sábado, 21 de marzo de 2015

“Hay que analizar con profundidad histórica y claridad estratégica lo que ocurre con Venezuela” (I)


Javier Biardeau R

La orden ejecutiva emitida por el gobierno de EEUU, considerando a Venezuela una amenaza a su seguridad nacional, genera preocupación en todo el continente. Sobre este tema dialogamos con Javier Biardeau, profesor de Estudios Latinoamericanos de la Universidad Central de Venezuela.
Biardeau es conocido por sus agudos análisis de la situación del país, que publica en su blog. Identificado sin ambigüedades con el campo popular, es habitual que en sus intervenciones realice críticas a lo que considera errores o insuficiencias del proceso revolucionario. Consultado por la situación que abre la orden ejecutiva de EEUU, propone analizar el tema con seriedad: “Todas estas decisiones no pueden ser consideradas simples errores, sino que forman parte de una estrategia de alcance más amplio, continental”.

- ¿Cómo analizás la orden ejecutiva del lunes 9 de marzo, en el contexto que vive la Revolución Bolivariana?

Se trata de un punto decisivo de una estrategia de escalamiento por parte de los EEUU, que se ha venido pronunciando sobre la situación interna de Venezuela, en particular luego de las protestas violentas del 2014, lo que conocemos comúnmente como las guarimbas, apoyadas explícitamente por EEUU, que ese año tuvo características de violencia en la calle. Una protesta que dejó 43 fallecidos, una cantidad importante de lesionados, destrucción de edificaciones públicas, etcétera.

Los efectos inmediatos de las guarimbas, luego de su derrota, fueron utilizados a nivel mediático internacional como un pretexto para señalar a Venezuela como un país que está violando o lesionando los derechos humanos, sobre todo a partir de la detención de Leopoldo López.

Analicemos los antecedentes inmediatos de esta orden ejecutiva, tratemos de ver la perspectiva histórica: la escalada de pronunciamientos, declaraciones, llamados que diversos órganos del Estado norteamericano -el Departamento de Estado, la Casa Blanca o el Pentágono- han hecho sobre la situación interna venezolana. Luego, en el contexto de la guerra económica, en diciembre tenemos una ley del Congreso norteamericano, llamada Ley de Defensa de los Derechos Humanos en Venezuela, que tiene como alcance fundamental sancionar a funcionarios vinculados a las actividades de control y orden interno del país, tratando de colocar en la opinión pública la tesis de que se están sancionando funcionarios que están lesionando los derechos humanos.

Pero cuando uno analiza rigurosamente la exposición de motivos de la decisión que toma el Congreso, vamos a encontrar una legitimación de una decisión de EEUU de intervenir en los asuntos internos de Venezuela, violando los elementos claves de todo proceso de señalamiento jurídico, como son el derecho a la defensa, el debido proceso, la presentación de pruebas, la existencia de un tribunal. Todo eso se descarta y se hace una acusación a funcionarios sin haber pasado por un juicio previo, con una cantidad de elementos procesales que cualquier democracia del mundo contempla.

Llama la atención entonces que EEUU denuncia la debilidad institucional democrática de un país como Venezuela, pero no le molesta que su Congreso se convierta en juez, en abogado, en fiscal, en parte acusadora y sancionadora de presuntos hechos de lesión o vulneración de derechos humanos en otro país.

- ¿Que objetivos concretos tiene esta decisión estadounidense en el mediano plazo tanto para Venezuela como para el resto de América Latina?

– Pasamos a lo que sería la guinda de la torta, con esta decisión de la Casa Blanca, que declara a Venezuela como una amenaza extraordinaria e inusual para los EEUU. La matriz dominante a nivel de la opinión pública internacional plantea que son decisiones que tienen simplemente el carácter de sanciones a determinados funcionarios, pero si analizamos en profundidad, vamos a encontrar que van mucho más allá.

Representan una clara injerencia en los asuntos internos de Venezuela para ir construyendo, en primer lugar, condiciones de un posible bloqueo económico. Pero además, la historia enseña es que este tipo de órdenes ejecutivas son preliminares “necesarios” para intervenciones y escaladas militares, no solamente sobre el país afectado sino sobre el continente en su totalidad. Es la primera vez que un país sudamericano es colocado ante una decisión de esta naturaleza. Esa orden ejecutiva puede ser utilizada luego como precedente para amedrentar y presionar a países que desobedezcan, que sean rebeldes frente a la política exterior de los EEUU.

EEUU está intentando atrapar un problema de emulación que se da a nivel continental y mundial, con relación a la posibilidad de construir alternativas al capitalismo, tratando de enfatizar tres ejes fundamentales. En primer lugar, la soberanía sobre los propios recursos. En segundo lugar, una integración continental no subordinada a los EEUU. Y en tercer lugar, el ejercicio de la democracia participativa, yendo mucho mas allá de lo que para EEUU ha sido una especie de tótem político, que la democracia sólo llega a la democracia representativa de partidos. Entonces, EEUU está tratando de aleccionar a la Revolución Bolivariana, de amedrentarla porque la considera un mal ejemplo para la región.

- Llama la atención el momento político para estas medidas de EEUU, con elecciones parlamentarias en el horizonte ¿Por qué lo hace, sabiendo que puede contribuir a legitimar a la Revolución Bolivariana? Cuesta creer en la opción del error.

– En este momento hay una fuerte ofensiva diplomática por parte de EEUU para recuperar espacios perdidos, desde hace dos años hasta acá. Hemos visto a Biden, a Kelly, a Kerry -estamos hablando de la Casa Blanca, del Pentágono, del Departamento de Estado- dando declaraciones sobre la posición de EEUU hacia el continente como un todo.

Es importante analizar en el continente sudamericano la posición de los puntales geopolíticos, que son Argentina y Brasil. EEUU está metiendo presión sobre estos países. En Argentina, el caso Nisman fue impulsado hasta un punto morboso tratando de utilizarlo para crear una matriz contraria al gobierno, al igual que los fondos buitre. En el caso de Brasil, el triunfo de Dilma por estrecho margen generó una situación de correlación de fuerzas muy distinta a la que venía siendo.

Entonces, hay una debilidad en la correlación de fuerzas de los gobiernos progresistas que está permitiendo que EEUU avance con mayor agresividad en su política, que intenta recuperar espacios. También tenemos el caso de la Cumbre Energética del Caribe, donde EEUU señaló abiertamente que el enemigo fundamental para los países del Caribe era mantener los acuerdos de Petrocaribe. EEUU ha venido replanteando el tablero estratégico del continente y Venezuela es un elemento de ese tablero.

Todas esas decisiones no pueden considerarse simples errores de política, sino que son elementos para analizar y desentrañar una estrategia geopolítica de mayor alcance. En este momento hay una situación que implica necesariamente hacer un llamado a América Latina para que analice con profundidad histórica y claridad programática, ideológica y política, que es lo que está ocurriendo en Venezuela afecta y afectará a todo el continente latinoamericano. Y que EEUU ha dado un paso muy grave, con un método completamente extralimitado para intervenir en los asuntos de América Latina y en particular en Venezuela.

Fernando Vicente Prieto, desde Caracas – @FVicentePrieto para Notas – Periodismo Popular

No hay comentarios: