martes, 9 de marzo de 2010

RESPUESTA A MR. GERVER



Javier Biardeau R.
Hubo un tiempo en que los llamaban “Chicago Boy´s”, omitiendo que en la ciudad de Chicago, no solo se elaboran las versiones más pedestres de la teoría económica neo-liberal, sino obras más interesantes, como la teoría antropológica de Marshall Sahlins (La clásica obra: “La economía de la edad de piedra”, por ejemplo).
Fue Sahlins quién planteó algunos demoledores argumentos frente a la panoplia de supuestos de “naturaleza humana”, “individualismo posesivo”, "homo oeconomicus", “escasez”, “economía de tiempo capitalista"; y quien afirmaba que: “en la época del más grande poder tecnológico, el hambre es una institución".
Y es que los sicofantes neoliberales no les gusta que les hablen de la “institución capitalista del hambre”. No pasan de las primeras páginas de la “antropología económica”, pues se derrumban sus “sólidos fundamentos”; es decir, lo que la filosofía de Gadamer ha denominado “prejuicios”.
Y para colmo, esta cruzada de antenas repetidoras de la hegemonía ideológica de la era de Thatcher-Reagan-Bush, exigen responsabilidades a los presuntos “intelectuales chavistas”, por no enfrentar esta “gran estafa que nos arruina material y espiritualmente”, el llamado “Socialismo del siglo XXI”.
Sin embargo, nombraré sintéticamente el mantra de la gran estafa de la “década perdida” (¿Do you remember, Mr. Gerver?): a) privatizaciones, b) flexibilización laboral, c) desregulación, d) apertura comercial, f) liberalización de la economía y g) liquidación del Estado Social.
Ya se ha analizado suficientemente la relación entre éste mantra político-económico y la rea-parición de la nueva geografía del hambre, que responsabiliza directamente al BM y al FMI de la catastrofe humanitaria de la exclusión y la misería social.
Lo interesante es que se reactivan afectos e ideas (tal vez un “síndrome post-traumático” del 27-F de 1989) de revancha entre-líneas frente a la gran estafa del “chavismo”.
Esta revancha ("Vamos por ti", decía Pablo Medina) se mueve en el área no de la responsabilidad pública de los políticos, sino en el área de la irresponsabilidad de los llamados “tecnócratas”: los que nunca rinden cuentas de su responsabilidad de gestión de la política pública, encubiertos en el rigor de la “academia liberal norteamericana”.
Pero, la experiencia vivida por los trabajadores de la privatizada VIASA (linea aérea bandera de Venezuela), por ejemplo, será por mucho un argumento histórico de mayor peso que cualquier barniz teórico sobre el “bienestar subjetivo”.
Por eso los tecnócratas de derecha no tendrán jamás pueblo, aunque podrán apelar al recurso de las bayonetas, como el Pinochet de Hayek, claro... ¡si es necesario!
Pienso que la responsabilidad de estos engendros intelectuales no es de la ciudad de Chicago, ni de sus hijos e hijas (mucho menos de sus grandes equipos de baseball), sino de algo mucho más patético: yo lo denomino los “Babys Bush": los clones del TINA de Thatcher y Reagan (No hay alternativa al capitalismo).
Si, Margarita Thatcher, coloquialmente. Porque la Margarita fue también experta en privatizaciones de casi todo, enterrando las conquistas del laborismo británico, apelando por cierto a la vieja lucha de la libertad contra las servidumbres del Estado de Bienestar (Sociedad Mont Pelerin dixit).
Se trata entonces, no de la tecno-burocracia del Estado socialdemócrata europeo, como el Sueco o a la Noruega, sino de la tecno-burocracia de las agencias multilaterales (BM-FMI), y en consecuencia, de los nostálgicos del "paquete neoliberal" de CAP, ahora reconvertidos en filibusteros de las nuevas ONG´S, de la "sociedad civil democrática", financiadas por ese gran invento del “buen revolucionario-tercermundista” llamado: “imperialismo norteamericano” (de esos detalles se encarga por cierto, Eva Golinger).
Uno se pregunta: ¿Quién le tiene que explicar a quién en este caso? Uno no ha escrito libros tan reveladores de los prejuicios ideológicos como: “La tercera ola de las privatizaciones” (una mala copia del titulo de Huntington sobre la “tercera ola” de las democratizaciones) o “privatizaciones municipales”, publicados ambos por el Banco Mundial y cuya autoria es de Mr Gerver.
Claro, estos contenidos ideológicos se diluyen en los entretelones de títulos más inocentones del marketing que pretenden sedimentar un nuevo sentido común a la sombra de las mayorías silenciosas: “Un Sueño para Venezuela” (Fundación Liderazgo y Visión).
Quien haya caminado cierto trecho por la semiótica crítica, no dejará de llamarle la atención la afirmación de Mr. Gerver en su interpelación a Biardeau (en fín, a mí):
Una de las preguntas que hace Biardeau me llamó particularmente la atención. Es la que dice ¿que “el socialismo es para los pendejos y el capitalismo es para los vivos”? A confesión de parte relevo de prueba. Lo que está implícito en la pregunta de Biardeau es que el socialismo es un castigo, que deberíamos sufrir todos por igual y no sólo los pendejos.”-Preguntas a Biardeau).
Nunca leyó ni el contexto ni las comillas Mr. Gerver. Tampoco parece haber leído a un autor de su gusto: Umberto Eco-“Interpretación y sobre-interpretación”. Cuando la “viveza criolla” se vincula al capitalismo rentistico, es precisamente para dar cuenta de la lumpen-burguesía, el capitalismo sui generis venezolano, y sus intelectuales orgánicos (reciclados o no por las Multilaterales).
Es decir, la historia de la burguesía parasitaria, la que ha succionado la renta petrolera, para reconvertirla en fuente de capitalización nacional, o de transferencia internacional, conformando los realmente existentes "grupos económicos de poder"; todo esto, a través de determinados circuitos de financiamiento, contratación y testaferrismo.
A esa conducta se le llama “viveza criolla”, legitimando la "acumulación delictiva de capital", como la llamo Brito Figueroa (desde cierto punto de vista de clase: ¡Cual acumulación de capital no comporta cierto delito históricamente legitimado!). Claro, existe otra viveza: la viveza de los operadores y circuitos transnacionales: liquidar activos nacionales a precio de "gallina flaca", llevando a los trabajadores a la institución del hambre.
Por eso, los apendejados fueron quienes compraron ese imaginario, ese sueño para Venezuela que se llamó “Paquete Miguel Rodríguez”; es decir: el “Gran Viraje” de CAP, elaborado por sus verdaderos mecenas: BM y el FMI.
No hay marketing que valga, la fórmula es la misma. Por alguna "razón inexplicable", las mayorías electorales prefieren el mal-llamado "populismo redistributivo" y piensan que desde allí, el socialismo del siglo XXI no está nada mal.
Entre el “hambre de hoy”, y la “soberanía del consumidor” de algún mañana, hay una pequeña diferencia.
¡Para males, el mal menor!.
Eso lo huele “el pueblo”.
Como el 27-F Mr Gerver.
Artículo de Gerver Torres:
Hace pocos días un intelectual chavista, Javier Biardeau, publicó un artículo titulado “¿Campanadas de Alerta?”. Se trata de una larga lista de preguntas que el autor le hace a los seguidores de la revolución.
Entre otras: “¿Ha escuchado usted qué las demandas, aspiraciones y necesidades sentidas del pueblo no son compatibles con el socialismo autoritario del siglo XX? ¿Que la política de las 3 R es una retórica vacía más que un efectivo re-impulso revolucionario? ¿Qué los llamados “frentes de masas” no existen, mientras las “masas lucen evaporadas”? ¿Qué hay parcelas burocráticas y partidistas que liquidan la causa de la democracia socialista? ¿Ha escuchado que las bases del PSUV están arrechas porque las “maquinarias internas” y los “padrinazgos de segunda línea”, terminan poniendo siempre a las mismas caras; es decir, a auto-designados o mampuestos? ¿Qué la famosa talanquera se pone bajita y el mal-llamado “ganado electoral” agarra monte? ¿Que las formas de asumir la gestión del “gobierno bolivariano” encapsulan, silencian y atrofian la potencia del proceso popular constituyente? ¿Que la crisis de la “banca de maletín” puso al descubierto los entretelones de la “Boli-burguesía”?
Estas angustiosas preguntas, son las que apagan el alma de la revolución bolivariana. Pero el pueblo chavista le podría preguntar a Biardeau: ¿Cómo es posible que los intelectuales de esta revolución, no hayan anticipado lo que estamos viviendo, con toda la experiencia de los regímenes socialistas en el mundo? ¿Cómo es posible que hayan apoyado la aventura de un tal socialismo del siglo XXI, sin haber jamás examinado a fondo por qué fracasó el del siglo XX? ¿Cómo es posible tanta irresponsabilidad intelectual? ¿Cómo salimos ahora de esta situación? ¿Hasta cuándo vamos a seguir oyendo campanadas de alerta y cuándo vamos a enfrentar abiertamente esta gran estafa que nos arruina material y espiritualmente?
PD. Una de las preguntas que hace Biardeau me llamó particularmente la atención. Es la que dice ¿que “el socialismo es para los pendejos y el capitalismo es para los vivos”? A confesión de parte relevo de prueba. Lo que está implícito en la pregunta de Biardeau es que el socialismo es un castigo, que deberíamos sufrir todos por igual y no sólo los pendejos.

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