pero habrá que analizar además, por otro lado, cómo se conocen las líneas de menor resistencia o racionales para obtener la obediencia de los dirigidos o gobernados. Para formar los dirigentes es fundamental partir de la siguiente premisa: ¿se quiere que existan siempre gobernados y gobernantes, o por el contrario, se desean crear las condiciones bajo las cuales desaparezca la necesidad de la existencia de esta división?, o sea ¿se parte de la premisa de la perpetua división del género humano o se cree que tal división es sólo un hecho histórico, que responde a determinadas condiciones? Sin embargo, es necesario tener claro que la división entre gobernados y gobernantes, si bien en última instancia corresponde a una división de grupos sociales, existe también, en el seno del mismo grupo, aunque este sea homogéneo desde el punto de vista social. En cierto sentido, se puede decir que tal producto de la división del trabajo, es un hecho técnico. Sobre esta coexistencia de motivos especulan quienes ven en todo solamente "técnica", necesidad "técnica", etc., para no plantearse el problema fundamental.”¿Es acaso tal separación y división jerárquica del trabajo político una simple cuestión de técnica, administración y organización?
Vale la pena rastrear a fondo el espíritu libertario y contra-hegemónico de Gramsci en sus preguntas, para así comprender de qué cosa habla cuando apela al horizonte de la “sociedad regulada”:
“¿Se quiere que existan siempre gobernados y gobernantes, o por el contrario, se desean crear las condiciones bajo las cuales desaparezca la necesidad de la existencia de esta división?, o sea ¿se parte de la premisa de la perpetua división del género humano o se cree que tal división es sólo un hecho histórico, que responde a determinadas condiciones?”
Pudiera interpretarse a Gramsci bajo el tamiz de la matriz de presupuestos de Hobbes (distorsionarlo) o de Maquiavelo (obviar su momento libertario):
“…habrá que analizar cómo dirigir de la manera más eficaz (dados ciertos fines) y por lo tanto cómo preparar de la mejor forma a los dirigentes (y en esto consiste precisamente la primera sección de la ciencia y del arte político). Pero habrá que analizar además, por otro lado, cómo se conocen las líneas de menor resistencia o racionales para obtener la obediencia de los dirigidos o gobernados.”
Este segundo espíritu de Gramsci, ya no respondería a las interrogantes libertarias, sino al arte y ciencia de la conducción política, a la escuela de formación de dirigentes políticos, e incluso al arte y ciencia “para obtener la obediencia de los dirigidos o gobernados”.
De modo que en Gramsci hay un “momento La Boétie” (libertario, contra-hegemónico) y hay un “momento Maquiavelo” (conducción-autoridad del príncipe) como veremos más adelante, momento que atraviesa hasta hoy el pensamiento de la contestación política y de la teoría critica radical como crítica de la dominación.
Analizar “las líneas de menor resistencia o racionales para obtener la obediencia de los dirigidos o gobernados” es el saber-hacer del discurso del Amo.
Mientras que, analizar las líneas de fuga, de mayor resistencia y racionales para amplificar el deseo de desobediencia, rebelión y libertad de los dirigidos y gobernados es el arte y ciencia (teoría crítica y praxis) de la ruptura de la servidumbre y la obediencia.
Esta última es una línea de revolución permanente contra la separación natural y técnica entre gobernantes y gobernados.
Todo esto tiene profundas implicaciones para una comunidad política y para el Estado. Porque es deseo de Estado petrificar la separación entre mando y obediencia, todo lo cual conduce a aquella frase de Engels en su Introducción a la guerra civil(9):
“De aquí nace una veneración supersticiosa hacia el Estado y hacia todo lo que con él se relaciona, veneración que va arraigando más fácilmente en la medida en que la gente se acostumbra desde la infancia a pensar que los asuntos e intereses comunes a toda la sociedad no pueden ser mirados de manera distinta a como han sido mirados hasta aquí, es decir, a través del Estado y de sus bien retribuidos funcionarios. Y la gente cree haber dado un paso enormemente audaz con librarse de la fe en la monarquía hereditaria y jurar por la República democrática. En realidad, el Estado no es más que una máquina para la opresión de una clase por otra, lo mismo en la República democrática que bajo la monarquía; y en el mejor de los casos, un mal que el proletariado hereda luego que triunfa en su lucha por la dominación de clase. El proletariado victorioso, tal como hizo la Comuna, no podrá por menos de amputar inmediatamente los peores lados de este mal, hasta que una generación futura, educada en condiciones sociales nuevas y libres, pueda deshacerse de todo ese trasto viejo del Estado.”
En el horizonte de la sociedad autogobernada (“sociedad regulada” para Gramsci) toda la retórica sobre la naturalidad de la consigna de Hobbes se va desmontando paso a paso, incluyendo cualquier disfraz socio-técnico de una división jerárquica del trabajo, que en realidad lo que mantiene es determinado “estado de dominación” en cada uno de los espacios de poder de la sociedad, incluyendo las milenarias retóricas sobre el parentesco: “Los hombres fuertes a cazar, las mujeres a tejer, cocinar y cuidar niños”.
¿Por dónde comenzar entonces?
Tomando una micro-decisión política fundamental, escogiendo uno de dos senderos:
1) El momento del discurso del Amo (emblemáticamente representado por los legionarios del Leviatán y sus funcionarios-burocracia), o
2) El momento del discurso de la sustracción de todo deseo a los automatismos, hábitos, golosinas y señuelos del Amo (Nuestro primordial derecho es el derecho de rebelión ante la dominación).
E incluso hacerlo, cuando se ejercen las funciones circunstanciales de la dirección, gestión y de conducción política: no acostumbrando al pueblo a bajar la cerviz o la cabeza, sino a levantar permanentemente una agenda de lucha por conquistar mayor espacios de derechos y libertades, por transformar sus condiciones materiales y espirituales de existencia social.
VI.- La crítica al “Cadornismo” post-chavista aún no se ha hecho:
Allí Gramsci es especialmente relevante por su crítica al Cadornismo como estilo de conducción de grupos donde impera a obediencia automática, mecánica, indiscutible y ciega:
 “Se cree que, una vez planteado el principio de la homogeneidad de un grupo, la obediencia no sólo debe ser automática y existir sin una demostración de su "necesidad" y racionalidad, sino que debe ser también indiscutible (algunos piensan y lo que es peor actúan según este pensamiento, que la obediencia "vendrá" sin ser exigida, sin que sea indicada la vía a seguir). Es así difícil extirpar de los dirigentes el "cadornismo" *, o sea la convicción de que una cosa será hecha porque el dirigente considera justo y racional que así sea. Si no fuera hecha, la "culpa" será asignada a quienes "habrían debido", etc. De allí que sea difícil también extirpar el hábito criminal del descuido en el esfuerzo por evitar sacrificios inútiles. Y sin embargo, el sentido común muestra que la mayor parte de los desastres colectivos (políticos) ocurren porque no se ha tratado de evitar el sacrificio inútil, o se ha demostrado no tener en cuenta el sacrificio ajeno y se jugó con la piel de los demás. Cada uno habrá oído narrar a los oficiales del frente cómo los soldados arriesgaban realmente la vida cuando realmente era necesario, pero cómo en cambio se rebelaban cuando eran descuidados. Una compañía era capaz de ayunar varios días si veía que los víveres no alcanzaban por razones de fuerza mayor, pero se amotinaba si por descuido o burocratismo se omitía una sola comida.”
¿Quiénes son los que piden de sus gobernados sacrificios inútiles?
¿Quiénes piden obediencia ciega, incondicional, mecánica y automática?
¿Quiénes son los que juegan con la piel ajena?
¿Quiénes son aquellos que no se hacen responsables de los desastres políticos colectivos?
¿Quiénes le echan la culpa a quienes “habrían debido ejecutar”?
Esto es exactamente la pregunta que ha hecho Baruch Spinoza en su tratado teológico-político:
“Ahora bien, el gran secreto del régimen monárquico y su máximo interés consisten en mantener engañados a los hombres y en disfrazar, bajo el especioso nombre de religión (Ideología/Imaginario-N.N), el miedo (pasión) con el que se los quiere controlar, a fin de que luchen por su esclavitud, como si se tratara de su salvación, y no consideren una ignominia, sino el máximo honor, dar su sangre y su alma para orgullo de un solo hombre. Por el contrario, en un Estado libre no cabría imaginar ni emprender nada más desdichado, ya que es totalmente contrario a la libertad de todos adueñarse del libre juicio de cada cual mediante prejuicios o coaccionarlo de cualquier forma.”
Detengámonos en esto: “…es totalmente contrario a la libertad de todos adueñarse del libre juicio de cada cual mediante prejuicios o coaccionarlo de cualquier forma.”
¿Momento La Boétie o momento Maquiavelo? ¿Deseo de libertad o deseo de esclavitud? ¿Discurso más allá de cualquier Amo de turno o discurso de sumisión al Amo? ¿Libre juicio de cada cuál o ciega obediencia?
VII- ¿Por qué hay que cuestionar la alienación política? La importancia de la Boétie
En un texto inicial hacíamos referencia al Antropólogo Pierre Clastres quien señalaba:
“La relación política de poder precede y fundamenta la relación económica de explotación. Antes de que sea económica, la alienación es política, el poder es anterior al trabajo, lo económico es una derivación de lo político, el surgimiento del Estado determina la aparición de las clases".
Hay escrituras y consignas dedicadas a justificar la alienación política, justificar la lógica de identificación con el colonizador y/o con el déspota. Que la víctima se identifique con el victimario.
Hay escrituras y consignas destinadas a reclamar el derecho de independencia y libertad. Dejar atrás el victimismo, la identificación con el Amo y sencillamente abandonar el viejo temor a la muerte. Quebrar la relación de dominación.
Por eso reiteramos, el Gobierno Republicano, la potestad soberana del Pueblo, un movimiento de autodeterminación y liberación nacional, no parten del deseo de servidumbre voluntaria, sino del deseo de libertad y liberación.
¿Por qué Simón Bolívar decía “todavía nuestros corazones padecen de las dolencias de la servidumbre.”?
¿Por qué Simón Bolívar decía: “El hombre, al perder la Libertad, decía Homero, pierde la mitad de su espíritu”?
Cabría sintetizar si ahora las palabras de Etienne de la Boétie(10):

“De momento, quisiera tan sólo entender cómo pueden tantos hombres, tantos pueblos, tantas ciudades, tantas naciones soportar a veces a un solo tirano, que no dispone de más poder que el que se le otorga, que no tiene más poder para causar perjuicios que el que se quiera soportar y que no podría hacer daño alguno de no ser que se prefiera sufrir a contradecirlo. Es realmente sorprendente y, sin embargo, tan corriente que deberíamos más bien deplorarlo que sorprendernos ver cómo millones y millones de hombres son miserablemente sometidos y sojuzgados, la cabeza gacha, a un deplorable yugo, no porque se vean obligados por una fuerza mayor, sino, por el contrario, porque están fascinados y, por decirlo así, embrujados por el nombre de Uno, al que no deberían ni temer (puesto que está solo), ni apreciar (puesto que se muestra para con ellos inhumano y salvaje).”

“Debemos creer más bien que, al hacer el reparto, a unos más, a otros menos, quería hacer brotar en los hombres el afecto fraternal y ponerlos en situación de practicarlo, al tener, los unos, el poder de prestar ayuda y, los otros, de recibirla. Así pues, ya que esta buena madre nos ha dado a todos toda la tierra por morada, de cierto modo nos ha alojado a todos bajo el mismo techo y nos ha perfilado a todos según el mismo patrón, a fin de que cada cual pueda, como en un espejo, reconocerse en el vecino; si nos ha dado a todos ese gran don que son la voz y la palabra para que nos relacionemos y confraternicemos y, mediante la comunicación y el intercambio de nuestros pensamientos, nos lleva a compartir ideas y deseos; si ha procurado por todos los medios conformar y estrechar el nudo de nuestra alianza y los lazos de nuestra sociedad; si, finalmente, ha manifestado en todas las cosas el deseo de que estuviéramos, no sólo unidos, sino también que, juntos, no formáramos, por decirlo así, más que un solo ser, ¿cómo podríamos dudar de que somos todos naturalmente libres, puesto que somos todos compañeros? Y, ¿podría caber en la mente de nadie que, al darnos a todos la misma compañía, la Naturaleza haya querido que algunos fueran esclavos?”

“Sin embargo, si un país no consintiera dejarse caer en la servidumbre, el tirano se desmoronaría por sí solo, sin que haya que luchar contra él, ni defenderse de él. La cuestión no reside en quitarle nada, sino tan sólo en no darle nada.”

¿Y qué le damos a quién desea dominarnos y hasta tiranizarnos?
La servidumbre es voluntaria cuando el dominante y el gobernante representan algo que resuena con nuestro deseo, en nuestra fantasía, en nuestra imaginación, nuestra costumbre, nuestra mistificación o nuestro interés.
La servidumbre es involuntaria cuando el dominante y el gobernante nos someten no por nuestro deseo, nuestra costumbre, nuestra mistificación o nuestro interés,  sino atemorizando y doblegando nuestra voluntad mediante una fuerza y una astucia superior a la nuestra.
El tirano, el dominante, el gobernante se hace prestigioso por las fantasías que se proyectan sobre él, comenzando por la fantasía del poder absoluto del Uno, reenviando la imagen de su sociedad reunida en una misma unidad orgánica en su persona o en el ideal que encarna. El aura con el que se envuelve al Amo es una fantasía común a la mayoría, sea por idealizar un objeto, a idolatrarlo, por una carencia o deseo en busca de un objeto a magnificar.
Escuchemos a la Boétie:

“Si un país no consintiera dejarse caer en la servidumbre, el tirano se desmoronaría por sí solo, sin que haya que luchar contra él, ni defenderse de él. La cuestión no reside en quitarle nada, sino tan sólo en no darle nada. Que una nación no haga esfuerzo alguno, si quiere, por su felicidad; ahora bien, que no se forje ella misma su propia ruina. Son, pues, los propios pueblos los que se dejan, o, mejor dicho, se hacen encadenar, ya que con sólo dejar de servir, romperían sus cadenas. Es el pueblo el que se somete y se degüella a sí mismo; el que, teniendo la posibilidad de elegir entre ser siervo o libre, rechaza la libertad y elige el yugo; el que consiente su mal, o, peor aún, lo persigue. Si le costara algo recobrar la libertad, no tendría por qué darse prisa alguna, aunque recuperar los derechos naturales y, de bestia, volver a ser hombre deberían ser las cosas que más tendría que desear.” 

“Decidíos, pues, a dejar de servir, y seréis hombres libres. No pretendo que os enfrentéis a él, o que lo tambaleéis, sino simplemente que dejéis de sostenerlo. Entonces veréis cómo, cual un gran coloso privado de la base que lo sostiene, se desplomará y se romperá por sí solo”. 

“Así pues, la primera razón de la servidumbre voluntaria es la costumbre, al igual que los más bravos caballos rabones que, al principio, muerden el freno que, luego, deja de molestarlos y que, si antes coceaban al notarla silla de montar, después hacen alarde los arneses y, orgullosos, se pavonean bajo la armadura.”

“Volviendo al hilo de mi discurso, del que casi me había apartado, la primera razón por la cual los hombres sirven de buen grado es la de que nacen siervos y son educados como tales. De ésta se desprende otra: bajo el yugo del tirano, es más fácil volverse cobarde y apocado”.

“Las gentes sometidas no sienten ni alegría ni arrojo en el combate; van a la lucha casi como atados y entumecidos, como cumpliendo penosamente un deber impuesto. No sienten en su corazón el ardor de la libertad, que les hace despreciar el peligro y alimentar el deseo de alcanzar, aun a costa de su muerte, rodeado de sus compañeros de lucha, el honor y la gloria.”

“Pero esa astucia de los tiranos, que consiste en embrutecer a sus súbditos, jamás quedó tan evidente como en lo que Ciro hizo a los lidios, tras apoderarse de Sardes, capital de Lidia, apresar a Creso, el rico monarca y hacerlo prisionero. Le llevaron la noticia de que los habitantes de Sardes se habían sublevado. Los habría aplastado sin dificultad inmediatamente; sin embargo, al no querer saquear tan bella ciudad, ni verse obligado a mantener un ejército para imponer el orden, se le ocurrió una gran idea para apoderarse de ella: montó burdeles, tabernas y juegos públicos, y ordenó que los ciudadanos de Sardes hicieran uso libremente de ellos. Esta iniciativa dio tan buen resultado que jamás hubo ya que atacar a los lidios por la fuerza de la espada. Estas pobres y miserables gentes se distrajeron de su objetivo, entregándose a todo tipo de juegos; tanto es así que de ahí proviene la palabra latina (para lo que nosotros llamamos pasatiempos) Ludi que, a su vez, proviene de Lydi. No todos los tiranos han expresado con tal énfasis su deseo de corromper a sus súbditos”. 

“¿Acaso no es hoy evidente que los tiranos, para consolidarse, se han esforzado siempre por acostumbrar al pueblo, no sólo a la obediencia y a la servidumbre, sino también a una especie de devoción por ellos? Todo lo que he dicho hasta aquí sobre los sistemas empleados por los tiranos para someter a las gentes no sirven sino para los ignorantes y los serviles.”

Los fantasmas singulares se combinan y articulan en una fantasía común: “Al pueblo le gratifica soñar despierto; al pueblo le gratifica creer.” Es desde allí que es manipulado:

“Los reyes de Asiria, y después los de Media, no aparecían en público sino al anochecer, con el fin de que el populacho creyera que en ellos había algo sobrehumano y de crear esta ilusión en aquellos que alimentaban su imaginación con cosas que jamás habían visto”.

“No creáis que ningún pájaro cae con mayor facilidad en la trampa, ni pez alguno muerde tan rápidamente el anzuelo como esos pueblos que se dejan atraer con tanta facilidad y llevar a la servidumbre por un simple halago, o una pequeña golosina [...] El pueblo ha elaborado siempre de este modo engañosas fantasías para, después, creer en ellas a ciegas [...] Vespasiano, al volver de Asiria y pasar por Alejandría para dirigirse a Roma con el fin de hacerse con el imperio, realizó milagros. Enderezó a los cojos, devolvió la vista a los ciegos y así muchas cosas más que no podrían ser creídas, en mi opinión, más que por tontos aún más ciegos que aquellos a quienes se pretendía curar.”

Un gran amigo de Etienne de la Boétie, Montaigne, también decía:
“Es verosímil que la fe más importante en los milagros, las visiones, los encantamientos y otros efectos extraordinarios, proviene del poder de la imaginación que actúa principalmente contra las almas vulgares y apáticas. Se han apoderado de tal modo de su fe que creen ver lo que no ven”.
Continúa la Boétie:
·        “El hombre sueña con ser poderoso: Son cuatro o cinco los que sostienen al tirano, cuatro cinco los que imponen por él la servidumbre en toda la nación. Siempre han sido cinco o seis los confidentes del tirano, los que se acercan a él por su propia voluntad [...] Estos seis tienen a seiscientos hombres bajo su poder [...] Estos seiscientos tienen bajo su poder a seis mil, a quienes sitúan en cargos de cierta importancia [...] Extensa es la serie de aquellos que siguen a éstos. El que quiera entretenerse devanando esta red, verá que no son seis mil, sino cien mil, millones los que están sujetos al tirano.”
Así es como el tirano también somete a sus súbditos, a unos por medio de otros, que se imaginan ejercer la función del amo. Está a salvo gracias a aquellos de quienes debería guardarse si ya no estuvieran corrompidos.
Como ha planteado Miguel Abensour:
“En esta historia de luminosa evidencia, le correspondería a La Boétie el mérito de elucidar el enigma de la servidumbre voluntaria, de sacar a la luz sus arcanos y en una palabra, de enunciar las fuerzas espirituales y materiales que permiten dar cuenta de este enigma, a saber, la costumbre, la mistificación y el interés.”
En este contexto no hay que olvidar al Libertador Simón Bolívar: “Nos han dominado más por la ignorancia que por la fuerza”
Esto nos llevaría a Spinoza, el gran crítico de la pasión de la ignorancia.
Será para otra contribución.

NOTAS

(1) Tiempos de Retorno: ¿Por dónde comenzar? Rememorando a Etienne de La Boitié, Spinoza, Pascal y Montesquieu en Clave de Izquierda y Proceso Bolivariano

(4) Reseña de "Democracia made in USA. Un modelo político en cuestión" de José María Tortosa
María de la Cruz Castro Ricalde  2006 https://www.redalyc.org/articulo.oa?id=28101107

(6) 5/08/1999. Discursos y Alocuciones. Comandante Presidente. Asamblea Nacional, Caracas, Distrito Capital, Venezuela: Intervención del Comandante Presidente Hugo Chávez Frías, en la Asamblea Nacional Constituyente http://todochavez.gob.ve/todochavez/3482-intervencion-del-comandante-presidente-hugo-chavez-frias-en-la-asamblea-nacional-constituyente

(7) Antonio Gramsci: Gran Política y pequeña política. http://www.gramsci.org.ar/TOMO3/175_gran_pol_y_p.htm

(8) Antonio Gramsci: Elementos de política. http://www.gramsci.org.ar/TOMO3/040_elem_de_pol.htm

(9) C. Marx La Guerra Civil en Francia[1] INTRODUCCION DE 1891 por F. Engels: https://www.marxists.org/espanol/m-e/1870s/gcfran/1.htm

(10) ETIENNE DE LA BOÉTIE El discurso de la servidumbre voluntaria seguido de lecturas del texto de LA BOÉTIEPOR PIERRE LEROUX, PIERRE CLASTRES Y CLAUDE LEFORT Prólogo por MIGUEL ABENSOUR http://tratarde.org/wp-content/uploads/2011/10/Etienne-de-la-Boetie-Discurso-sobre-la-servidumbre-voluntaria1.pdf