viernes, 17 de febrero de 2012

PSUV: LA ILUSIÓN DEL TRIUNFALISMO COMO CONDICIÓN DE LOS ESCENARIOS DE DERROTA ESTRATÉGICA

Javier Biardeau R

1.- DESECHAR LAS ILUSIONES, NO HAY VICTORIA ASEGURADA DE ANTEMANO:

Es positivo lo que ha ocurrido el 12 de febrero. Permite desechar las ilusiones triunfalistas, pasar a un análisis riguroso y descarnado de la situación de la correlación de fuerzas electorales y políticas entre el campo bolivariano y el campo opositor.

Sin este análisis, no hay mapa para la lucha, para la estrategia y la táctica que apunten a la recuperación y reagrupamiento urgente de las fuerzas del proceso popular constituyente y de la revolución bolivariana que se activo en 1998 (por cierto, no del “chavismo oficial y burocrático” que se enquistó luego del triunfo electoral del año 2006), y cuya promesa aún desdibujada como potencia constituyente sigue siendo el Gran Polo Patriótico (GPP). Por tanto, la oposición ha logrado dos triunfos tácticos decisivos:

a) ha engañado a la percepción de la alta dirección del gobierno y del partido PSUV, utilizando como primera estrategia comunicacional exitosa, el presentarse como “oponentes débiles y con divisiones insalvables”, proyectando una hábil subestimación de la intención de participación en las primarias opositoras. La oposición repitió hasta el cansancio que si participaban 1.000.000-1.500.000 de personas se sentirían “muy satisfechos”. La oposición estimó en terminos generales que acudirían a las urnas 1,5 millones de venezolanos de los 18,3 millones inscritos en el padrón electoral.

Esto contrasta, para poner algunos ejemplos, con declaraciones de la alta dirección estratégica del PSUV publicada el propio día de los inocentes (28-12-2011: http://www.entornointeligente.com/articulo/1210162/Diosdado-Cabello-PodrA%C2%ADa-no-haber-Primarias-en-febrero-28122011):

“Diosdado Cabello, informó este martes que se está corriendo un rumor en el ámbito político de que los precandidatos presidenciales de la Mesa de la Unidad Democrática (MUD), pretenden realizar un consenso para no llevar a cabo las elecciones Primarias de febrero del 2012. Cabello afirmó que todas las encuestas señalan que las elecciones de las Primarias van a ser de poca participación: "Se corre el rumor que las elecciones de la oposición no se van a dar, porque están optando por un consenso, todo avizora que la participación va a ser muy bajas", sostuvo”.

Así mismo, la agencia de noticias EFE reseño: “La encuestadora GIS XXI señaló hoy que si la oposición no logra en sus primarias al menos dos millones de votos no podrá derrotar al presidente Chávez en los comicios de octubre: “Si la oposición no saca en estas primarias, no logra congregar más de dos millones, dos millones y medio de venezolanos (…) Aquí Chávez gana las elecciones en octubre”, dijo a Efe el presidente de GIS XXI, Jesse Chacón. Explicó Chacón que las primarias son el “único trampolín” de la oposición de cara a las presidenciales de octubre, en las que el candidato único de la oposición se enfrentará al actual jefe de Estado, quien busca su tercera reelección. Según un estudio elaborado por GIS XXI del 17 al 24 de enero, la valoración de la gestión del presidente se situó en enero pasado en un 61 %, lo que supone un crecimiento de alrededor de un punto desde comienzos de 2010. Un 31 % de los 1.500 entrevistados está “muy interesado” en las primarias; un 34 % tiene “poco interés” y un 34% no tiene “ningún interés”, indicó el estudio de GIS XXI, que cuenta con un nivel de confianza del 95% y un margen de error de +/- 2,5 % . Un 30% de los consultados señaló que no votará en las primarias, el mismo porcentaje “todavía no lo sabe”, mientras que un 16% dijo que votará a favor de Capriles y un 9% por Pérez, quienes aparecen encabezando en la preferencias de los electores. Además, un 3 % dijo que apoya López y un 2 % a Machado.( http://www.noticias24.com/venezuela/noticia/86446/chacon-al-menos-41-de-la-poblacion-considera-como-muy-buena-la-gestion-de-la-an/).

Por otra parte, también Jose Vicente Rangel había señalado en diciembre, que las elecciones primarias 2012 de la oposición de acuerdo a los datos que proporciona la encuestadora Consultores 21, “se registra en el mes de octubre una baja intención de participación en el evento de 27,7%, luego de estar en junio en 29,5%”. (http://www.vtv.gov.ve/index.php/nacionales/72365-intencion-de-voto-para-las-primarias-opositoras-desciende-a-27). La tesis de la “baja participación” se convertía en una matriz del propio Gobierno.

Así mismo, en su columna dominical del Diario Ultimas Noticias "¿Cuántos votaran en las primarias?"; Eleazar Díaz Rangel (4 de febrero de 2012) señalaba: Si algo ha generado incertidumbre e interrogantes en torno a las primarias del domingo 12, es la participación; más que quién será el ganador, pues tanto las encuestas, las serias y las chimbas, como los comentaristas y politólogos, y en general, los más importantes factores de influencia en la opinión pública, coinciden en que la confrontación se producirá entre las candidaturas de Capriles Radonski y Pablo Pérez. Cualquiera de los dos puede resultar victorioso. No hay otra opción ganadora. En cambio, sobre la asistencia a esas elecciones existen muchas dudas, conjeturas, especulaciones. Nada inocentes, pues el volumen de esos votantes será un factor para medir las verdaderas posibilidades de quien resulte candidato de la MUD para las presidenciales siete meses después. El caso es que hubo sectores del llamado oficialismo que pensaron hasta hace poco que no habría primarias, y después creyeron que finalmente escogerían el abanderado mediante el consenso. No fue así. En una semana tendremos elecciones. ¿Cuántos participarán? Las opiniones van desde las estimaciones más bajas, que podían tratar de ocultar y manipular para hacerlas crecer artificiosamente, y de quienes creen que matemáticamente no podrán votar más de 900 mil, hasta quienes creen que desbordará el 20% del registro electoral, es decir, que votarán 2 millones y medio. Sería un éxito extraordinario, que ni los más optimistas de la oposición deben esperar. ¿Cuáles son las fortalezas de estas primarias? Su objetivo: encontrar un candidato único de la oposición para las presidenciales del 7 de octubre; haber logrado que todos los partidos y agrupaciones políticas opositoras participaran de ese proceso; el apoyo polimediático nacional, pues es abundante el espacio que están recibiendo en prensa, radio y TV (todos juntos suman más de 70% del espectro) y el uso de la red social; las votaciones obtenidas en la parlamentarias y en el referendo constitucional, y la no carencia de recursos -los de algunos candidatos son bastante generosos-. ¿Y cuáles podrían ser sus debilidades? La impresión generalizada es que, detrás o debajo de esa imagen de unidad, existen conflictos de todo tipo; la precariedad de sus estructuras organizativas imbricadas en las áreas de población más densas, sólo AD conserva algunas; el programa de las 100 Soluciones no tuvo mayor impacto, el apoyo de Leopoldo a Capriles R. lo desbordó como noticia; las encuestas presidenciales no le ven oportunidad a ninguno de sus precandidatos frente a Chávez, y una muy comprobada es que las primarias son poco atractivas y, en ocasiones, han generado divergencias agudas hasta llegar a divisiones. Frente a ese panorama, es bastante probable que la afluencia a las mesas de votación no sea masiva, podrían estar en torno al millón de electores. Un 5% del Registro Electoral no es para entusiasmar a nadie, ni a los que votaron ni a los que dejaron de votar, ni a sus organizadores ni al equipo ganador.”

Conclusión: La alta dirección del PSUV, así como influyentes anclas de opinión favorables al proceso, al parecer “cayeron por inocentes”, suestimaron el potencial de movilización electoral de la oposición. Grave error de apreciación de la situación de flujo y reflujo del potencial de movilización electoral de conjunto, incluso de la estimaciòn de participación de encuestas con cierta trayectoria; en fìn, del comportamiento histórico de las relaciones de fuerzas electorales, de sus tendencias, de su flujo y reflujo, del arte de la maniobra, de la inteligencia y la contra-inteligencia de cada campo que se confronta. Habrá que mejorar los sistemas de alerta y alarma, de calibración de información; por tanto de corregir y rectificar.

b) Adicionalmente, el Gobierno aceptó la versión oficiosa y mediática de la oposición de presentarse con contradicciones insalvables y debiles, subestimando la fuerza de movilización del saldo acumulado de “voto duro-castigo” hacia Chávez, así como hacia sus gobernadores y sus alcaldes para un evento de esta naturaleza. Se aferraron a los porcentajes de popularidad de Chávez (incluyendo el tema de la enfermedad), y se volvieron ciegos a la otra cara de la moneda: hay desgaste del proceso en gobernaciones y alcaldías, así como una recuperación sostenida del sentimiento opositor.

Conclusión: De esta manera, el segundo triunfo táctico decisivo es posicionar desde la MUD la expectativa de que “Chávez es derrotable”, ahora con un claro liderazgo opositor que ha construido una eficaz operación comunicacional y polimediática (http://informe21.com/luis-vicente-leon/12/02/13/luis-vicente-leon-triunfo-la-moderacion):

“Luis Vicente León afirma que los resultados de las primarias de la MUD con el triunfo de Henrique Capriles Radonski evidencia que la población opositora privilegió el discurso de triangulación política moderado frente al radical. “Se conectó con la oferta política renovadora frente a cualquier percepción de conexión restauradora. Las maquinarias no fueron capaces de superar la inmensa preferencia de la población por la oferta Capriles” dijo León en su cuenta de Twitter. Añadió que aunque mayoría de la oposición respaldaba planteamientos contra Chávez de los más radicales, no pensaban que esa era una ruta ganadora y puntualizó que más allá de las maquinarias de UNT en Zulia, el resto de las maquinarias eran más perceptuales que reales. León afirmó que en las elecciones primarias sólo en 4% de los votantes apoyó la confrontación. Aseguró que fue un evento “espectacular” y que la oposición se encuentra en su mejor momento. León indicó que esta jornada no puede compararse con las realizadas en otros países, ya que ninguna ha logrado convocar a esa cantidad de personas. “El Presidente Obama fue elegido con 6% de los electores totales y Henrique Capriles es elegido con 15% del padrón electoral nacional”, sostuvo, y añadió que fue “más que el doble de votación en primarias estadounidenses, muchísimo más en votación en primarias francesas”. León cree que el margen de ventaja que obtuvo Capriles “mata” cualquier posibilidad de divisiones, y precisó que ahora el candidato tiene que trabajar en estructurar a las distintas organizaciones.”

Así mismo, el viernes 17 de febrero de 2012 José Antonio Gil Yépez, director de Datanálisis, destacó que se impuso la centro-democracia y su socio Luis Vicente León recordó que los candidatos radicales de oposición obtuvieron el menor número de votos. La oposición posiciona de este modo el discurso de la “moderación”. Los expertos electorales recomiendan a Henrique Capriles Radonski insistir en convencer a los independientes y terminar de desmontar el miedo para aspirar a obtener los 8 millones de votos necesarios para ganar el 7 de octubre. Todos vaticinan, cualquiera que sea la circunstancia, que "habrá una pelea a cuchillo", lo que significa que las elecciones serán parejas.

Ante las primeras valoraciones de la nueva situación, el gobierno ha insistido en la línea comunicacional del “fraude electoral”, aunque Chávez se ha deslindado sutilmente de esta versión. Esta linea comunicacional llama poderosamente la atención si la contrastamos con la posición de la Presenta del CNE Tibisay Lucena, quien afirmo queEl CNE estuvo involucrado en todas las actividades del acto de votación”. Lucena, en rueda de prensa, garantizó la “transparencia y la confiabilidad del proceso” así como también de los resultados. “Las organizaciones con fines políticos hacen sus aseveraciones, de todo tipo, y nosotros no queremos intervenir en estas diatribas”. “En todas las etapas en las que participó el CNE, hubo controles”, detalló, sin embargo, explicó que en el caso del voto manual y el voto en el exterior, el ente electoral no participó “para nada”.

Asimismo, Lucena ratificó que las elecciones primarias fueron realizadas de acuerdo al reglamento aprobado por la MUD (http://www.eluniversal.com/2011/05/04/reglamento-de-la-mesa-de-la-unidad-para-la-escogencia-de-los-candidatos-para-los-comicios-del-2012.shtml) aprobado en mayo de 2011 y felicitó a todos los que participaron y especialmente a las organizaciones políticas que fueron parte del proceso electoral. Lucena felicitó al personal del ente comicial, a las Fuerzas Armadas y a la CANTV por participar en el proceso y ayudar al CNE a cumplir con el electorado de forma”impecable”. También, le agradeció a los observadores internacionales por venir a apreciar el proceso electoral e informó que sostuvo unas reuniones con ellos. “Estamos en un país donde las instituciones funcionan”, precisó Lucena.

Por tanto, ¿Era una línea política correcta del gobierno pasar a denunciar el “fraude opositor” poniendo en entredicho el trabajo del CNE, como lo viene haciendo la oposición cada vez que los resultados no le favorecen? ¿No era preferible asumir una línea de auto-crítica al suponer que ni habría primarias ni habría una significativa participación en las mismas por parte del voto duro opositor? ¿Acaso desconocía el gobierno lo contentivo en el reglamento de la MUD aprobado en mayo de 2011 cuando en el literal e de la norma 52 se expresa que "Los documentos contentivos del registro de votantes y cualquier otro que identifique a los votantes, serán eficaz y cuidadosamente destruidos después de finalizado el evento electoral en todas sus fases, por los miembros de las Juntas Regionales en presencia de los testigos de los candidatos, que deseen presenciarlo, y se dejará constancia en acta formal redactada al efecto y firmada por todos los presentes."? Resultaría una confesión de desconocimiento político decir que nadie sabía que esto ocurriría en la alta dirección del proceso bolivariano.

Por otra parte, el Presidente Chávez sobre-estima un elemento que entra en juego en la contrastación de liderazgos: la oratoria y la elocuencia. Refiriendose a Capriles ha señalado:

Majunche, no puedes ni sostener un discursito, tienes que leer cuatro paginitas. Una de mis tareas, señor majunche, será quitarte la máscara. Majunche, por más que te disfraces, majunche, tienes rabo de cochino, orejas de cochino, roncas como un cochino; eres un cochino. Di la verdad, majunche, eres proyanqui, majunche; eres contrarrevolucionario. Majunche, no trates de disfrazarte. Chávez te va a dejar demolido el 7 de abril (sic), pulverizado. Majunche, irás a gobernar a la tierra de Tarzán y la mona Chita" (Hugo Chávez Frías en el acto de graduación de la I Promoción de Médicos Integrales que se realizó en el Polideportivo José María Vargas, en Maiquetía).

Ante esta realidad que anticipa los estilos políticos de campaña, habrá que analizar cuál táctica tendrá mayor eficacia para definir las brechas electorales, pués quienes deciden las ventajas decisivas son en cierta medida los llamados segmentos no alineados, no sólo los “votos duros” de lado y lado. Así mismo, Chávez debe advertir que en la estrategia polimediática y comunicacional de la oposición, uno de los ejes de campaña será contrastar el papel de su oratoria y elocuencia para generar promesas, evaluándolas una a una con sus realizaciones concretas, en términos cuantitativos y cualitativos (una auditoria y balance de gestión).

De allí que no sea casual, el énfasis del equipo político comunicacional de Capriles Radonsky (y de todos los candidatos opositores en las primarias) en posicionar el contraste entre palabras y obras del gobierno. La conclusión es que para garantizar una victoria contundente, la alta dirección política de la revolución no puede confiar exclusivamente en la fortaleza comunicacional de Chávez. ¿Quién convencerá a los no alineados y votos moderados de lado y lado?.

Los propios analistas cercanos a la oposición no sobrestiman los resultados de participación en las primarias, conjurando la ilusión triunfalista en ese campo político. El presidente de Datanálisis, Luis Vicente León subrayó que pese a la importancia de la participación alcanzada en las primarias, debe tenerse claro que la batalla será dura: “Tres millones de votos no son nada en comparación con la votación que debe obtenerse en octubre. Se necesitan 8 millones de votos para ganarle al presidente Hugo Chávez”.

Resulta llamativa la cifra: 8.000.000 de votos, una cifra que representa un 43 % del REP, pero que al analizar en profundidad y detalle los números nos indican que es una meta certera para derrotar a Chávez. Así mismo, se trata de una cifra que obligaría al gobierno a superar la zona crítica de ventaja electoral entre ambos polos enfrentados que rondará en cerca de 1.000.000 de votos, pues en las actuales circunstancias lo que esta en juego no es una “elección convencional”. Se trata de un proceso electoral enrarecido por poderosos factores de desestabilización e injerencia contra el proceso bolivariano, presiones de naturaleza internacional y nacional, factores de poder que evaluarían cualquier brecha, ventaja o diferencia menor a 500.000 votos como una zona de no reconocimiento electoral de la reelecciòn de Chávez, y activará lo que algunos simpatizantes de línea revolucionaria del proceso han denominado el “Plan A del Imperialismo”.(Un Grano de Maiz. http://www.notivargas.org/antonio-aponte-un-grano-de-maiz-el-tufo-de-la-bestia/)

Adicionalmente no se han valorado otros factores de incertidumbre y riesgo político asociados a la “violencia política o paramilitar” de sectores conspirativos, que pueden agregarse en cierta etapa del proceso que llevaría a octubre de 2012, con el propósito de romper la ilusión de la moderación en el discurso opositor. Mientras en el terreno meramente electoral se consolida una estrategia de no-confrontación, mostrando a Capriles Radonski como representante del “nuevo liderazgo”, de una “nueva forma de hacer política”, proyectando irreverencia frente a las élites, medios de comunicación y con alianzas políticas catalogada de audaces, también hay que abrir un espacio de posibilidad al uso de un escenario de confrontación si la oposición valora que no hay condiciones para una “elección competitiva, limpia, imparcial y transparente”.

No olvidemos que la dirección opositora en varios momentos históricos ha sido controlada por factores radicales de confrontación cuya consigna ha sido: “la lucha final es en Miraflores” como en los años 2001, 2002 y 2003. Así que el tema de la estabilidad política sera eje de campaña para que la oposición logre viabilizar su “esquema de transición política”, lo cual ha sido reiterado también por Chávez, llegando incluso a sostener en un jeroglífico ideológico con implicaciones paradójicas para sectores con una mediana formación ideológica y política de izquierda:

El presidente de la República, Hugo Chávez Frías, expresó el viernes que a la derecha venezolana le conviene que "haya Chávez por mucho más tiempo para seguir garantizando la estabilidad en el país". "Por eso lo digo sin ningún tipo de pretensiones y con mucha seriedad: Yo creo que todavía Hugo Chávez hace falta", dijo en la Asamblea Nacional, durante la presentación de su Memoria y Cuenta 2011. "Aquí (en Venezuela) tenemos que garantizar la estabilidad nacional, la paz nacional" agregó. En este sentido, el jefe de Estado hizo un llamado al sector opositor a que reflexione "porque a la misma derecha le conviene que siga siendo el Presidente de Venezuela".(http://radiomundial.com.ve/article/la-derecha-le-conviene-que-haya-ch%C3%A1vez-por-mucho-m%C3%A1s-tiempo)


¿Cómo se interpreta este enunciado de que a la propia derecha le conviene que siga siendo Presidente de Venezuela? Cualquier analista medianamente serio encuentra en este tipo de expresiones un típico caso de “comunicación de doble vínculo”. Sabemos que a los sectores revolucionarios siempre les ha costado conjugar en términos semióticos la palabra “revolución” con el término “estabilidad”. De nuevo, se manifiestan las tensiones entre los ideales y la real-politik. Incluso, corrientes revolucionarias con una relación ambivalente con el proceso bolivariano han visto en este tipo de expresiones una confesión de que “la revolución ha finalizado, lo que interesa es mantenerse en el poder”. Otros, han señalado que el sintagma “revolución conservadora” es prototípica de todas las variantes de fascismo o del populismo bonapartista. La “estabilidad” le pone un ingrediente adicional a la campaña, y estas señales de conveniencia para la derecha pueden ser leídas simultáneamente como amenazas, chantajes o como líneas de negociación.


Este tema también ha sido reconocido por la asesoria opositora: “León considera que sí el actual gobernador del estado Miranda gana la Presidencia de la República, deberá organizarse con los adversarios para sostener la gobernabilidad y lograr la reconciliación del país.” Esto implica cuatro lineas de acción y relación con el campo bolivariano: a) estimular la deserción en el mismo, b) incrementar incentivos para la cooptación y reclutamiento de cuadros medios y altos, c) crear divisiones internas en las filas de la revolución bolivariana, d) negociar con factores de poder del chavismo para controlar una situación de crisis política y levantamiento de sus sectores radicales.

Para agudos lectores de algunos indicios que permiten armar el cuadro de escenarios y posibilidades opositoras, sera prudente revisar el siguiente texto: “Como ganar o perder las elecciones presidenciales de 2012 en Venezuela” (José A. Gil Yepez. 2011). Uno de los aspectos que más se vienen valorando desde estas posiciones es el efecto positivo de arrastre electoral de una coalición opositora que proyecte una imagen “democrática, pluralista e incluyente” como sucedió durante el referendo de la reforma constitucional en 2007 y durante las elecciones parlamentarias de 2010.

Así mismo, el tema de los consensos utilitarios, emocionales e ideológicos, del peso específico de cada uno de ellos en la valoración de la construcción de coaliciones ganadoras para cada uno de los campos en conflicto entra en la valoración de escenarios lo cual permite identificar las condiciones de una posible victoria del "oficialismo":

a) Que el conflicto por la candidatura opositora impida la consolidación de una candidato unitario con apoyo del resto de sus antiguos competidores.

b) Que la coalición opositora de presente desarticulada, controlada por una organización de carácter partidocrático, con poca fuerza y representatividad hacia diversos sectores del país.

c) Que la movilización electoral del 2012 se haga en función de intereses partidistas, y no en función de la unidad nacional

d) Baja aprobación de los partidos de oposición por la oposición

e) Carece de oferta propia en materia de reparto y acceso a bienes y servicios.

f) Con críticas directas a Chávez y no a su gestión de gobierno

g) Presentada para la elección presidencial con Tarjeta unitaria en vez de tarjeta única.

h) que el "oficialismo" modere la idea de Socialismo semejante al socialismo real, adecuándolo a un socialismo democrático y moderno.

i) Que el oficialismo aumente el reparto y la liquidez pero regulando la inflación.

j)Que crezca la aprobación de la gestión del Presidente Chávez.

k) Que Chávez establezca canales de transacción utilitaria con diversos sectores del país.

l) Chávez se recupera de la enfermedad

Un interesante cuadro para analizar cómo se calibran las estrategias para derrotar a CHávez y la revolución bolivariana.

2.- ¿SABRÁN LOS ESTRATEGAS DE LA ALTA DIRECCIÓN DEL PSUV QUE ES LA TRIANGULACIÓN Y EL MARKETING POLÍTICO-ELECTORAL?

A los estrategas del Chavismo oficial, habrá que recordarles que significa “triangulación”, y ponerlos a leer a Dick Morris (http://en.wikipedia.org/wiki/Triangulation_%28politics%29): La explicación es relativamente sencilla, “La triangulación o Tercera Via”, es el nombre dado al acto de presentación de un candidato político de su ideología como “progresista” y “moderado”, “entre” la “Izquierda” y “Derecha” distinguiéndose del tradicional “espectro político”; lo cual se define como adoptar para sí mismo algunas de las ideas de su oponente político (o aparente adversario). La lógica detrás de esto es que se atribuye el mérito o fortalezas de las ideas del adversario, y aísla al “Triangulador” de los ataques de sus adversarios en estos temas en particular.

A los efectos del buenos entendedores: El candidato Capriles Radonski se apropia de las banderas de la revolución democrática y pacífica de Chávez en el año 1998, de la Constitución de 1999, del “modelo brasileño de Lula” para crear empleo y programas sociales, para “solucionarle los problemas a la gente”, y coloca al chavismo en el espectro de la izquierda autoritaria del siglo XX; en fín, posiciona la percepción de que la revolución chavista esta liderizada por un simple segundón ideológico-político de Fidel Castro, un elocuente lider que incumple constantemente sus promesas, que “habla mucho y hace poco”, con su modelo de socialismo anacrónico y regresivo, con estatismo, concentración del poder, planificación centralizada y sistema político de partido único.

Chávez, por arte de la triangulación forma parte del “pasado”, Capriles del “futuro”. Chavez da miedo, Capriles esperanza. Quien subestima esta estrategia de psicología electoral de masas que moviliza todos los resortes pasionales, queda preso de una actitud reactiva. La idea manida de “progreso” y “progresismo” en el guión ideológico de Capriles deja en evidencia parte de su estrategía comunicacional:

a) apropiarse del imaginario del cambio y la esperanza con fuertes marcadores temporales en el futuro, contrastando con el uso permanente de Chávez a una revisión de la memoria y de la historia como fuente de identificaciones colectivas,

b) Colocar al “progreso” en contraste hacia la idea de “revolución”, en una clara clave capitalista y promotora de la sociedad de mercado orientada por el Estado descentralizado,

c) Colocarse más allá de la izquierda y la derecha (Giddens dixit), tratanto de presentarse como una candidatura de “unidad nacional”,

d) Fuerte eje en tema de empleo con acento implícito en la re-conversión productiva y educativa funcional a los intereses empresariales privados (HCR lo llama “empleo de calidad”), además de educación, salud, servicios públicos, vivienda y seguridad como ejes temáticos de la campaña,

e) Contraste entre “Estado orientador” y “Estado controlador”,

f) Presencia decisiva de la empresa privada como palanca de inversiones y desarrollo, en especial en materia de construcción de viviendas.

No hay que sub-estimar la capacidad de manejo mediático, publicitario y propagandístico del equipo político de Capriles. Cuenta con eficaces asesoría de imagen, mensajes y medios, incluso una plataforma novedosa de redes por la web, utilizando fundamentalmente twitter, facebook, entre otras.

Su fortaleza entonces, es una estrategia calculada de comunicación política basada en “sentimientos de reconciliación y des-polarización”, a la vez que la difusión masiva de “mensajes cortos pero eficaces” con lenguaje sencillo, directamente vinculados a una agenda de problemas expresados en órganos validadores de opinión pública, como lo son las encuestas y sondeos de opinión de carácter cualitativo (Focus Group) y cuantitativo.

HCR utiliza preferentemente una combinación de campaña positiva sobre su propia imagen (el eslogan: “Hay un camino: Capriles Radonski”), y de campaña negativa hacia lo que denomina “promesas incumplidas del gobierno”, “palabras y promesas”, pero “ni logros ni hechos”.

La proyección del adversario-Chávez no es completamente negativa en el plano de las promesas de inclusión social, sino en el plano de las realizaciones, logros o hechos, además de colocar las buenas intenciones de Chávez por un lado, pero su incapacidad de gestión por otra. Es decir, no critica directamente a Chávez en su idea de posicionar como primer problema la pobreza, pero lo ataca en las políticas que utiliza, en la gestión que realiza, en los logros que obtiene. De hecho, es partidario de la idea de recoger propuestas de Chávez y la revolución bolivariana, “continuarlas y mejorarlas”.

Repetimos, se trata de una estrategia de “triangulación” (http://24con.elargentino.com/conurbano/nota/36337-el-guru-electoral-de-clinton-disertara-en-la-cumbre/). En su obra “Juegos de poder”, Dick Morris[1] explica el concepto de “triangulación”, una estrategia electoral que fue eficaz para Clinton frente a su rival republicano Bod Dole. La triangulación consiste, básicamente, en utilizar los temas del contrincante ofreciendo enfoques distintos. En esta publicación, Morris ha agrupado los casos estudiados en seis estrategias básicas: mantenerse fiel a sus principios; triangulación; divide y reinarás; reforma tu propio partido; utiliza nueva tecnología; y moviliza tu nación en épocas de crisis. Para demostrar estas estrategias, examina las jugadas políticas de veinte figuras famosas, desde Abraham Lincoln y John Kennedy a George W. Bush, Al Gore, Bill Clinton, Tony Blair, Charles de Gaulle, François Mitterrand y Junichiro Koizumi.

Detrás de la campaña de comunicación política de HCR, el objetivo es robarle las banderas simbólicas progresistas a Chávez, para llenarlas con un enfoque distinto (democracia liberal-pluralista de mercado), tratando de capturar su audiencia y base de votantes potenciales. En su pieza comunicacional, HCR señaló: “¿Cuál es tu camino? La familia, La paz, La prosperidad, El trabajo, La educación, La solidaridad, La salud, Es el progreso, El amor, Es la alegriaHay un camino para el progreso, hay un camino para el futuro. Todos juntos hacemos el camino. Capriles Radonski Presidente.”

La pieza comunicacional de invitación, el fondo musical tiene un fuerte poder de penetración, pues pareciera estar asociadas connotativamente al “disfrute de un automovil” (¿Imaginario de futuro?: progreso, felicidad, viajar en automovil). El mensaje tiene todas las características de la publicidad comercial, combinadas con rostros mayoritarios de alegria y asertividad, asociando imágenes de trabajadores con el valor “progreso” y de máquinaría de construcción con el valor “futuro”, obviamente anclandolas a la imagen personal de Capriles. Llama poderosamente la atención que no aparecen símbolos de partido Primero Justicia, sino el uso de los colores de la bandera nacional (Legal o ilegal, ya lo hizo y ya lo posicionó, no se que dirá el CNE sobre este tópico). También llama poderosamente la atención que no se trata de un “precandidato a primarias de oposición”, se trata desde ya de proyectar la imagen de un “Candidato Presidencial”.

Ciertamente, el formato de las piezas comunicacionales parece copiar la oferta comercial de un producto, dirigido fundamentalmente a audiencias urbanas, combinando la multiculturalidad, diversas edades y una imagen de “simpatizante” referido a los estratos populares, medios-bajos y medios del país, generando una melodia de “tranquilidad y sosiego” que se pretende transmitir, sobre todo en el énfasis de la identificación de la figura de Capriles con: “es el progreso”, “es la alegria”, utilizando en estos valores el verbo y no el pronombre. En el lenguaje, Capriles no utiliza marcadores de género femenino, sólo se refiere al género masculino cuando se refiere a los venezolanos, a los simpatizantes, etc. Se trata, sin embargo, de piezas comunicacionales y guiones discursivos que intentan con eficacia la busqueda de identificación con la figura personal de Capriles: “Capriles es tu camino, es el progreso, es la alegría”.

Adicionalmente, la galería de fotos de su paguina-web promocional, es elocuente (http://www.henriquecaprilesradonski.com) en la estrategia calculada de comunicación política. Sabe escoger su “audiencia-objetivo” y la “imagen-deseada” que quiere transmitir, utilizando los resortes motivacionales adecuados para enganchar y empatizar con “su público”; por ejemplo, una imagen entregando viviendas en Charallave a una “mujer con tipo popular, de mediana edad, con gorra del PSUV y camisa de la Misión Robinson”. Allí Capriles aparece sonriendo, proyectando inclusión y tolelerancia al dar la mano a una “chavista”.

La totalidad de las fotos está dirigida al logro de la identificación de Capriles con “estratos populares y afrodescendientes”, población mayoritaria del Estado Miranda, incluido un niño afrodescendiente, saludando con un toque de puños a Capriles, éste ultimo colocado en la misma altura, estableciendo visible signos de empatía y comprensión. La imagen del niño remite a un estudiante, de lentes, de contextura delgada y Capriles proyecta una imagen paternal de “ayuda y empuje para el futuro del niño en su educación”.

En otra foto, HCR aparece con su cara pintada de betún negro en vias de abrazar a una “anciana afrodescendiente”, en un acto de carácter cultural, además llevando collares alusivos a las tradiciones culturales de las comunidades barloventeñas. Los objetivos fundamentales de este tipo de piezas son: a) minimizar el rechazo de sectores chavistas y/o populares a la imagen de Capriles; b) maximizar la identificación hacia su figura personal, proyectándo una suerte de “carisma manufacturado”.

Queda patente que se trata de una candidatura construida desde los “laboratorios de marketing político”, que ahora sera acompasada de grandes movilizaciones populares, de muchedumbres, de entusiasmo espontáneo y contagioso transmitido en directo. El objetivo: construir un “carisma manufacturado mediática y publicitariamente”. Todo este aparataje publictario y mediàtico deriva de una aplicacián sistemática y organizada de modelos de persuasión de la opinión pública desde un punto de vista científico, adecuadamente planificado, basado en la mercantilización de la política, establecer una imagen de “democracia de mercado” y que ha sido denominado por sus promotores: «The Enginieering of Consent» (Edward Bernays[2]) o por sus detractores como “consenso manufacturado” (Chomsky); es decir, la “ingeniería del consentimiento”.

En la campaña de HCR parece no haber lugar a improvisaciones (en el lanzamiento, el discurso de Capriles fue escrito, memorizado y medianamente recordado con algunos errores), sino escogencia oportuna de tiempos y espacios, estrategia calculada, uso racional de recursos de ventaja política, detalles importantes de proyección de imagen de marca, etc. No podemos olvidar como éstos mercaderes de la opinión (recordemos al llamado “Rendon Group” y su gestión de las percepciones) podian trasvasarse con radical facilidad hacia la propaganda de guerra, hacia las tesis goebbelianas de la manipulación, la confusión y la distorsión informativa, como sucedió en la contribución de Bernays al Golpe de Estado contra Jacobo Arbenz en Guatemala.

En el caso de Capriles, hasta ahora el mensaje es asertivo, con orientación electoral, con proyección de emociones positivas asociadas a un mensaje de progreso, de progresismo de centro (¿Un centro radical: Giddens. Más allá de la izquierda y la derecha?). Mediante la publicidad calculada dirigida al colectivo, es posible promover en alguna medida ésta imagen de individuo progresista que pregonan como tipo de candidatura los liberales con acento social (Clintón entre otros), sin que nadie se diera cuenta de cómo se está manipulando mediante maniobras dirigidas a resortes emocionales y subconcientes del colectivo. Se sintetiza todo esto en aquella publicidad de ARS: ¡permitame pensar por usted! O como el padre de las relaciones públicas Edward Bernays dice: “deciden en nombre de todos nosotros”.

Para estos laboratorios de marketing político los valores éticos quedan relativizados de tal manera que para éstos, lo más importante es cumplir con las exigencias del cliente (los grupos económicos de poder): “vender y anclar el producto, posicionarlo con eficacia”. Estamos, frente al uso sistématico del llamado “poder suave o diluido” de la comunicación política persuasiva, ciencia de manipulación de las masas, presentadas como legítima “industria de relaciones públicas, del mercadeo y la publicidad”.

El uso de los resortes del subconsciente, sobre todos de imágenes y manejo de emociones, afectos, sentimientos, forma parte del arsenal para manipular la opinión pública. Por ejemplo, Edward Bernays llego a decir:

«La manipulación consciente e inteligente de los hábitos y opiniones organizados de las masas es un elemento de importancia en la sociedad democrática. Quienes manipulan este mecanismo oculto de la sociedad constituyen el gobierno invisible que detenta el verdadero poder que rige el destino de nuestro país. Quienes nos gobiernan, moldean nuestras mentes, definen nuestros gustos o nos sugieren nuestras ideas son en gran medida personas de las que nunca hemos oído hablar.»

Bernays resume perfectamente su modelo de persuasión al inicio del libro “Cristalizando la opinión pública”: «Defina sus objetivos, investigue su público, modifique los objetivos a fin de alcanzar sus metas. Que la investigación demuestre que son realizables, decida su estrategia, plantee sus temas, símbolos y llamamientos, proyecte una organización efectiva para conseguir actividad, trace gráficos de sus planes, tanto temporalmente como tácticamente, y lleve a cabo las mismas». Bernays se destacó por una franqueza notable:

“En casi cualquier acto de nuestra vida cotidiana, ya sea en el ámbito de la política o los negocios, en nuestra conducta social o nuestra pensamiento ético, estamos dominados por el número relativamente pequeño de personas (...) que entienden los procesos mentales y los patrones sociales de las masas. Son ellos los que al tirar de los cables que controlan la mente del público”.

En una entrevista le preguntaron a Bernays: Se puede considerar que las Relaciones Públicas se gestaron de la mano del Presidente Wilson desde 1914 al 1918 ya que prácticamente todo el gobierno utiliza la maquinaria de la persuasión con ánimo a derrotar la moral de los contrarios y potenciar la moral de los aliados a través de aumentar el poderío Norteamericano ¿Es eso cierto? Bernays: Si, yo trabajé precisamente en el famoso comité para la Información Pública, para los EE.UU. así como para Europa y en concreto París. Pude vivir como todos al unísono con ilusión y coordinados por George Creel y tras situar nuestros enlaces en todas partes del mundo siguiendo una estrategia utilizaron estos conocimientos de Relaciones Públicas para potenciar el buen hacer de los Estados Unidos, no teniendo esta campaña precedentes en los EE.UU. y perfectamente diseñada con un gran éxito.Tengamos en cuenta que en esa época no existían los medios de comunicación ni las nuevas tecnologías de hoy en día y todo eso costaba más pero a pesar de todas las palabras nos hicieron ganar la guerra.

Pregunta: ¿Qué es para Vd. la Opinión Pública?

Bernays: La Opinión Pública es un término que describe un grupo de juicios individuales, mal definidos, vivaces y cambiantes, a la vez que es el resultado colectivo de la opinión individual, ahora uniforme, ahora conflictiva, de los hombres y las mujeres que constituyen la sociedad o cualquier grupo social. Una persona acostumbra a tener unas opiniones establecidas sobre la mayoría de los aspectos de la vida personal y pública.

Bernays[3] logró identificar la democracia con el consumo y cómo han dirigido las mentes de las masas a través de las Relaciones Públicas. Su convencimiento nacía de la creencia que más que vender productos o bienes debía generarse una idea política de persuación desde la propia opinión pública. La visión del mundo que nos ofrece Capriles, entonces, es “progresista-juvenil-democrática con oferta de futuro, con la tesis de -juntos podemos lograrlo-”. Capriles sería así el candidato que “recupera la armonia, el sosiego y la unidad nacional”.

Analizando con carácter de aproximación inicial su discurso de lanzamiento (http://www.youtube.com/watch?v=Hs_qa90dHaA) resalta la pregunta: “¿Cuánto tiempo más hay que esperar? haciendo referencia constante del “camino que todos queremos”. El eje de la pregunta es “cambio” (suena al “Change” de Obama), colocando la situaución existente como algo que hay que cambiar para lograr el “progreso”. En términos de estrategia de contraste y diferenciación, Chávez representaria el atraso, Capriles el progreso. Chávez la barbarie, Capriles la civilización. Chávez el comunismo fracasado, Capriles el progreso y la libertad.

La noción de “progreso” que maneja el equipo político de HCR es treméndamente influyente porque se ancla en el abismo entre las realidades y las aspiraciones, entre la existencia y los sueños. Da cuenta de la tensión psicológica, explota la carencia entre lo que la gente tiene y lo que querría tener, entre lo que son y lo que querrian ser, aliviando la tensión existencial proyectando la esperanza de un mundo mejor en el futuro, y afirma que su venida está segurada. O un mundo-futuro que al menos es probable. Ha dicho Pollard (citado por el sociólogo Scott Lasch): “El mundo cree hoy en el progreso, porque la única alternativa posible a la creencia en el progreso es la desesperación absoluta.” El clivaje "o revolución o progreso" intenta capturar las fantasías y aspiraciones de los potenciales electores.

3.- CAPRILES NO ES LULA, PERO SE MONTA EN LA TIERRA ABONADA POR LAS DEBILIDADES DEL PROCESO Y UN CAMBIO EN LA GEOPOLÍTICA MUNDIAL (Nueva ofensiva de recuperación del liderazgo global por Washington):

Sin embargo, sabemos que Capriles Radonski no es un obrero metalurgico con una tradición de lucha y solidaridad con Cuba, y mucho menos que su partido: Primero Justicia, alineado y con vínculos históricos con el Partido Popular Español (PP, actualmente en el gobierno), sea el Partido de los Trabajadores del Brasil (PT). Sin embargo, la “trampa caza bobos” de la triangulación es eficaz en una tierra abonada por condiciones objetivas y subjetivas que sintetizan los factores de debilidad internos de la acción del gobierno bolivariano: su ineficacia e incompetencia en materia de gestión pública, las corruptelas, el enriquecimiento de altos funcionarios del gobierno, la desconexión con los problemas sentidos de la población, el sectarismo, el burocratismo, el doctrinarismo ideológico que se aleja de cualquier concepción renovada de democracia socialista/socialismo participativo, el encapsulamiento de los canales de participación popular, el uso manipulativo de la política de las 3R y 3R al cuadrado, la soberbía y arrogancia de los altos “servidores públicos”, lo que ha llevado a dosis altas de desencanto, desilusión y hastío.

Frente a estos indicadores, la actitud de muchos cuadros de alta dirección ha sido la descalificación de la crítica interna, jugar a cuadro cerrado conformando bandas y micro-fracciones, fortalecer los controles internos en el PSUV y barrer estos problemas reales bajo la alfombra. Lo que la cibernética denomina amplificación de factores de debilidad y entropía por inter-retroacciones; en fín, “las pequeñas filtraciones de agua que terminan socavando la montaña”.

Quienes se sorprenden con lo sucedido por la eficaz movilización anti-Chávez del 12 de febrero, olvidan el reves táctico de 2007 y de 2010, en materia de votos. Y hasta tanto exista Constitución de 1999, y como dicen nuestros ultraizquierdistas deslucidos: “legalidad burguesa”, los votos cuentan.

Este es el gran impacto simbólico de lo sucedido el 12 de febrero, incluso más alla de toda la línea reactiva de descalificar o desacreditar por “estadisticamente anómala, sospechosa y fraudulenta” la información sobre el balance de participación en las primarias opositoras. Si la primera línea comunicacional del gobierno y del partido PSUV fue subestimar incluso la posibilidad misma de la realización de las primarias opositoras, por considerar que entre las fuerzas que competian por el liderazgo opositor hay contradiccones insalvables, ¿cómo no comprender lo que algunos compañeros han llamado el “fraude” interpretativo? (http://www.aporrea.org/ideologia/a138527.html.) El chavismo oficial sigue siendo reactivo.

La unidad de la oposición apunta a un objetivo estratégico de Washington para apuntalar a un “gobierno de transición”. Es falso lo de las contradiccones insalvables. Para ganar un juego cualquiera, solo los estúpidos confian en que los errores de su adversario son condiciòn suficiente para la victoria propia. Y si se trata de una batalla, solo los mandos incompetentes pueden llevar a un ejercito a confiar exclusivamente en las debilidades del enemigo. La necesidad de realizar las primarias y la proyección de la unidad de la oposición no es sólo una necesidad interna de la MUD. Es una decisión estratégica que viene del Norte. El alto gobierno parece perder de vista los extraordinarios factores de apoyo e influencia internacionales de la MUD. ¿Acaso no le conviene a Washington la estrategia de organizar unitariamente a la oposición y contar con una base de apoyo social significativa para el evento del 7 de octubre? La unidad de la oposición, entonces, no está pegada con saliva´e loro, se trata de una síntesis política tejida con paciencia y constancia para intentar interrumpir el proceso bolivariano.

4.- LA HISTORIA ELECTORAL CUENTA:

Les recordaremos a los amigos que abusan de las “metáforas bélicas” para comprender la actual situación de estancamiento del proceso bolivariano y de recuperación del campo opositor algunos enunciados “clásicos”:

“(…) lo que debemos estudiar y conocer comprende tanto la situación del campo enemigo como la del nuestro, y los dos campos deben ser considerados como el objeto de nuestro estudio; sólo nuestro cerebro (nuestra facultad de pensar) es el sujeto que realiza el estudio. Hay gentes que son capaces de conocerse bien a sí mismas, pero no a su adversario; hay otras con las que sucede lo contrario. Ni aquéllas ni éstas pueden resolver el problema de aprender y aplicar las leyes de la guerra. Sun Tsi, gran teórico militar de la antigua China, escribió en su libro: "Conoce a tu adversario y conócete a ti mismo y podrás librar cien batallas sin correr ningún riesgo de derrota." Esta sentencia se refiere a dos etapas: la etapa de aprendizaje y la etapa de aplicación; se refiere tanto al conocimiento de las leyes del desarrollo de la realidad objetiva como a la determinación, con arreglo a estas leyes, de nuestra acción para vencer al enemigo que enfrentamos. No debemos menospreciar esta sentencia” (Mao Tse Tung. Problemas estratégicos de la Guerra revolucionaria)

La primera lección de este enunciado es que desde el año 2007 (derrota Reforma Constitucional) se vienen cometiendo graves errores de sub-estimación de las fuerzas de la oposición y sobreestimación de fuerzas propias por parte de la alta dirección estratégica de la revolución bolivariana. Estos mismos errores se cometieron en el evento que marco la recuperación decisiva de votos por parte de las fuerzas de oposición (Elecciones parlamentarias 2010). Se percibe una excesiva riguidez y habituación conservadora en la formulación y aplicación de la estrategia política como si se tratara de sistemas cerrados al aprendizaje situacional, como si la oposición no aprendiera de las derrotas, como si no calibrara las debilidades y desventajas del gobierno:

“El proceso del conocimiento de una situación no sólo tiene lugar antes, sino también después de la formulación del plan militar. Entre el momento en que el plan comienza a aplicarse y el fin del combate, media otro proceso de conocimiento de la situación, el de la aplicación del plan. En este lapso es necesario comprobar de nuevo si el plan trazado en el proceso anterior corresponde a la situación real. Si el plan no corresponde a la realidad o no corresponde plenamente, es necesario, a la luz del nuevo conocimiento, establecer un nuevo juicio, tomar una nueva decisión y modificar el plan inicial de modo que corresponda a la nueva situación. Ocurre que en casi todas las operaciones el plan es rectificado parcialmente, y a veces, incluso por completo. Una persona impulsiva que no comprenda la necesidad de rectificar su plan o no quiera hacerlo, sino que actúe a ciegas, se romperá inevitablemente la cabeza contra el muro. ” (Mao Tse Tung. Problemas estratégicos de la Guerra revolucionaria)

El chavismo oficialista sigue preso de la ilusión del triunfalismo, pues supone que las situaciones en la correlación de fuerzas no han variado significativamente, como si estuviesemos ante las elecciones del año 2006. Todavìa se sigue preso de la fantasía ideológica del relato de autoengaño de la “Victoria contundente” del año 2010 (http://www.aporrea.org/actualidad/a109201.html).

El 12 de febrero de 2012, al igual que el 26 de septiembre de 2010, significan históricamente que en estas batallas–encuentros, las suposiciones de la alta dirección del PSUV son erradas: la oposición ha logrado avances importantes para imaginar y proyectar expectativas de victoria. Son eventos que re-moralizan al campo opositor, y que generan sentimientos de derrota en el campo bolivariano que no pueden despacharse con declaraciones grandilocuentes y arrogantes. Ante el revés tactico hay que ser humildes y asumir la crítica descarnada. Si no hay críticas no hay correctivos, no hay ningunas "3R ni que ocho cuartos".( http://www.elecodelospasos.net/article-documentos-para-el-debate-60117234.html)

La amenaza de perder electoralmente el proceso bolivariano, como riesgo calculado con base a una “experimentación numérica de escenarios” es factible. Esa rendija de probabilidad estadística se realimenta de manera positiva con batallas tácticas cuyo resultado es el avance opositor. El desconocimiento de esta situación está generando una falla sísmica de sintonía, entre los que las bases chavistas sienten y piensan, y lo que la alta dirección política pretende seguir afirmando como linea comunicacional del chavismo oficialista.

Es un hecho corroborable que la popularidad del gobierno de Hugo Chávez (no medida con encuestas sino con base a resultados electorales), desciende progresivamente en el período 2007-2010, mientras que la oposición ha sostenido una política coherente que le ha permitido aumentar gradualmente la fuerza electoral en el mismo periodo de referencia. Es posible medir tasas de desgaste y de recuperación en este período, como veremos más adelante, y esto no implica escenarios fatales o deterministicos. La acción acertada es decisiva para minimizar el riesgo que se articula por la combinaciòn de amenazas y debilidades, generando un cuadro de desventaja frente al adversario. Ya la oposición ha roto el muro que impedía que percolara su mensaje en sectores populares, especialmente en los asentamientos urbanos; el chavismo viene perdíendo espacios y la maquinaria del Partido Socialista Unido de Venezuela no ha logrado superar en eficacia del Comando Miranda-2006, ni del Comando Maisanta-2004.

Aún reconociendo que la presentación de los datos de los resultados de las primarias no escapa a las campañas propagandísticas para maximizar ó minimizar la percepción de ventajas electorales obtenidas, entre el “polo chavista” y el “polo opositor”, el “polo bolivariano” no cuenta con una ventaja contundente a la hora de valorar la correlación electoral como aquellas versiones que calculan una brecha de 3-4 millones de votos entre Chávez y el candidato opositor. No hay amplias ventajas electorales.

No hay base estadística suficiente para declarar que existen ventajas electorales para mantener el imaginario triunfalista de la “victoria contundente”. En el año 2010, tan sólo en en 37 de los 87 circuitos electorales disputados la brecha entre fuerzas del gobierno y fuerzas de la oposición fue mayor del 5 %. Si los números se invirtieran, eso es lo que significaría una “victoria contundente”: ganar al menos por más de 5 % de los votos en 50 de los 87 circuitos disputados.

Para ejercer un prudente y riguroso cálculo estratégico para el 2012, no hay que olvidar que en el año 2010 la oposición perdió sin grandes ventajas en correlación de votos favorables al campo bolivariano, situación que no permita hacer una afirmación tan desafortunada como aquella del comando del PSUV de la “victoria contundente”.

5.- LAS CORRELACIONES DE FUERZAS DETERMINAN SI HABRÁ O NO DERROTA ESTRATÉGICA:

Las correlaciones de fuerzas, no son exclusiva ni predominantemente electorales, son en estricto sentido una combinación desigual de fuerzas económicas, sociales, políticas, ideológicas, institucionales, militares, internacionales y culturales, donde se evalúan factores de movilización de recursos de poder y de control de centros estratégicos de decisión.

Hay muchos más aspectos a considerar entonces, aunque los votos son los que cuentan como plano de superficie, si se trata de hacer previsiones para el 2012, desde una perspectiva restringida de “democracia electoral”. Lo fundamental, sin embargo, de un riguroso análisis de la correlación de fuerzas, es evitar la derrota estratégica de la revolución bolivariana. Y allí la crítica, por más desmesurada que sea, es un insumo de trabajo político.

Hay dos grandes cuestiones que siguen sin ser despejadas que son inseparables: a) “El proyecto de transición democrática al socialismo”; y b) el “proyecto de transición al socialismo democrático”. En Venezuela, NO se han agotado las condiciones de la lucha cívica, democráticas, electorales, constitucionales, de lucha pacíficas para construir un socialismo democrático y participativo renovado, distanciado de los modelos del socialismo burocratico del siglo XX. La Constitución de 1999 no permite confundir doctrinariamente el Estado democrático y social de derecho y de justicia, con los “Estados Socialistas” que caracterizaron a los socialismos reales. Es insostenible en las actuales circunstancias mantener el juego de lenguaje revolucionario pro-bolchevique, para colocar los pies en dos terrenos políticos con formulaciones ideológicas inconmensurables. Una revolución democrática requiere de un instrumento revolucionario de masas para abordar tareas electorales. Con la lógica leninista no se ganan elecciones en sistemas políticos multipartidistas. Se podrá construir un aparato disciplinado, centralizado y clandestino para tareas de mayor calado revolucionario, pero no un instrumento de movilización electoral de masas.

Ciertamente, para un bolchevique consecuente, las revoluciones no se hacen con elecciones pluri-partidistas, ni siquiera de modo preferente con elecciones. Estos son métodos socialdemócratas, propios de una valoración positiva de los tiempos maduros de Marx y Engels, en algunas condiciones nacionales, del sufragio político. De allí, que nos guste o no aceptarlo, estámos jugando con las reglas y límites de la democracia constitucional y electoral. Es allí donde se debate la conquista de la hegemonía democrática a partir de interpelaciones revolucionarias y nacional-populares. Si, una revolución democrática que avanza hacia otro-socialismo, con métodos y prácticas radicalmente democráticas. Que concibe el Socialismo como una forma más avanzada de democracia, de democracia sustantiva, participativa y con protagonismo fundamental del poder popular. En este orden de ideas, sugiero que el movimiento revolucionario, popular, democrático, bolivariano aún se mueve sobre una gran dosis de confusión en cuestiones estratégicas, confundiendo terrenos de lucha:

¿Reconocemos las reglas, prácticas y condiciones, del terreno para una transición democrática: electoral, constitucional, pacífica al Socialismo? Seguidamente: ¿Cuál Modelo de Socialismo? ¿Reconocemos las reglas, prácticas y condiciones del Socialismo Democrático Participativo?

Si no es así, estamos ante un desvarío que conduce a liquidar la cuestión de la “transición democrática al socialismo”, a liquidar la relación entre poder constituyente y poder constituido, desde el terreno de la democracia radical. Sin un efectivo ejercicio directo e indirecto de la democracia participativa, del protagonismo popular, del poder constituyente, el asunto de la revolución termina siendo la confiscación del proceso de transformación del Estado y la Sociedad, otra versión del imaginario “elitista revolucionario”, llámese “aparato-maquinaria”, “leninismo de partido único”, “cesarismo revolucionario, hiper-liderazgo o populismo mesiánico”. Y peor aún, una revolución que reproduce los vicios de ineficiencia, mala gestión, corruptela y burocratismo de la IV República. Lo peor que puede ocurrir es a Capriles se le perciba como a un Chávez de 1998, y a Chávez como a un Carlos Andres Perez de 1992. En palabras sencillas, que Chávez encarne una continuidad de vicios del pasado punto-fijista, mientras Capriles aparezca bajo el manto del cambio y lucha por la inclusión en el país.

6.- EXPERIMENTACIÓN NUMÉRICA Y ESCENARIOS 2012:

“Toda disposición correcta de un mando proviene de su decisión justa; la decisión justa proviene de su juicio correcto sobre la situación, y el juicio correcto proviene de un reconocimiento minucioso e indispensable y de un examen sistemático de todas las informaciones recogidas a través del reconocimiento. El mando emplea todos los medios de reconocimiento posibles y necesarios, y examina las informaciones recogidas acerca de la situación del enemigo, desechando la cáscara para quedarse con el grano, descartando lo falso para conservar lo verdadero, pasando de un aspecto a otro y de lo externo a lo interno; luego, considerando las condiciones de su propio campo, hace un estudio comparativo de la situación de ambas partes y de sus mutuas relaciones; de este modo, forma su juicio, toma su decisión y elabora su plan. Este es el proceso completo del conocimiento de una situación, proceso que debe recorrer un jefe militar antes de formular su plan estratégico, de campaña o de combate. Pero, en lugar de proceder así; un jefe militar negligente basa sus planes militares en sus propios deseos y, por lo tanto, semejantes planes resultan ilusorios y no corresponden a la realidad. Un jefe militar impulsivo que confíe sólo en su entusiasmo caerá inevitablemente en las trampas tendidas por el enemigo, se dejará tentar por los datos superficiales o parciales acerca de la situación de éste, o bien se dejará influir por sugerencias irresponsables de sus subordinados que no están basadas en un conocimiento real ni en una visión profunda, y, por consiguiente, se estrellará inevitablemente contra el muro, porque no sabe o no quiere saber que todo plan militar debe basarse en un indispensable reconocimiento y en un esmerado estudio de la situación del enemigo, la situación propia y las interrelaciones de ambas.” (Mao. Tse Tung. Problemas estrategicos de la guerra revolucionaria)

Se viene manoseando la tesis de una brecha contundente entre Chávez y el campo opositor (3.000.000-4.000.000 de diferencia), de acuerdo al crecimiento de Chávez en las encuestas (http://www.noticias24.com/venezuela/noticia/86446/chacon-al-menos-41-de-la-poblacion-considera-como-muy-buena-la-gestion-de-la-an/). A partir del 12 de febrero se medirán dos candidaturas claramente definidas. No dudamos de las posibilidades del triunfo de Hugo Chávez, pero si dudamos que la brecha será suficiente para cantar “Victoria contundente”. La ventaja en un proceso electoral convencional no supone ninguna zona de desconocimiento de una victoria por un voto, pero en una situación donde están en juego tensiones geopolíticas, conflictos de intereses y verdaderas transformaciones de los sistemas de dominación social, la oposición venezolana con apoyo de factores internacionales intentarán por todos los métodos posibles impedir que Chávez sea reelecto de manera clara y transparente.

  1. Analizando los resultados electorales en términos porcentuales desde el referendo revocatorio hasta el año 2010, debemos prestar atención a datos fundamentales como la diferencia de puntos porcentuales obtenidos por los candidatos, así como su comportamiento en varios eventos electorales realizadas en un lapso de tiempo determinado. Estos datos indican el crecimiento y el decrecimiento de 2 opciones políticas que se someten a una medición electoral.

Veamos el siguiente cuadro que muestra el porcentaje de votos a favor y en contra del Presidente Chávez según resultados del Consejo Nacional Electoral en los procesos del 15 de agosto de 2005 (Referendo revocatorio), las elecciones del 3 de diciembre de 2006, el referendo del bloque A de la reforma constitucional del año 2007, la enmienda constitucional del 15 de febrero del año 2009, y los porcentajes de las elecciones regionales del 26 de septiembre de 2010:

Año

A favor de Chávez

En contra de Chávez

Brecha

2005

59,10

40,64

18,46

2006

62,84

36,9

25,94

2007

49,29

50,7

-1,41

2009

54,85

45,14

9,71

2010

46,71

47,82*

-1,11

* Sumados a la oposición los votos obtenidos por el PPT en el 1010

El proceso de crecimiento o decrecimiento de la brecha entre votos a favor de Chavez y votos en contra, comparando la línea de tendencia entre estos procesos fue el siguiente:

Año

fechas

Meses y días

Brecha

2004

15 de agosto

4 m y 15 d

18,46

2006

3 de diciembre

11 m y 3 d

25,94

2005-2006

Sube 7,4

2007

2 de diciembre

11 y 2 d

-1,41

2006-2007

Baja 27,35

2009

15 de febrero

1 y 15 d

9,71

2007-2009

Sube 8,30

2010

26 de septiembre

8 y 26d

-1,11

2009-2010

Baja 8,60

Como es posible constatar no hay un crecimiento sostenido de la brecha a favor del Presidente, sino un proceso muy irregular donde el promedio de crecimiento del apoyo electoral es menor que promedio de decrecimiento del apoyo electoral.

De acuerdo a estimaciones la tasa promedio de desgaste mensual del apoyo a Chávez podría acercarse a 0,43 %, es decir, que si tomamos el valor promedio de los resultados a favor y en contra del Presidente desde el año 2004 hasta el año 2010 tendriamos los siguientes resultados: a favor de Chávez 54,82 % y en contra 44,12 %. Si calculamos 25 meses desde sept 2010 hasta oct 2012 tendriamos la posibilidad de un saldo de 5,66 % distribuido a favor de la oposición y de desgaste del gobierno, lo cual nos lleva al siguiente escenario: Chávez 49,16%, contra Chavéz 49,78%. Una desventaja de 0,62%.

De manera que tenemos ya dos escenarios: el escenario promedio A: Chávez 54,82% y contra Chávez 44,12% y el escenario B, tomando en consideración la línea de desgaste electoral que ha presentado Chávez entre 2004-2010: Chavez 49,16%, contra-Chávez 49,78%. El segundo escenario esta en la zona de riesgo muy alto y de derrota electoral.

¿Que ocurre si introducimos variaciones deliberadas de experimentación númerica, tomando en consideración los procesos con mayores brechas a favor de Chávez por una parte, y de brechas en contra de Chávez por otra? Tenemos que el escenario de techo o más favorable a Chávez sería: Chávez 55,72%, contra-Chávez 44,10%, y el escenario más desfavorable sería: Chávez 48,10%, contra-Chávez 49,36%.

De esta manera podemos proyectar en una tabla los siguientes escenarios ordenados en una escala de más favorables a más desfavorables:

Escenarios 2012

A FAVOR DE CHÁVEZ

EN CONTRA DE CHÁVEZ

VENTAJA

ESCENARIO 1

55,72%

44,10%

11,62 %

ESCENARIO 2

54,82%

44,12%

10,70 %

ESCENARIO 3

49,16%

49,78%

-0,62 %

ESCENARIO 4

48,10%

49,36%

-1,26 %

ESCENARIO 5

51,95%

46,84%

5,11 %

Adicionalmente, si tomamos en cuenta las abtenciones de los procesos electorales 2004, 2006, 2007, 2009 y 2010 tenemos los siguientes datos: 30,08%, 25,3%, 43,85%, 29,67% y 33,59%

AÑO

ABSTENCIÓN

2004

30,08

2006

25,3

2007

43,85

2009

29,67

2010

33,59

PROMEDIO

32,50

Para efectos de la experimentación numérica de escenarios, podemos establecer un piso de abstención mínima de 25 % y un techo de abstención maxima de 40 %, calculando el numero de votos para cada valor de abtención.

Escenario 1: Victoria abierta A: Chávez 55,72%; en contra-Chávez 44,10%; REP: 18.500.000

ABSTENCIÓN

REP:18.500.000

VOTOS VALIDOS

A FAVOR

EN CONTRA

20%

3.700.000

14.800.000

8.246.560

6.526.800

25%

4.625.000

13.875.000

7.731.150

6.118.875

30%

5.550.000

12.950.000

7.215.740

5.710.950

35%

6.475.000

12.025.000

6.700.330

5.303.025

40%

7.400.000

11.100.000

6.184.920

4.895.100

Escenario 2: Victoria abierta B Chávez 54,82%; en contra de Chávez 44,12%; REP:18.500.000

ABSTENCIÓN

REP:18.500.000

VOTOS VALIDOS

A FAVOR

EN CONTRA

20%

3700000

14800000

8113360

6529760

25%

4.625.000

13.875.000

7606275

6121650

30%

5550000

12950000

7099190

5713540

35%

6475000

12025000

6592105

5305430

40%

7400000

11100000

6085020

4897320

Escenario 5: Victoria en zona de riesgo Chávez 51,95%; en contra de Chávez 46, 84%; REP:18.500.000

ABSTENCIÓN

REP:18.500.000

VOTOS VALIDOS

A FAVOR

EN CONTRA

20%

3700000

14800000

7688600

6932320

25%

4.625.000

13.875.000

7208063

6499050

30%

5550000

12950000

6727525

6065780

35%

6475000

12025000

6246988

5632510

40%

7400000

11100000

5766450

5199240

Escenario 3: Derrota Chávez 49,16%; en contra de Chávez 49,78%; REP 18.500.000

ABSTENCIÓN

REP:18.500.000

VOTOS VALIDOS

A FAVOR

EN CONTRA

20%

3700000

14800000

7275680

7367440

25%

4.625.000

13.875.000

6820950

6906975

30%

5550000

12950000

6366220

6446510

35%

6475000

12025000

5911490

5986045

40%

7400000

11100000

5456760

5525580

Así mismo, es conveniente precisar matemáticamente cuando una victoria de Chávez se encontraria políticamente comprometida ante un Plan de desconocimiento de una ventaja de 500.000 Votos a favor de Chávez.

La zona de riesgo político máximo para la reelección de Chávez la hemos establecido como aquella ventaja igual o inferior a 500.000 votos frente a la oposición. Con base a potenciales de abstención, la diferencia en porcentajes relativos entre Chávez y la oposición sería la siguiente:

ABS.

REP:18.500.000

VOTOS VALIDOS

%

RIESGO POLITICO ALTO

RIESGO POLITICO BAJO

20%

3700000

14800000

3,38%

51,69%

53,38%

25%

4.625.000

13.875.000

3,60%

51,8%

53,61%

30%

5550000

12950000

3,86%

51,93%

53,86%

35%

6475000

12025000

4,16%

52,08%

54,16%

40%

7400000

11100000

4,50%

52,25%

54,51%

Esto indica que la zona de alto riesgo político para el gobierno bolivariano estaría activandose a partir de una brecha entre 51% y 53% favorable incluso a Chávez. Una victoria con más de 1.000.000 votos aseguraría una zona de riesgo político bajo, lo cual requiere como mínimo estabilizar un 53,4% de votos favorables a Chávez.

Una correcta interpretación de los escenarios proyectados con base a resultados de eventos electorales, y no con base a encuestas de opinión, plantearía lo siguiente:

  1. Chávez requiere obtener una votación de 8.000.000 de votos para garantizar una brecha cercana al 10% en un escenario de baja abstención.
  2. Si la oposición se traza una meta de 8.000.000 votos es porque maneja con certeza el dato de que este resultado significará una victoria incuestionable frente a Chávez.
  3. La diferencia o ventaja a favor de Chávez no podrá ser en ningun caso inferior a 3,5 %, pues esto supone entrar en una zona de alto riesgo político. En escenarios de baja abstención (20-30%) esto implica obtener entre 6.701.625 y 7.659.000 votos. En un escenario de abstención promedio (30-35%), esto implica una votación entre 6.222.938 y 6.701.625 votos. Y en escenarios improbables de alta abstención (35-40%) esto implica una votación entre 5.744.250 y 6.222.938 votos. De esta manera, es imperativo conquistar 7.800.000 como piso mínimo en cualquier escenario que se pretenda óptimo para consolidar el proceso.
  4. Es estadísticamente improbable una ventaja mayor a 2.000.000 de votos a favor de Chávez si se adopta un criterio ajustado a la tendencia del comportamiento electoral 2005-2010. Cualquier cifra superior a está, puede ser conciente o inconscientemente promotora de la “ilusión del triunfalismo”.
  5. De llegar a superarse esta brecha estariamos ante una espectacular recuperación del voto Chavista, políticamente deseable pero estadísticamente atípica.

7.- Y ENTONCES: ¿QUE HACER:

Ante estos escenarios, que se alejan de cualquier profecia auto-complaciente o de determinismo fatalista, conviene recordar algunas palabras del gran pensador Italiano Antonio Gramsci: “(…) es necesario tomar las medidas para establecer qué significa "regularidad", "ley", "automatismo", en los hechos históricos. No se trata de descubrir una ley metafísica de "determinismo" y tampoco de establecer una ley "general" de causalidad. Se trata de comprender cómo en el desenvolvimiento histórico se constituyen fuerzas relativamente "permanentes", que obran con cierta regularidad y automatismo. Tampoco la ley de los grandes números, aun cuando es muy útil como término de comparación, puede ser concebida como la "Ley" de los hechos históricos.” En síntesis, para Gramsci, las leyes históricas son en realidad tendencias y contra-tendencias sometidas al juego de actores colectivos y sus premisas de comportamiento de masas.

Lo fundamental de la teoría crítica socialista es entonces la “filosofìa de la praxis”: se ve que el concepto de "necesidad" histórica está estrechamente vinculado al de "regularidad" y de "racionalidad". Gramsci diferenciaba la "necesidad" en el sentido "especulativo abstracto" y en el sentido "histórico concreto": existe necesidad cuando existe una premisa eficiente y activa, la conciencia de la cual se ha tornado activa en los hombres planteando fines concretos a la conciencia colectiva, y constituyendo un conjunto de convicciones y creencias que obra potentemente como las "creencias populares”. Lo que esta en juego en el proceso electoral es el proceso de construcción de una hegemonía democrática, socialista, nacional-popular que coloque la autodeterminación nacional, la efectiva realizaciòn de la democracia participativa y la justicia social como centro de la lucha política.

Decía Gramsci que: “En la premisa deben estar contenidas, ya desarrolladas o en vías de desarrollo, las condiciones materiales necesarias y suficientes para la realización del impulso de voluntad colectiva; pero es claro que de esta premisa "material", calculable cuantitativamente, no puede separarse cierto nivel de cultura, es decir, un conjunto de actos intelectuales, y de éstos (como producto y consecuencia de los mismos), un conjunto de pasiones y sentimientos imperiosos que tienen la fuerza de inducir a la acción "a toda costa".” Mientras no exista claridad estrategica sobre la revolución democratica, socialista, descolonizadora y ecológica que pudiera renovar el imaginario socialista del siglo XXI, los procesos electorales se convertiran en torneos de realpolitik y marketing político administrado, donde las "creencias populares" serán condicionadas y vapuleadas por las estrategias polimediáticas de seducción electoral.

La revolución bolivariana se encuentra desde hace ya largo tiempo en una encrucijada crítica como han apuntado importantes voces (http://www.tni.org/es/paper/venezuela-%C2%BFradicalizar-el-proceso). El asunto de la praxis revolucionaria no puede despacharse sin un profundo debate colectivo con amplia participación y deliberación sobre la concepción del mundo distinta al “capitalismo depredador”, sobre el proyecto de mundo de vida que se pretende construir efectivamente, así como sobre las teorías revolucionarias que guían y orientan la practica y decisiones políticas de las fuerzas sociales políticas y sociales que intervinene en la arena política. La "ideología revolucionaria" no puede ser fruto de la imposición bancaria de guiones ideológicos que corresponden a otras experiencias de lucha y a otros momentos históricos. Lo que impera es el consignismo, el sectarismo, el seguidismo ideológico, la bruocratización del pensamiento crítico. En este lamentable pantano crece la hidra de la ilusiòn del triunfalismo en el campo del PSUV.

Se trata precisamente de cuestionar esta modalidad de pensamiento en acto, pues refuerza la posibilidad de que Chávez y revolución bolivariana (que requieren de un sacudón de conciencias, y de una profunda re-conducción democráticas) sean derrotables. Al romper el vinculo teórico y práctico entre el socialismo, la democracia y la revolución, se cae con facilidad en las redes del marketing político liberal o en las redes del socialismo burocrático.


[1] Dickmorris.com es el sitio oficial de este gurú de la comunicación política donde frecuentemente actualiza los contenidos y escribe columnas relacionadas con la actualidad política de los Estados Unidos. En un texto publicado el 27 de enero titulado “Obama y la triangulación”, Morris traza un paralelo entre las gestiones de Barack Obama y Bill Clinton frente a la presidencia de los Estados Unidos y marca las diferencias: “Hay una diferencia básica entre las circunstancias que rodean a la de Obama y Clinton. Clinton se enfrentaba a problemas relativamente menores, mientras que Obama hace frente a la recesión, el déficit y el estancamiento. Clinton pudo remodelar su presidencia por la posición, postura y aprobar la legislación moderada. Sin embargo, Obama sólo puede tener éxito mediante la alteración de los resultados. Los estadounidenses quieren trabajo, reducir el desempleo, el crecimiento económico, un déficit reducido y el fin de la recesión. No se apaciguan con las propuestas. Exigen resultados”.

[2] En el caso de Guatemala, Bernays fue contratado por la United Fruit Company como su experto en imagen y tuvo a su cargo la labor de propaganda para derrocar al gobierno de Jacobo Arbenz, justificando la intervención norteamericana basada en una campaña que realizó la Frutera bajo la dirección de Bernays. Y sobre Guatemala, por ejemplo, Bernays no dejó ninguna duda respecto al efecto de la propaganda porque convenció primero a la opinión pública norteamericana que Guatemala era una cabeza de playa de los comunistas rusos en América Latina, al punto de que la Agencia Central de Inteligencia montó la Operación Éxito que polarizó a la sociedad guatemalteca con una artificial pero trágica división entre comunistas y anticomunistas.

[3] Obra suya es por ejemplo, la extensión del mercado tabacalero a las mujeres: tras consultar con uno de los pocos psicoanalistas norteamericanos y constatar que el cigarrillo se representaba en el subconsciente como un signo fálico de poder, avisó a la prensa neoyorquina que durante una manifestación feminista se iban a encender las “antorchas de la libertad”, libertad de fumar, antorcha que representa al símbolo más importante de EEUU, la Estatua de la libertad. Cuando llegaron los fotógrafos, cada una de las "feministas" (que en realidad eran modelos contratadas para esa acción) encendió su cigarrillo LuckyStrike (esta marca era el cliente). Ver mujeres fumando en público era todavía un tabú, por lo que se logró que la foto fuese publicada en todos los medios y hubo un anunciante satisfecho más.